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Qué son los cables submarinos



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Son la columna vertebral de la comunicación digital global, trasportando más del 90% de todo el tráfico de Internet. Existen centenares y recorren todos los océanos del planeta para conectar continentes y países

Publicado el 28 feb 2025

Cristina Albarrán

Directora de Redes&Telecom



Cable submarino apertura

No podríamos disfrutar de la Red de redes sin la existencia de los cables submarinos y es que, ya lo hemos dicho otras veces, Internet se mueve bajo el mar. No en vano, estas infraestructuras son cables de alta capacidad que se colocan en el lecho marino para transmitir datos a través de largas distancias y se encargan de conectar países y continentes entre sí. ¿Quieres saber más? En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre ellos.

Para qué sirven

Los cables submarinos nos permiten transmitir datos -unos 3.480 gigabits por segundo en cada hilo de fibra-a través de ellos para mejorar los servicios de telecomunicaciones. De hecho, podemos decir que prácticamente la totalidad de las comunicaciones que hacemos hoy en día se hacen por esta vía. Esto explica que su número vaya aumentando continuamente.

Los cables submarinos forman la columna vertebral de la comunicación digital global, transportando aproximadamente el 97-98% de todo el tráfico de Internet

En la actualidad existen centenares de estas infraestructuras de diferentes tamaños surcando los océanos, algunos miden cerca de 40.000 kilómetros. Otros son más cortos. Todo depende de las regiones, países o zonas que conecten y la distancia que haya entre ellos.

Breve historia

El trabajo para demostrar el potencial de los cables submarinos comenzó en la década de 1840, cuando Samuel Morse, el inventor del Código Morse, sumergió un cable aislado con cáñamo alquitranado y caucho de la India, en el agua del puerto de Nueva York y telegrafió a través de él en 1842.

En la década de 1850 se llevaron a cabo las primeras pruebas de cables telegráficos submarinos conectando Francia e Inglaterra. Pero estas primeras infraestructuras duraron poco tiempo. No obstante, otros cables submarinos fueron tendidos en Inglaterra, Irlanda o el Mediterráneo, de modo que en 1858 había más de 30 líneas sumergidas, siendo la más larga la del mar Negro, de 574 kilómetros.

Así las cosas, se considera que el primer cable transoceánico fue el Cable Transatlántico Telegráfico y se tendió hace más de siglo y medio para, como su nombre indica, atender al servicio telegráfico. Era el año 1857 y surgió con el objetivo de conectar América con Europa. Comenzó como una comunicación entre la reina Victoria y el presidente de Estados Unidos, James Buchanan, el 16 de agosto de 1858, con sólo 98 palabras difíciles de descifrar y que tardó hasta 16 horas en total en enviarse. El experimento funcionó, pero se deterioró rápidamente y tuvieron que realizarse varios intentos más en diferentes años hasta que se produjo su instalación definitiva en 1866.

Además, los primeros cables transpacíficos se completaron en 1902 y 1903, uniendo el territorio continental de EE. UU. Con Hawai en 1902 y Guam con Filipinas en 1903.

Tras estos proyectos, los cables submarinos se fueron multiplicando y su uso se extendió para la telefonía de voz y luego para la Internet pública. Tal ha sido su boom, que a día de hoy los océanos están plagados de ellos, superando las centenas y conectando todo el mundo.

La Antártida es el único continente al que todavía no llega un cable submarino de telecomunicaciones, aunque se está trabajando en ello como infraestructura clave para mejorar la conectividad de los investigadores de la región.

Cómo es un cable submarino

En sus orígenes el cable submarino estaba formado por hilos de cobre y pesaban hasta 15 toneladas por kilómetro. Luego se optó por el cable coaxial y en la actualidad se componen de fibra óptica, la gran innovación que trajo el siglo XX en este terreno y que supuso una reducción del peso a los 200 – 250 kilos por kilómetro, dependiendo de sus capacidades. Así pues, a día de hoy, estas infraestructuras son finas, de apenas 8 centímetros de diámetro (del grosor de una manguera o un brazo) y se componen de filamentos del ancho de un cabello humano.

