La conectividad está en plena transformación. Un informe reciente de Cambium Networks señala que el futuro de las redes pasará por modelos híbridos, el uso de la banda de 6 GHz, la automatización con inteligencia artificial y un mayor enfoque en ciberseguridad. Estas innovaciones no sólo impactarán a empresas del sector, sino también a usuarios y negocios que dependen de una conexión estable y segura.
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Redes híbridas y conectividad
El acceso a internet sigue estando dominado por la fibra óptica, pero su despliegue es costoso y, en muchas zonas, inviable. Las redes híbridas, que combinan fibra, acceso celular y conexiones inalámbricas fijas, están ganando protagonismo como una solución para extender la conectividad sin los altos costos de infraestructura.
Según datos recientes, en 2024 el 88,8 % de las conexiones de banda ancha en España fueron por fibra óptica. Sin embargo, depender únicamente de esta tecnología puede limitar el acceso a áreas menos rentables para los operadores. La gestión de redes está migrando hacia plataformas en la nube, dejando atrás los sistemas tradicionales.
Por otro lado, la inteligencia artificial está revolucionando el sector al automatizar tareas clave, como la detección de fallos y el análisis de tráfico. Esto permite redes más eficientes y seguras, con menos interrupciones. Además, facilita la labor de los equipos de TI, que pueden enfocarse en decisiones estratégicas en lugar de resolver problemas manualmente.
Más exigencia en ciberseguridad con la directiva NIS2
Las amenazas digitales van en aumento y las regulaciones están endureciendo las medidas de seguridad. La directiva NIS2 exigirá a los operadores reforzar sus infraestructuras para proteger las redes contra ciberataques. Este cambio afectará a todos los niveles, desde grandes empresas hasta pequeños proveedores. Las inversiones en seguridad digital serán obligatorias para garantizar la estabilidad de los servicios.
Wi-Fi 7: un cambio progresivo
Aunque Wi-Fi 6 y 6E seguirán siendo el estándar en 2025, el sector ya mira hacia la llegada de Wi-Fi 7. La transición será progresiva y se espera que a partir de 2026 los dispositivos compatibles comiencen a popularizarse. Esta nueva tecnología permitirá mayor velocidad y mejor rendimiento en entornos con alta demanda de conexión, como oficinas y hogares con múltiples dispositivos.
Las telecomunicaciones avanzan hacia un modelo más flexible, automatizado y seguro. La conectividad del futuro dependerá de cómo evolucionen estas tendencias, que marcarán la forma en que empresas y usuarios accederán y gestionarán internet en los próximos años.
