Transcurrirán al menos cuatro años más hasta que UMTS permita el lanzamiento de aplicaciones móviles multimedia (streaming) en los dispositivos móviles de los usuarios, debido a que la mayoría de las redes de las operadoras no alcanzarán un ancho de banda real de 40 Kbps hasta comienzos de 2003, en lugar de los 2 Mbps inicialmente prometidos por la tercera generación.
En contra de la opinión mayoritariamente extendida en el mercado, los especialistas de Durlacher exponen en su trabajo que los costes de licencias de 3G en Europa, estimado en 120.000 millones de euros (casi 20 billones de pesetas), no dificultarán el desarrollo del mercado de la telefonía móvil y se habrán incorporado en los modelos de negocio de las operadoras, haciendo olvidar los castigos infligidos por las agencias de evaluación de riesgo y el temor de haber pagado por las licencias más de lo que valen.
Los costes conjuntos de las licencias UMTS e infraestructura de red en el Viejo Continente, según los cálculos de Durlacher, alcanzarán los 260.000 millones de euros (43,3 billones de pesetas). Estas enormes cantidades llevarán a las operadoras a intentar recuperar sus inversiones bien lanzando al mercado servicios avanzados que generen ingresos, hasta 3.000 aplicaciones y servicios distintos en los próximos cinco años; o bien, actuando como mayoristas de los operadores virtuales que se estructurarán en torno a marcas fuertes procedentes del mundo de las telecomunicaciones, la distribución, medios de comunicación, finanzas y automóviles.
Siempre que las redes UMTS se desplieguen a principios de 2003, Durlacher predice que el mercado europeo de Internet a través del móvil alcanzará los 76.000 millones de euros (12,6 billones de pesetas). El valor generado por estos servicios representará el 45 por ciento de todos los ingresos por telefonía móvil (28,3 billones de pesetas/170.000 millones de euros) en Europa. En los próximos años, la previsión de la firma es que el mercado de servicios diferentes a la simple transmisión de voz continuará creciendo a un ritmo del 72 por ciento anual. Durlacher cierra el capítulo UMTS advirtiendo de que serán los fabricantes japoneses los que proporcionen dispositivos 3G a partir de este año, lo que podría colocar en una difícil situación a los proveedores europeos.
En el corto plazo, el estudio de Durlacher avanza que asistiremos a las primeras quiebras de las empresas centradas en el estándar WAP, mientras que el servicio de mensajes cortos SMS será una importante fuente de negocio al que tomará el relevo GPRS.