Aunque todava suene lejano e incluso terriblemente remoto, UMTS est ah, a la vuelta de la esquina. Al menos as pretende que sea el ministerio de Ciencia y Tecnologa, que accedi a dar un respiro a la industria y los operadores en forma de prrroga para su lanzamiento con fecha de caducidad en junio de este ao.
Si esta es la oficialidad sobre el papel, que todo lo aguanta, la realidad asumida y digerida por los actores de este sector apunta, como muy temprano, a finales de este ao, si no directamente al primer semestre de 2003, como el momento en el que la Tercera Generacin har su desembarco, tmido, eso s, en Espaa y pone el horizonte de su masificacin unos cuantos aos despus.
Entre tanto, la apuesta ms realista e incluso necesariamente didctica para preparar su llegada pasa por GPRS, conocida como Generacin 2,5, que es quiz la definicin ms breve, pero tambin ms exacta del papel que le ha tocado desempear en el mercado cabeza de puente entre un universo plano, protagonizado por ese GSM que todos llevamos en el bolsillo, y el nuevo mundo multidimensional de voz, imagen y datos de calidad, con color y movimiento, tierra de promisin, en definitiva, de la 3G.
No es una tarea fcil la que tiene por delante GPRS y su xito depender, sin lugar a dudas, del apoyo que las operadoras se empeen en darle y de su grado de compromiso para ejercer un efecto de arrastre sobre los suministradores, tanto de equipos como de soluciones especficamente diseadas para este naciente negocio.
El ajuste del mercado, evidentemente, no ser automtico y los distintos jugadores empeados en esta partida tendrn que aquilatar sus intereses para avanzar por el camino de la Tercera Generacin sin desajustar innecesariamente el delicado equilibrio de un sistema en plena emergencia.
Al final, todo parece apuntar a que la 2,5 G tiene una vida bastante ms larga de la inicialmente prevista y ms que contrincante, que tambin sera un planteamiento a contemplar, podra convertirse en el cmplice perfecto de UMTS como precursor, e incluso evangelizador, de unas aplicaciones avanzadas para cuya llegada hay que preparar necesariamente al usuario, sin prisas pero sin pausas, y plantar la semilla que haga posible el nacimiento sin traumas de la Tercera Generacin.