De hecho, según los casos, cada cable puede venir provisto de diferentes pares de fibra (hasta 24). Sea como fuere, esta fibra se recubre con unas cuantas capas protectoras que lo salvaguardan de roturas y lo impermeabilizan. Esa protección se debe a que la fibra es un material extremadamente fino, con filamentos o hilos que pueden ser del grosor de un pelo.

Las capas de los cables submarinos

Los cables submarinos, pues, se componen hasta ocho capas que se distribuyen de la siguiente manera:

  • En el interior, las fibras.
  • La segunda capa, un protector para el agua llamado Petroleum jelly (vaselina).
  • La tercera capa, un tubo de cobre o de aluminio.
  • La cuarta capa, un tubo de policarbonato.
  • La quinta capa, una barrera de aluminio resistente al agua.
  • La sexta capa, alambres trenzados de acero.
  • La séptima capa, una cinta de tereftalato de polietileno. Una cinta tipo Mylar.
  • La octava y última capa, en el exterior, recubrimiento de polietileno.
Los cables submarino se componen de 8 capas.
Los cables submarino se componen de 8 capas.

Todos estos recubrimientos permiten protegerlos de mordeduras de tiburones, anclas de barcos y terremotos.

¿Cómo se instalan los cables submarinos?

Lo primero antes de instalar un cable submarino es decidir dónde se ubican. Por lo general se planifican cuidadosamente para seguir rutas estratégicas que minimicen la interferencia y maximicen la eficiencia de la comunicación. Esto puede incluir factores como la profundidad del agua, la distancia entre puntos de conexión y la presencia de obstáculos en el fondo marino.

Una vez decidida su localización, la instalación de los cables submarinos tiene su miga. Para llevar a cabo esta operación hay que trasladar uno de los extremos hasta un punto de aterrizaje o directamente en una estación que esté instalada en la costa.

Y aquí entran en juego las landing stations que son instalaciones físicas ubicadas en la costa o cerca de ella, donde los cables submarinos se conectan a la infraestructura terrestre de comunicaciones y desde donde se enrutan los datos hasta su ubicación final. Estos enclaves son puntos clave en las redes de comunicaciones globales, ya que facilitan la transferencia de datos a través de estas infraestructuras.

Tras ese amarre, una serie de buzos se encarga de enterrarlo lo suficiente para asegurar su conexión.

Cuando ya está instalado en un extremo, un barco cablero especialmente diseñado para esta misión va “enterrando” todo el cable, desplegándolo lentamente. Dependerá del modelo del barco o la tecnología utilizada que están preparados para instalar hasta 200 kilómetros de instalación por día. Hay que recalcar que estas embarcaciones pueden tener más de 150 metros de eslora y cargan miles de toneladas de cable de fibra óptica, enrollándolo en grandes bobinas a bordo del buque. En total, un cable de fibra óptica tiene una longitud de miles de kilómetros. Además, los buques cableros suelen llevar entre decenas y cientos de repetidores. En muchas instalaciones las distancias son tan largas que hay que recurrir a amplificadores de señal intermedios para compensar las atenuaciones debidas a la longitud del cable, aumentando la señal a lo largo del cable aproximadamente cada 100 km.

A veces en su instalación se requiere de un arado submarino especial para que el cable quede enterrado en el lecho del océano. Esta opción es una de las más planteadas en zonas de mucha actividad para que no se acabe dañando el cable. En este sentido, en su tendido se suelen buscar partes planas del fondo oceánico y libres de rocas.

Ventajas de los cables submarinos

El empleo de cables submarinos aporta muchas ventajas para las telecomunicaciones:

Comunicaciones transoceánicas y globales

La aplicación más básica de los cables submarinos es comunicar lo que está sucediendo en una parte del mundo a otra, permitiendo que las aplicaciones existan en varios países al mismo tiempo y que puedan disfrutar de dicha aplicación en el país donde carecen de ese recurso.

