Tras catorce años al frente de la empresa con mayor capitalización del mundo actualmente, 339.000 millones de dólares, Steve Jobs ha decidido abandonar su cargo como Consejero Delegado de Apple abriendo una brecha de incertidumbre sobre su futuro. Convertido ya en un símbolo de la compañía Jobs ya había abandonado su puesto en 1985 volviendo posteriormente en 1993 y reflotando la caída que Apple había sufrido en su ausencia. Esta vez y de momento, su dimisión ha causado en apenas unas horas la caída del 5% de las acciones y todo ello en un año en el que se espera la feroz salida del Iphone 5 y con un mercado que ya ve más futuro en las tablets que en los tradicionales PCs, gracias a la visión comercial de Jobs.
La venta del Iphone supone ya el 50% de los ingresos de la compañía que tiene asegurado los próximos años gracias a éste y a otro producto estrella, el Ipod.
Aquejado por un cáncer Jobs ha declarado, según EFE, que “querría continuar en la empresa que ha convertido en una de las más influyentes del planeta como presidente del Consejo de Administración” y recomienda que “Tim Cook le reemplace como consejero delegado”. Una recomendación hecha efectiva casi de inmediato.
La salud de Jobs ha sufrido un duro revés durante el último año y en enero hizo público su estado para “tomarse un respiro”. Sólo dos meses después, en marzo, con motivo del anuncio del iPad2, reapareció visiblemente demacrado pero con un tono animado.
Finalmente y como él mismo ha reconocido, abandona el timón de este barco porque ya no puede “hacer frente a mis responsabilidades”. El futuro de Apple queda ahora en manos de su predecesor, Tim Cook.
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