El proyecto TI más ambicioso de Telefónica, el Alcalá Data Center, ha culminado su primera fase de construcción recientemente. El pasado 30 a abril, César Alierta, presidente de Telefónica, inauguraba oficialmente el centro de datos acompañado por Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, Víctor Calvo Sotelo, secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, y Javier Bello, alcalde de Alcalá de Henares.
Desgranamos aquí, paso a paso, los principales hitos de la creación de este CPD, que cuando esté totalmente finalizado será el más grande de nuestro país, y lo hacemos de la mano de PQC, empresa que ha estado presente durante todo el proceso de edificación y que describe la evolución del nacimiento del data center desde la visión de un consultor tecnológico.
La génesis data de 2009
Todo comenzó bien avanzado el año 2009 con la idea de cubrir una potencial necesidad de la compañía: la construcción de un nuevo CPD que representase para Telefónica una vanguardia tanto interna como externa.
La primera acción fue la de seleccionar un consultor externo para las primeras etapas, entendiendo como tales la definición del modelo de data center y de los requerimientos técnicos asociados. Fue entonces cuando PQC fue contratada para este cometido, elección basada, además de en la propuesta económica concreta para este trabajo, en una confianza fruto de trabajos anteriores de naturaleza similar y en la completa independencia de otros intereses (velados o no) dentro del mismo proyecto.
Cabe destacar, en este periodo que duró hasta final de año, la redacción de una RFP clara, abierta y detallada donde, además de definir los detalles técnicos necesarios para el modelo físico del nuevo centro de datos (5 fases de ejecución a desarrollar en el Parque Tecnológico Tecnoalcalá, con un total de 23 salas de algo menos de 700 metros cuadrados completamente independientes entre sí), se solicitaba un novedoso modelo de contrato en el que se incorporaban, desde el principio, las tareas de mantenimiento y operación a un plazo mínimo de 15 años, una especie de todo riesgo aplicado al CPD. Asimismo, se establecían por contrato los niveles límite de PUE a cumplir para cada uno de los estados de carga de las salas, siendo el nivel de referencia 1,4 a máxima carga. Para final de año, y tras analizar en profundidad los aspectos técnicos de cada una de las ofertas que se presentaron, PQC realizó su valoración técnica, poniendo estos datos a disposición de Telefónica, quien nombró dos finalistas entre quienes decidir la adjudicación definitiva.
Sin embargo, y con motivo de la constante evolución de las tecnologías hacia entornos de una mayor densidad de potencia, y con el objeto de cubrir unas necesidades futuras más acordes con los requerimientos de la tecnología cloud, Telefónica decidió incorporar unas mayores exigencias en cuanto a la potencia instalada (posibilidad de que cada sala pudiese alcanzar una potencia por encima de los 7 kW/m2), para lo cual fue necesaria la redacción de una nueva, y última, RFP. PQC fue contratada de nuevo para este cometido que, de forma paralela a la valoración de la compañía sobre el conjunto de la inversión, ocupó en sus distintas fases, el año 2010.
UTE encabezada por Ferrovial
Para comienzos de 2011 ya se había elegido al adjudicatario de la obra, una UTE encabezada por Ferrovial, firmándose el contrato para la construcción de la primera fase (7 módulos de CPD más el edificio de oficinas y otros auxiliares) a finales de julio. La potencia inicial a disponer por sala se encontraba en el nivel básico, es decir 1,75 kW/m2, pero todo debería estar dispuesto para duplicar, triplicar o cuadruplicar ese nivel sin necesidad de alterar para nada el normal funcionamiento de los equipos TI.
Sin embargo, y a pesar de comenzar las actividades de construcción en la fecha indicada, ya desde unos meses antes Telefónica dio continuidad a la función del consultor técnico, mediante la contratación como tal de PQC para toda la fase de diseño, construcción y puesta en marcha del CPD. En esta ocasión, y en forma de UTE con Gerens Hill, a quien se encargó la PMO, PQC tuvo como misiones más representativas la de revisión del proyecto de detalle según éste se iba desarrollando, incluyendo verificaciones CFD sobre las soluciones de clima, con el objetivo claro de consecución de la certificación Tier IV en diseño, otorgada en febrero de 2012, y la de resolución de cuantas dudas técnicas pudiesen surgir a lo largo del proceso de construcción.
