Específicamente, podríamos decir que los números 90x fueron creados para ofrecer servicios de tarificación especial, aquellos en los que se reparte el coste de la llamada entre el que la origina y el que la recibe permitiendo, además, que éste último reciba un ingreso adicional.
Estos números presentan una serie de características distintivas respecto al servicio telefónico básico, que los convierten en especialmente atractivos para empresas y organizaciones de cara a abrir nuevos cauces de comunicación con clientes o usuarios. Así, los números “inteligentes” permiten:
– Tarificación flexible.
– Enrutamiento de las llamadas a números geográficos en función de determinadas circunstancias (festividades locales, horario, idioma, etc).
– Amplitud de servicios.
– Esquema de tarifas distinto al de los números geográficos.
– Aproximación local (permiten personalizar el servicio dependiendo de la ubicación del llamante).
– Dimensionamiento flexible del servicio.
La larga lista de facilidades que presentan este tipo de números de teléfono y sus consiguientes servicios potenciales ha llevado poco a poco a que el mercado de los 90x adquiera un mayor peso dentro del negocio de los operadores de TIs.
Desde la CMT, se apunta esta realidad al señalarse que “parece existir un gran potencial de crecimiento para este tipo de servicios en España”.
Los datos no hacen sino corroborar también esta tendencia. Recordemos que a finales de 2001, la CMT cifraba en 2.651 millones de minutos los generados en nuestro país por llamadas a números de inteligencia de Red, de los cuales el 56 por ciento correspondía al mercado empresarial y el 43,7 por ciento, a los usuarios residenciales. Traducidas estas cifras a términos económicos, la Comisión establece que durante dicho año los ingresos totales obtenidos por el tráfico de Red Inteligente alcanzaron los 398,8 millones de euros, con un incremento del 7,86 por ciento respecto al año 2000. Estas cifras además únicamente contemplan las llamadas a números de Red Inteligente realizadas desde un teléfono fijo. Si a este volumen, sumásemos las llamadas realizadas desde un teléfono móvil a números inteligentes, veríamos como el volumen de este mercado es potencialmente superior. Como muestra, desde COLT Telecom, un simple dato que ejemplifica claramente el importante trasvase de la telefonía fija a la telefonía móvil que se está produciendo en el mercado de los servicios avanzados de voz: el 30 por ciento de las llamadas que COLT recibió durante 2002 a su Red Inteligente, provenía de un teléfono móvil.
Y tal vez el dato más significativo: la facturación media por minuto que, al finalizar el año, se había incrementado en el caso de las llamadas a números de inteligencia de Red en un 108,3 por ciento. Esta cifra resulta especialmente clarificadora ya que demuestra cómo el usuario está dispuesto a pagar cada vez más por obtener un servicio de valor añadido asociado a la voz tradicional.
El mercado de la voz, lo que tradicionalmente se ha entendido como telefonía, ha alcanzado la madurez en nuestro país. Los crecimientos que experimenta en cuanto a tráfico son cada año menores, han descendido considerablemente sus precios, se reducen los márgenes que alcanza el operador y cada día surgen nuevos competidores, una complicada situación que obliga a buscar una fórmula que permita a las compañías diferenciarse del resto sin caer en la simple guerra de precios y su consiguiente degradación del servicio.
Y es que desde que en 1846 Graham Bell revolucionase el panorama de las comunicaciones mundial con el teléfono, han llovido demasiados años, más que múltiples tecnologías y no menos nuevos usos y exigencias por parte del usuario.
El usuario ya no sólo pide poder contar con una línea telefónica y un servicio permanente sino que busca tarifas competitivas, una atención de calidad y unos valores adicionales que conviertan a la telefonía en una potente herramienta de comunicación.
Ante esta situación, las operadoras y compañías del mercado de las Telecomunicaciones saben que no pueden hacer oídos sordos a esta demanda y que la innovación es la única fórmula que les permitirá pasar página de forma airosa.
Como fruto de esta necesidad de llenar el mercado de la voz de nuevos valores y servicios, surgía la llamada Red Inteligente, una plataforma de comunicaciones basada en la interconexión de nodos donde residen aplicaciones informáticas, centrales de conmutación y sistemas de bases de datos en tiempo real, enlazados mediante avanzados sistemas de señalización.
Tal entramado tecnológico, que sigue teniendo como base el servicio telefonía vocal, permite entre otras funciones la realización de consultas en tiempo real a bases de datos para prestar servicios avanzados que requieren un procesamiento previo antes de encaminar la llamada a su destino final.
Pero éstas no son más que algunas de las múltiples facilidades que hoy en día “enriquecen” a la voz gracias a la Inteligencia de Red.
Encaminar una llamada según su lugar de origen, la hora del día, el idioma del interlocutor, el motivo de su llamada o la oficina más cercana a su domicilio son aplicaciones que ya están en el mercado y que hoy en día constituyen una de las principales fuentes de ingresos de las compañías de Telecomunicaciones. Pero además, y quizá como factor determinante del éxito que estamos viviendo, se han convertido en auténticas herramientas para las empresas que les permiten atender mejor a sus clientes, crear novedosos servicios hasta ahora impensables y como consecuencia de ello, generar nuevos e importantes ingresos. En definitiva, la Red Inteligente ha abierto nuevos caminos a las empresas para diversificarse e incrementar su negocio.
Hablar de Red Inteligente en nuestro país es hablar sobre todo de números 90x, debido al rango de numeración en que se asignan (aunque en la actualidad ya se han comenzado a asignar también números del tipo 80x). Concedidos por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), este tipo de números son utilizados habitualmente para la prestación de servicios de atención al cliente por parte de empresas, así como, en general a la prestación de servicios de información y entretenimiento de todo tipo.
Si las previsiones sobre el mercado de los números 90x son de los más optimistas, no sucede menos con otras de las aplicaciones y servicios surgidas de la mano de la Red Inteligente.
Es el caso de los portales de voz, la unión entre telefonía y contenidos online. Creados para obtener información de Internet sin necesidad de un PC, únicamente utilizando nuestro teléfono móvil, los portales de voz son una de las más sorprendentes aplicaciones de valor añadido que el campo de la voz ha dado en los últimos años.
Ligada sin duda a este fenómeno, no podemos dejar de nombrar la tecnología IVR o Interactive Voice Response, un sistema de reconocimiento de voz en el que el usuario puede interactuar por teléfono con una “operadora virtual” que reconocerá a través de sus palabras el motivo de su llamada o petición y automáticamente, procederá a dirigirle al departamento correspondiente o a ofrecerle la información solicitada.
Reconocimiento del habla natural, portales de voz, enrutamiento inteligente de llamadas, números 90x. Todo esto ya es posible y con un único objetivo: enriquecer los servicios de voz. Dotar a la voz de valores añadidos que generen nuevas oportunidades de negocio para las compañías y la conviertan en un bien más que preciado por el usuario.
