Predecir tendencias en el mundo de la tecnología es difícil, y más todavía si se tiene en cuenta que, en tan solo un año, el mundo entero ha dado un giro tan inesperado. Durante 2020, la COVID-19 ha acelerado la transformación digital en compañías de todos los sectores y ha puesto de relieve el papel fundamental que la infraestructura y la tecnología digital desempeñan en el éxito empresarial.
El protagonismo de la infraestructura nativa cloud
La infraestructura tradicional no fue diseñada para satisfacer las demandas de los negocios digitales de hoy en día. El negocio digital está cada vez más impulsado por modernas soluciones de software y el uso extensivo de tecnologías de código abierto y cloud nativas.
Las tecnologías cloud nativas permiten a las organizaciones construir, ejecutar y orquestar rápidamente aplicaciones escalables que pueden distribuirse e implantarse a nivel mundial, normalmente aprovechando una arquitectura multi-cloud híbrida. Por este motivo, la infraestructura digital es más importante que nunca: procesos de transformación digital que llevarían años se han desplegado en pocos meses de forma intensificada, y la tendencia marca una aceleración todavía mayor.
IDC predice que “para finales de 2021, basándose en las lecciones aprendidas, el 80% de las empresas pondrán en marcha mecanismos para cambiar hacia infraestructuras y aplicaciones cloud a un ritmo dos veces más rápido que antes de la pandemia.
Nuestra visión para la infraestructura definida por software es que se debe automatizar todo proceso posible. El año 2021 traerá una proliferación y una adopción acelerada de tecnologías nativas cloud en prácticamente todas las infraestructuras, así como para la organización de la infraestructura digital desde el edge hasta el multi-cloud.
El paradigma “Edge-first” impulsará la innovación
Según los analistas de VP Gartner, Nick Jones y David Cearley, “para el 2023, más del 50% de los datos generados por las empresas se crearán y procesarán fuera del data center o del cloud, en comparación con menos del 10% durante 2019”. En un mundo que vive y trabaja cada vez más en el edge, los procesos de computación continúan trasladándose —con un ritmo sin precedentes— lejos de los data centers centralizados hacia una infraestructura distribuida e interconectada ubicada en el edge, cerca de las fuentes de creación y consumo de datos.
Las aplicaciones de hoy en día están diseñadas desde cero para un despliegue cada vez más automatizado y elástico en el edge. Allí, grandes cantidades de datos procedentes de múltiples fuentes deben ser procesados rápidamente y es también el lugar donde muchas aplicaciones y microservicios deben interconectarse con baja latencia para ofrecer la mejor experiencia posible al usuario. El despliegue de aplicaciones distribuidas en múltiples ubicaciones y niveles de infraestructura, desde el edge hasta el multi-cloud, requiere de una comprensión y evaluación minuciosa de los equilibrios arquitectónicos, incluyendo el diseño de zonas de disponibilidad, redes de servicios distribuidos, gestión del tráfico, data pipelines, seguridad y state management, por nombrar algunos de ellos.
En 2021 veremos un impulso continuo en los despliegues de edge y una gran ola de innovaciones tecnológicas en todo el conjunto de infraestructura para abordar la creciente complejidad de escalar y orquestar de manera fiable la infraestructura distribuida en el edge.
El 5G será impulsado por la optimización de la infraestructura en el edge
El 5G representa un importante punto de inflexión tecnológica. 2021 será el año en el que las empresas consideren el 5G en su planificación de despliegue de infraestructura. Las capacidades del 5G de alto rendimiento requieren una infraestructura física que se extienda de manera óptima hasta el edge. La combinación de la infraestructura digital y los data centers macro-edge existentes formará un poderoso modelo arquitectónico caracterizado por enormes cantidades de datos y recursos informáticos distribuidos disponibles a latencias más bajas. Esto permite nuevos paradigmas computacionales para casos de uso que antes no podían aprovechar tales avances.
Como tecnología de red de acceso, el 5G proporcionará una mayor cobertura de área, mayor fiabilidad, mayor ancho de banda y mejor seguridad. Ofrecerá una experiencia siempre activa, con importantes mejoras en la capacidad y el rendimiento, incluidas velocidades de datos 100 veces más rápidas (multi-Gbps), una latencia de red muy baja (hasta 1ms) y una alta densidad de dispositivos. Estas capacidades abrirán nuevas oportunidades y posibilidades novedosas para la robótica, los drones, los vehículos autónomos, la telemedicina y el internet táctil, entre otras cosas.
