Las exigencias para la red de edificios aumentan rápidamente. No solo debe proporcionar mayores velocidades de datos, sino también soportar nuevas aplicaciones y flujos de trabajo. Algunos ejemplos son los entornos de trabajo y de enseñanza variables y los edificios inteligentes. La solución pasa por un cableado flexible, en el que la fibra óptica desempeña un papel cada vez más importante.Los profesionales más veteranos del campo de las tecnologías de la información recordarán una época en la que las redes de área local (LAN) y su cableado soportaban un ancho de banda de solo 1 Gbit. Hoy en día, las infraestructuras LAN deben ofrecer mucha mayor capacidad: se requieren velocidades de datos de entre 10 y 40 GBit/s, y en algunos casos incluso de hasta 100 GBit/s en grandes edificios. Pero la necesidad de más ancho de banda es solo uno de los factores a tener en cuenta a la hora de planificar el cableado de un nuevo edificio o de “revitalizar” una infraestructura existente.
También son importantes otros aspectos:Las redes informáticas deben ser flexibles y deben poder adaptarse a los cambios de requisitos y campos de aplicación con poco esfuerzo. Entre estos últimos se encuentran los conceptos de estaciones de trabajo flexibles, la automatización de edificios (edificios inteligentes) y las aplicaciones de la industria 4.0.La infraestructura de cableado debe tener en cuenta los requisitos especiales de la oficina inteligente, por ejemplo, el uso de sistemas de clientes ligeros y la conexión de puntos de acceso WLAN que soporten altas velocidades de datos.El cableado debe ofrecer suficiente margen para que una empresa o institución pública pueda utilizar en el futuro otras aplicaciones que requieran un gran ancho de banda.
Necesidad de mayor flexibilidad
Se requieren redes informáticas flexibles y un cableado adaptable por varias razones. Una de ellas es el desarrollo de nuevas estructuras laborales hacia la tendencia conocida como “New Work” y el teletrabajo desde cualquier lugar. El porcentaje de ocupados que trabajan más de la mitad de los días desde su domicilio en España pasó del 4,8% en 2019 al 10,8% tras la irrupción de la pandemia del coronavirus. En 2021 descendió hasta situarse en el 9,5%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Nuevos entornos de trabajo requieren acceso a la red bajo demanda”
Esto repercute en el entorno de trabajo dentro de la oficina de la empresa. Muchos empleados ya no necesitan un lugar de trabajo permanente, sino que reservan mesas o salas de reuniones para sus encuentros con colegas o clientes. Estos entornos de trabajo requieren acceso a la red, el cual se proporciona bajo demanda. En los proyectos de grupo, por ejemplo, es necesario configurar durante un taller los accesos LAN para los PC y los sistemas multifuncionales con interfaces Ethernet clásicas, así como para los portátiles con adaptadores WLAN. Si, por el contrario, los desarrolladores quieren trabajar temporalmente con datos CAD o vídeos 4K de gran tamaño en la oficina de la empresa, debe existir una conexión de red especialmente potente en la estación de trabajo (temporal). La infraestructura de cables debe adaptarse de forma variable a estos requisitos. Esto no solo se aplica a las empresas privadas; las instituciones públicas, como las escuelas, también se enfrentan a este problema.
Incluir componentes para edificios inteligentes y del Internet de las cosas (IoT)
También existen otras razones a favor de la red variable. Una de ellas es la actual tendencia hacia los edificios inteligentes. El cableado orientado al futuro debe tener en cuenta la conexión de los sistemas de control de acceso, videovigilancia, protección contra incendios y control de ascensores y sistemas de aire acondicionado, incluidos los controladores y sensores asociados. Esto exige un alto grado de fiabilidad y disponibilidad, tanto de la red como del cableado.
