Aunque las empresas son conscientes de la necesidad de disponer de un plan de contingencia, pocas son las que diseñan uno, dado que suelen relegar la política de disaster recovery a un segundo plano. Sin embargo, el día a día demuestra la necesidad de tener un proyecto de recuperación ante desastres, ejemplos como el incendio en el edificio Windsor o las Torres Gemelas, son una buena prueba de ello.
El último acontecimiento que ha puesto a prueba los planes de contingencia de las empresas ha sido el atentado del pasado 24 de septiembre en Ávila que afectó al grupo empresarial Matchmind, especializado en consultoría de gestión y tecnología de la información. Desde el Grupo, su presidente, José Luis Galí, señala que se posibilitó y garantizó “la continuidad de la actividad de la Factoría de Software y el servicio de Ingeniería Informática a todos los clientes en un plazo de 24 horas”, gracias a la puesta en marcha del plan de contingencia diseñado por la empresa.
Dicho plan contaba con copias de seguridad duplicadas en Madrid, Barcelona y Ávila, además de especiales condiciones de seguridad de las cámaras donde residían los servidores y comunicaciones.
Por otra parte, ya se ha procedido a la reubicación física de los puestos de trabajo y se ha habilitado un nuevo centro instalado temporalmente.