Para Equinix, hacer realidad el 5G comienza por aprovechar la huella y las capacidades de la infraestructura existente a la vez que se identifican y planifican los casos de uso futuros que pueden beneficiarse de manera significativa de la posible expansión de despliegues de infraestructura física neutral más allá del edge. El data center y la infraestructura física para el 5G debe ser moderna, escalable, flexible, interconectada, neutral y multitenant.
La IA abarcará más mercados y se moverá hacia el edge
La IA no es un concepto nuevo, pero con los avances tanto en las máquinas como en el Deep Learning, está preparada para transformar prácticamente todas las industrias tal como lo hizo la electricidad hace un siglo. Según IDC, para 2022, el 80% de las empresas que pasen a un modelo de negocio híbrido gastarán cuatro veces más en una infraestructura edge habilitada para la IA y segura para ofrecer agilidad e insights empresariales en tiempo real.
La cantidad de computación utilizada en los mayores desarrollos de IA ha aumentado exponencialmente; de hecho, se está duplicando casi cada tres meses y medio, y la eficiencia de los algoritmos de IA se está duplicando cada 16 meses[iv]. Este ritmo de cambio aumentará en 2021 y en adelante a medida que la adopción y la omnipresencia de la IA se extienda en todas las industrias y organizaciones.
Para que la IA pueda funcionar, se recogen grandes cantidades de datos y se procesan en primera instancia para su modelado. Las cloud públicas han sido tradicionalmente un lugar atractivo para desplegar la IA, ya que los algoritmos y la capacitación en materia de IA funcionan mejor con grandes conjuntos de datos y grupos de computación que se pueden autoescalar.
En 2021 habrá un ritmo acelerado de despliegues de IA en el edge tanto para el entrenamiento como para la inferencia de IA, junto con capacidades mejoradas de “as-a-service” para la automatización del despliegue de la infraestructura y la orquestación de entornos híbridos de IA multi-cloud.
Los data centers cambiarán hacia la red positiva
A medida que se agudiza la crisis climática mundial, las principales organizaciones están cambiando los objetivos de sostenibilidad corporativa, pasando de evitar el impacto negativo a crear un cambio positivo. Desde IDC predicen que “para 2025, el 90% de las empresas del G2000 exigirán materiales reutilizables en las cadenas de suministro de hardware de TI, objetivos de neutralidad de carbono para las instalaciones de los proveedores y un menor uso de energía como requisitos previos para mantener el ritmo de trabajo de las empresas”.
Muchas empresas de data centers gestionan su consumo de energía mediante innovaciones de diseño y medidas de eficiencia energética. Varios operadores han dado un paso más al comprometerse con un 100% de energía renovable y neutralidad de carbono y algunos se han alineado con el Acuerdo Verde de la Unión Europea que pide la completa neutralidad de carbono en los data centers para 2030.
Hay una variedad de formas potenciales en que los data centers pueden tener un impacto ambiental positivo: desde oportunidades indirectas para influir en el desarrollo de plataformas de alojamiento que pueden combinar con precisión las previsiones meteorológicas, los patrones de uso y demanda y capacidades como la eliminación de cargas, hasta acciones específicas que incluyen el aprovechamiento de grandes soluciones de almacenamiento de energía in situ que proporcionan fuentes de energía flexibles e instantáneas, o incluso la utilización de energía de desecho en forma de calor para desplazar la demanda de energía local.
El paso de la neutralidad al impacto positivo requerirá un enfoque impulsado por la tecnología y la construcción de ecosistemas tanto mundiales como locales de partes altamente interesadas. En 2021 se espera que la economía digital continúe expandiéndose y acelerándose con la responsabilidad de impulsar un impacto ambiental positivo.
Dar forma a la infraestructura digital para el futuro
Aunque 2021 será probablemente más predecible que 2020, está claro que no hay vuelta atrás. El crecimiento y la aceleración digital junto a la adopción de las tecnologías y tendencias darán a las organizaciones una clara ventaja. Los líderes empresariales y tecnológicos que adopten estas macrotendencias estarán preparados para contribuir al siempre cambiante futuro.