“El cableado del futuro deben tener en cuenta la tendencia hacia edificios inteligentes”
Existen edificios inteligentes que combinan oficinas y viviendas en los que los residentes y los empleados de las empresas controlan sus entornos de vivienda y de trabajo a través de una aplicación en su teléfono. Esta permite al usuario acceder al edificio, ajustar de forma independiente la temperatura de la sala a sus preferencias y, si lo desea, reservar salas de reuniones con el equipamiento deseado, incluida la conexión a la red. Según la asociación digital alemana Bitkom, los edificios inteligentes del sector privado y comercial pueden ahorrar unas 16 megatoneladas de CO2 de aquí a 2035, por ejemplo, mediante el control automático de la calefacción, la iluminación y el aire acondicionado. Así, una red de edificios moderna también contribuye a proteger el medio ambiente.
Sin embargo, los componentes del IoT, como los sensores y los controladores, no solo se utilizan en los edificios inteligentes. Un importante campo de aplicación es la fábrica inteligente, es decir, el entorno de fabricación inteligente y en red. Por ello, los usuarios deben diseñar el cableado del edificio de forma que pueda extenderse al interior de la fábrica. Deben contemplar los requisitos especiales de este ámbito, especialmente las largas distancias de cableado que a menudo hay que salvar en los entornos de producción. Por este motivo, las redes de fibra óptica son la opción preferida en estos casos por los especialistas.
Aprovechar el potencial del Power over Ethernet
Dado que la alimentación a través deEthernet (PoE) es un componente central en los edificios y fábricas inteligentes, un cableado con proyección de futuro debe tener en cuenta esta tecnología. Este término se refiere al suministro de energía de los terminales a través del cableado de datos. PoE (IEEE 802.3af) y los estándares sucesores PoE+ (IEEE 802.3at) y PoE++ (IEEE 802.3bt) proporcionan actualmente hasta 100 vatios de potencia por puerto. Sin embargo, la aplicación no es tan sencilla como cabía esperar en un principio. El problema que plantean las soluciones de red convencionales es que el PoE genera pérdidas de energía debido a la resistencia de la línea del cable y se genera calor. Esto, a su vez, repercute en el rendimiento de los cables de cobre, ya que, si el cable supera la temperatura de 60 °C, esto afectará al material y deformará el plástico.
Más terminales y mayores velocidades de datos
Otro punto que hay que tener en cuenta a la hora de planificar la red de un edificio son los requisitos de ancho de banda de la red. La demanda está au- mentando enormemente. Por un lado, debido a la creciente integración de los dispositivos IoT en la red informática. Por otro, también entran en juego otros desarrollos, como el creciente uso de las herramientas de videoconferencia y de colaboración. En lugar de concertar una cita presencial con especialistas de empresas asociadas y clientes, los empleados se comunican a través de Zoom, WebEx o Teams. Es poco probable que esto sufra muchos cambios en el futuro, aunque solo sea por razones de coste. Pero las aplicaciones de comunicación en tiempo real, como las videoconferencias, dependen de conexiones de red de gran ancho de banda y baja latencia. Además, el número de terminales en la red corporativa está aumentando. En función de la tarea, un empleado dispone hoy de varios terminales, como un portátil, una tableta y un teléfono. A esto se añaden los clientes ligeros y los PC, así como las estaciones de trabajo para tareas que exigen un procesamiento intensivo, como en las áreas de diseño y desarrollo.
Conclusión: no hay que ahorrar en el recurso equivocado
Los enfoques estructurados clásicos siguen siendo actualmente los más extendidos para el cableado de edificios. Sin embargo, a la hora de planificar una nueva infraestructura de red o de “revitalizar” una existente, es fundamental que los responsables no quieran ahorrar en el ámbito equivocado. Si al cabo de unos años resulta que el cableado no proporciona suficiente ancho de banda o es demasiado inflexible, la solución será costosa. Y es que cuesta aproximadamente tres veces más reequipar una red que tender un cableado generoso y preparado para el futuro desde el principio.
En vista de las necesidades y tendencias actuales, si algo está claro es que preparar un edificio para el futuro exige soluciones de red flexibles e inteligentes como PreCONNECT smartNET de Rosenberger OSI que permite al usuario configurar y reconfigurar los entornos de trabajo según sus necesidades. Así se ha demostrado durante los últimos años; la flexibilidad, la alta escalabilidad de la tasa de datos y la integración de los componentes del IoT son de gran importancia en la actualidad y también lo serán en el futuro.