La ralentización que afectaba al mercado de las Tecnologías de la Información durante los últimos meses también se ha visto influida, por los trágicos acontecimientos sucedidos en Nueva York el pasado 11 de septiembre, cuando uno de los pilares de la economía, la política y las finanzas de Estados Unidos fue víctima de dos atentados terroristas.
Desde ese momento, Wall Street no ha dejado de tambalearse para caer arrastrando tras de sí a los mercados bursátiles de casi todo el mundo y, por supuesto, a los europeos y los japoneses. En nuestro país, los inversores han alcanzado pérdidas de hasta 47.750 millones de euros (más de 7,9 billones de pesetas), con unas acciones que cotizan a precios similares a los de noviembre de 1997.
Las pérdidas que sufren los mercados más importantes del mundo son todavía mucho más espectaculares como es el caso de Nueva York, Tokio, Londres y Francfort, donde la cifra asciende a los 2,48 billones de euros (413 billones de pesetas), cantidad equivalente al producto interior bruto español multiplicado por cuatro.
Mientras tanto, Europa ha comenzado a revisar sus expectativas de crecimiento, y así quedó reflejado en la reunión de ministros de Economía y Finanzas del pasado 21 de septiembre en Bélgica, en la que se cifró por debajo del 2 por ciento la previsión de crecimiento para este año, teniendo en cuenta que durante el 2000 se alcanzó un 3,4 por ciento.
Por el contrario, los inversores de Telefónica y Telefónica Móviles se han mantenido a flote en una isla que les ha proporcionado incluso beneficios, ya que desde el pasado 11 de septiembre han experimentado una ligera subida.
Siguiendo en esta tónica, y tras las dos semanas de penumbra para los mercados bursátiles, el lunes 24 de septiembre iniciaron la semana con una ligera tendencia al alza, lo que supuso que el Ibex 35 cerrara con una subida del 5,96 por ciento, de manera similar al resto de los mercados europeos, tratándose del mayor incremento experimentado en un solo día desde enero de 1999. Esta recuperación del mercado ha coincidido con las recomendaciones de los gurús que animaban a los inversores a sobreponderar los valores de los mercados y en particular de las compañías de telecomunicaciones, las cuales sufrieron una bajada más fuerte antes de la crisis.
Este periodo de crisis mundial no ha tardado en reflejarse en los presupuestos de plantilla de las empresas afectadas, que ya en los ocho meses anteriores había supuesto sólo en Estados Unidos el anuncio de despido de un millón de trabajadores.
Todo esto no ha dejado fuera a Japón donde sus principales compañías tecnológicas han anunciado que durante los próximos ocho meses se prescindirá de 89.000 empleados.
En Europa, y también dentro del sector de las Tecnologías de la Información, la ola de despidos afectará en los próximos seis meses a otros 90.000 trabajadores pertenecientes a entidades como Alcatel, Ericsson, Philips o Marconi.
A su vez, y en lo que a España se refiere, el fabricante de equipos de conectividad, Lucent Technologies ha afirmado que está estudiando la posibilidad de reducir su plantilla de 1.200 empleados entre un 30 por ciento y un 40 por ciento, es decir, la supresión de unos 500 o 600 puestos de trabajo.
