De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la hoja de ruta de la tecnología 5G en España se inició en 2017. Se licitaron las bandas de frecuencia en 2018 y se hicieron los primeros pilotos en 2019 y 2020, iniciándose el despliegue de la red en 2020-2021. La Comisión Europea plantea un impacto directo anual, a partir de 2025, de más de 60.000 millones de euros en el conjunto de Europa y un impacto indirecto en España de unos 14.000 millones de euros, en sectores como automoción, salud o transporte.
La implantación de 5G en España por parte de los operadores está siguiendo un ritmo desigual, avanzando en la infraestructura, pero no en los servicios, y con velocidades de transferencia y latencias alejadas de lo que se supone que ha de permitir 5G. Además, se está circunscribiendo a núcleos de población grandes, por lo que estamos lejos de contar con un despliegue masivo de 5G.
La implantación de 5G en España por parte de los operadores está siguiendo un ritmo desigual
De acuerdo con las previsiones de los expertos, en 2025 los municipios con más de 20.000 habitantes podrán contar con esta tecnología. Esto es sin duda un dato que no invita al optimismo o a luchar contra la España despoblada. De acuerdo con el INE, en 2019, de los 8.131 municipios que había en España, 5.002 tenían una población inferior a 1.000 habitantes. En 2020, había 6.827 municipios con menos de 5.000 habitantes, lo que supone un 84%. De esta forma, alrededor de cinco millones de personas, no se beneficiarían de la tecnología 5G en España en 2025.
A pesar de estos datos de implantación y difusión en 2021 y de los plazos y alcance que se estiman para 2025, ya se plantea cuál será la tecnología que reemplace al 5G. La curva es tan marcadamente exponencial, que llegará un día en que una tecnología será obsoleta antes de ser lanzada al mercado, disrumpida por la siguiente innovación.
Y de pronto llegó el 6G
Y es en este estado del arte del 5G, en medio del debate sobre implantación de la red, servicios a prestar, coberturas, etc., cuando sale a la palestra la nueva generación, 6G. Una de las primeras noticias al respecto fue el lanzamiento por parte de China, en noviembre de 2020, de un satélite con capacidad 6G, con el que se pretendía empezar a validar dicha tecnología.
¿Qué características y ventajas tendrá 6G frente a 5G?
La principal diferencia de la tecnología 6G frente a 5G es la capacidad que tendrá de utilizar frecuencias más altas. Esto permitirá a 6G contar con una capacidad significativamente mayor y una latencia inferior (hasta 5 veces menos que con 5G). Este parámetro es crítico para evaluar este tipo de tecnologías y para determinar sus posibles aplicaciones, relacionadas con el tratamiento masivo de información en tiempo real. El diseño de 6G permitirá alcanzar velocidades de transferencia de datos de 1 TB/segundo, lo que supone una velocidad 100 veces superior a 5G.
La principal diferencia de la tecnología 6G frente a 5G es la capacidad que tendrá de utilizar frecuencias más altas
De acuerdo con Nokia Bell Labs, las características tecnológicas clave que definirán a 6G estarán asociadas a la conectividad extrema (debida a la baja latencia), el aprovechamiento de nuevos espectros de frecuencias, la seguridad o la capacidad de integrar más información del entorno al multiplicarse la cantidad de dispositivos que podrán conectarse a la red.
De esta forma, la tecnología 6G allanará el camino para la llegada de la Industria 5.0.
¿Cuándo estará disponible 6G?
Actualmente, se espera que se lance comercialmente en 2030. Puede parecer que hablamos de un futuro lejano, pero hay que tener en cuenta que aún no hemos implantado 5G y que los tiempos de implementación y madurez de las tecnologías se siguen acelerando. Esto puede llevar a que en algunos lugares se pase del 4G al 6G directamente, porque se solapen los tiempos de implantación de 5G y 6G y sea más lógico y viable ir directamente a 6G.
Además, no se trata de una tecnología teórica, que aún esté en fase de conceptualización. Hace algunos meses, China puso en órbita un satélite con capacidad 6G para evaluar la tecnología. Gigantes como Huaweiplanean lanzamientos de satélites 6G en 2022 y otros como Samsung también tienen líneas de trabajo e investigación en marcha.
Además, empresas europeas como Nokia, Ericsson o Telefónica, así como entidades educativas y de investigación como la Universidad Carlos III, han puesto en marcha el consorcio Hexa-X, para investigar y desarrollar estándares en torno a esta tecnología.
Pero ¿necesitamos 6G?
Como ya comentaba, trabajar completamente online manejando volúmenes muy grandes de datos no estructurados es cada vez más necesario. Si bien la tecnología 5G ya soluciona en gran medida este reto, los retos que plantean aproximaciones como ‘edge computing’ en cuanto a mínima latencia y fiabilidad máxima de la comunicación, así como la comunicación M2M asociada a IoT, son dos elementos que favorecen el desarrollo de 6G.
Se espera poder conectar 10 veces más dispositivos por kilómetro cuadrado de lo que permite 5G
Con esta nueva generación, se espera poder conectar 10 veces más dispositivos por kilómetro cuadrado de lo que permite 5G, lo cual es crítico dada la curva de sensorización y automatización en la que nos hallamos inmersos.
¿Y después qué?
Pero esto no queda aquí. La rueda de la tecnología no se detiene a esperar resultados. Tan es así que, el IEEE, ya ha empezado a investigar sobre la siguiente generación, 7G. Se espera que en 2024 se publiquen las especificaciones asociadas a dicha nueva generación de tecnología móvil.
La IEE ya ha empezado a investigar sobre la 7G
Una vez más, el patrón se repite. La innovación tecnológica no para, no se estabiliza, sino todo lo contrario. Se está acelerando. Las olas se solapan, las tecnologías tienen cada vez un ciclo de vida más corto, pero la curva exponencial no solo se mantiene, sino que se pronuncia cada vez más.