Al alcance de países remotos

A medida que la tecnología del cable ha mejorado y los costes han bajado, los países remotos que alguna vez tendrían que depender del satélite o de una infraestructura más lenta están experimentando rápidamente un aumento masivo de la capacidad local de cable.

Alto ancho de banda

Los cables submarinos tienen un ancho de banda exclusivamente alto en comparación con otras formas de cables. Esto le da al cable la oportunidad de procesar varios datos o información en un momento determinado.

Velocidad y capacidad

El alto ancho de banda a su vez aumenta positivamente la velocidad de transferencia de datos o información. Los cables submarinos más modernos pueden ofrecer más de 200 Tbps de capacidad y abarcar decenas de miles de kilómetros. Incluso se han realizado demos de velocidades de transmisión que superan los 300 terabits por segundo.

Mayor tolerancia a fallos que la fibra terrestre

Los cables submarinos tienen una mayor tolerancia a fallos que la fibra terrestre

Seguridad y confiabilidad

Un cable submarino, como su nombre indica, se encuentra sumergido en las profundidades de mares y océanos. Esto ofrece alta seguridad y confiabilidad en tanto en cuanto dificulta el acceso a los datos.

Invulnerable a la interferencia electromagnética

Un cable submarino no puede verse afectado por la interferencia electromagnética porque utiliza el efecto de la luz para transferir datos o señales, a diferencia de las conexiones de cable normales que se basan en la transferencia de electrones.

Alta resistencia a la tracción

Debido al laborioso trabajo que supone instalarlo y repararlo, estas infraestructuras tienen una alta resistencia a la tracción. Esta cualidad aumenta su vida útil, lo que evita el cambio regular de los cables y reduce el coste de mantenimiento. Además, su fuerza les ayuda a soportar los efectos de situaciones ambientales como tsunamis y volcanes, así como perturbaciones biológicas y animales como tiburones, ballenas, etc.

Principales problemas de los cables submarinos

Aunque los cables submarinos son robustos, no están exentos de problemas. No hay que olvidar están bajo el mar lo que los hace susceptibles a roturas y desgastes debido a movimientos sísmicos, ataques de tiburones -que los muerdes atraídos por las señales eléctricas que emiten-, o anclas de barcos que ha podido estropear su estructura. Y cuando esto ocurre hay que repararlos para lo que hay que localizar el fallo y luego arreglarlo. Para ello se necesita un buque especializado que debe subir a la superficie el cable, eliminar ese tramo dañado y empalmarlo con uno nuevo recurriendo a su sellado mediante adhesivos y juntas.

Esto parece sencillo, pero no lo es. Las condiciones climatológicas pueden ser adversas y esto dificulta la tarea. Además, izar el cable cuesta lo suyo -puede llevar más de un día levantarlo-, por lo que estos navíos han de estar provistos de cuerdas, garras o robots sumergibles para maniobrar con ellos. Y, evidentemente, el cable está en el fondo. Se debe llegar allí. Tras quitar el tramo dañado, se vuelve a empalmar, se sella con adhesivos y una junta y se vuelve a bajar al fondo del océano.

A día de hoy existen pocos buques especializados en el mundo para la instalación y mantenimiento de cables submarinos

Ante esta situación, a veces su reparación resulta imposible o tremendamente cara por lo que muchas compañías prefieren tirar más cables antes que dedicar tiempo a encontrar el fallo y subsanarlo. A esto se suma que, a día de hoy, existen pocos barcos especializados en su instalación y mantenimiento. La demanda de cableado submarino ha superado la disponibilidad de buques marinos necesarios para la topografía y la instalación. Esta escasez, combinada con la intensa competencia por el espacio marítimo de los parques eólicos marinos, los oleoductos y gasoductos y los interconectores eléctricos, complica el despliegue de cables.

Surcar los obstáculos regulatorios para nuevos proyectos agrega más complejidad, así como la presión del tiempo, ya que tres años es la línea de tiempo requerida típica desde la concepción hasta la finalización de un nuevo cable. Además, estos cables no son adecuados para aldeas remotas, terrenos, pequeñas naciones insulares y regiones montañosas.