Otra tarea, paralela al proyecto en cuestión, pero desarrollada de forma independiente, fue el soporte técnico para el proyecto de acometida eléctrica, una parte importantísima del mismo, tanto más en la medida que se vaya programando la construcción de las sucesivas fases, hasta completar las 23 salas.
El proyecto, en su primera fase consta de 7 módulos de 682 metros cuadrados (6 equipados), con una superficie total construida de 22.814 metros cuadrados, y una potencia instalada en cada sala de 1200 kW, configurando una disposición en modularidad abierta donde las principales soluciones técnicas adoptadas son las siguientes:
– Independencia completa de cada sala con respecto a las demás
– Redundancia distribuida como criterio general de diseño. Ramas A y B
– Doble línea de suministro de compañía
– SAIs estáticos de doble conversión
– Grupos electrógenos dimensionados para modo COP
– Free-cooling directo, muy apropiado para el clima de Madrid, con utilización en sala de aire exterior y etapa adiabática, y donde se prevé una utilización de este sistema de ahorro en más de un 90% de las horas del año para nivel básico de potencia
– Sistema de respaldo mediante refrigeración por agua.
– Depósitos de inercia y demás requisitos para clima continuo
– Altura de suelo técnico 1,2 metros. Cableado por falso suelo
– Protección contra incendios con utilización de Novec, agua nebulizada y espumógeno de baja presión según el tipo de recinto a proteger
– Control de accesos con incorporación de soluciones que representan el estado del arte en esta disciplina
La disposición física de los espacios se ha resuelto mediante la creación de un espacio central en el que se alojan las salas técnicas y la creación de sendos edificios auxiliares donde van alojados los componentes principales de infraestructura, en uno de ellos los correspondientes a rama A y en el otro los de la B.
Independientemente del nivel de precisión del proyecto de detalle, en una obra de estas características, teniendo en cuenta sobre todo su nivel de criticidad, siempre aparecen ciertas dudas y necesidades de interpretación que deben ser resueltas sobre la marcha. De la correcta elección sobre las opciones existentes depende en gran medida el éxito final y en el caso que nos ocupa, PQC ha tenido la oportunidad de colaborar estrechamente en esta fase para la definición de los últimos detalles de diseño.
Cumplimiento de plazos escrupuloso
El plazo previsto inicialmente para la ejecución de la obra ponía como horizonte el mes de noviembre de 2012. Pues bien comenzando con los primeros movimientos de tierra en septiembre de 2011, el plazo previsto en una obra de esta envergadura, finalmente ha sido cumplido a rajatabla. Una parte de culpa en este acierto ha sido la perfecta coordinación, bien alimentada por la propia Telefónica, entre las distintas partes, siendo muy estrecha y fructífera la colaboración con los responsables directos de la construcción, que han desarrollado un trabajo excelente.
La puesta en marcha comenzó en el mes de agosto de 2012 con la incorporación progresiva de los distintos equipos en los diferentes módulos y sus pruebas funcionales, y culminó en el mes de noviembre con la realización de los ensayos de integración, donde se sometió a la instalación a todas las posibles combinaciones de sucesos y ensayos de estrés, de forma que se pudiese comprobar la verdadera respuesta de una topología electromecánica tolerante a fallos, como la diseñada en este caso para un escalón Tier IV que fue certificado en ejecución (Facility) por el Uptime Institute de forma casi inmediata (el sello está fechado en diciembre 2012). La instalación de Telefónica, a día de hoy, es la número 8 del mundo certificada en el máximo escalón. A partir de la incorporación de los equipos TI, y sin detrimento de la importancia que han tenido los trabajos anteriores, comienza una de los periodos de mayor impacto en el devenir del CPD. El de operación y mantenimiento.
Dentro del acuerdo establecido en su momento con Telefónica, y como fase final del contrato suscrito entonces, PQC tiene encomendada una labor de supervisión encaminada a conseguir los más altos niveles de resiliencia y, por ende, de sostenibilidad operativa para el conjunto de la instalación. Para ello, pondrá toda su experiencia al servicio de los responsables de operación y mantenimiento para, entre otras cosas, evitar que se cumpla la estadística que imputa más del 70% de las caídas de un CPD a errores humanos, muchos de ellos posibilitados por la propia organización. En el caso de PQC, la inversión ha sido muy importante, los actores en el proceso han ejercido su función de forma ejemplar y el proyecto del CPD en su conjunto ha resultado un éxito rotundo. Ahora comienza el auténtico funcionamiento “24 Forever”.