Tres años es el tiempo medio de un proyecto de despliegue de cable submarino desde su concepción hasta la finalización

Otro problema añadido es que muchos países no protegen activamente los cables y estos pueden ser susceptibles de espionaje. Aunque para llegar a este punto no cualquier potencia podría intervenirlos ya que requiere de navíos especialmente equipados. China, Estados Unidos y Rusia son algunos de los países que tienen estos recursos.

Como su acceso es tan complicado, los cables submarinos adolecen de poca seguridad cibernética. Cada vez más operadores de cable utilizan sistemas de administración remota para sus redes. Los propietarios de cable se alegran del ahorro en costos de personal. Sin embargo, estos sistemas tienen poca seguridad, lo que expone los cables submarinos a riesgos de seguridad cibernética.

Otro factor se suma en la lista de problemas asociados a los cables submarinos y es que como son tan caros, lo habitual es la creación de consorcios internacionales en los que participan decenas de propietarios. Estos propietarios están separados de las entidades que producen los componentes del cable y de las que colocan los cables a lo largo del fondo del océano. El tiempo compartido permite reducir los costes, pero podrían usar su influencia para interrumpir los flujos de datos, o incluso para interrumpirlos en un escenario de conflicto.

Finalmente, hay que tener en cuenta que la vida útil de los cables submarinos es de unos 25 años, pero cada vez las tecnologías son mejores y esta media de edad va aumentando a medida que se utilizan nuevos materiales que permiten una mayor durabilidad.

Mapa de los cables submarinos

En la propia Internet a la que da servicio existen varias páginas que recogen todos los cables submarinos que hay en el mundo. Una de las más populares es Submarine Cable Map que ofrece un mapa interactivo con las infraestructuras ya instaladas y sus actualizaciones periódicas.

Existen varias autopistas de cables en el mundo. Entre las principales se encuentra la del Atlántico y la del Pacífico.

Aquí puedes ver los cables submarinos que hay en el mundo.

El cableado submarino en España

La Península Ibérica, gracias a sus kilómetros de costa y a su posición geográfica, es un lugar perfecto para el amarre de cables submarinos.

En España, en particular, hay varias landing stations importantes. Algunas de las principales son:

  • Santander: esta ciudad en la costa norte de España alberga varias landing station, incluyendo conexiones con el Reino Unido y Francia.
  • Bilbao (Sopelana): Otro puerto importante en el norte de España. Esta ciudad también cuenta con landing station de cables submarinos, conectando a España con otros puntos de Europa y más allá.
  • Valencia: ubicada en la costa este de España, Valencia es un importante centro de comunicaciones submarinas en el país. Alberga varias landing station que conectan a España con el norte de África, así como con otros países europeos.
  • Málaga (Estepona): en la costa sur de España, Málaga es otro punto clave para las conexiones submarinas. Aquí se encuentran landing stations que conectan a España con África y otros destinos internacionales.
  • Barcelona: desde finales de 2022 existe una nueva estación de cable submarino en Barcelona (Barcelona CLS). Este punto de amarre tiene la vocación de ser el nuevo hub del sur de Europa. Actualmente varios cables submarinos de última generación ya están conectados a esta landing station y se espera hasta un total de ocho cables en menos de diez años.
  • Junto a ellos también tenemos que mencionar Madrid (Madrid Digital Hub), que aunque no tiene mar se considera uno de los puntos de amarre más importantes de la Península Ibérica.

Por otra parte, si hablamos de los principales cables que parten o pasan por nuestro país, comentar que entre 2021 y 2022 se activaron cinco nuevos cables para interconectar Europa, América y África (Marea, EllaLink, 2Africa, Grace Hopper y Equiano).

Lista de los cables submarinos: así es la red

Tomando como referencia los datos proporcionados por TeleGeography y su Submarine Cable Map, estos son los cables submarinos que recorren nuestros océanos:

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