En el mundo globalizado e interconectado en el que vivimos, la conectividad es un pilar fundamental para el desarrollo económico, social y tecnológico. Según los datos de la última encuesta anual sobre equipamiento y uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en los hogares del Instituto Nacional de Estadística, el 95,4% de la población española entre 16 y 74 años usó Internet en los últimos tres meses. Asimismo, la penetración de Internet en Canarias se acerca al 97%, según datos de la misma encuesta.
Estos resultados demuestran la necesidad de contar con una buena conexión en todas las regiones y, para que esta conexión sea segura y resiliente, debe fortalecerse el mallado entre infraestructuras de todos los vectores de comunicación. Por ello, hace tan solo unos meses, el Cabildo de Tenerife y Arquimea llegaron a un acuerdo para la creación del primer centro de control de satélites destinados a telecomunicación en el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) acompañado de un telepuerto que lo conectará con las instalaciones de CanaLink. Así, mediante este despliegue, que forma parte del proyecto CanarySat, iniciativa que pretende gestionar y operar una flota de 66 satélites de telecomunicaciones desde Tenerife, quedarán integradas la comunicación vía satélite con la red de cables submarinos.
El proyecto CanarySat representa un importante avance para poder brindar conectividad de última generación a las partes más inaccesibles de las islas y su zona de cobertura, democratizando así el acceso a Internet. Pero para poder impulsar los satélites de telecomunicaciones en Canarias, es imprescindible contar con una infraestructura de cables submarinos de vanguardia ya que estas infraestructuras son la columna vertebral de la conectividad en regiones ultraperiféricas como Canarias, proporcionando la estabilidad y capacidad necesarias para el desarrollo.
Para poder impulsar los satélites de telecomunicaciones en Canarias, es imprescindible contar con una infraestructura de cables submarinos de vanguardia pues son la columna vertebral de la conectividad en regiones ultraperiféricas
Por ello, el Proyecto Ring, que busca la modernización y fiabilidad de la infraestructura de cables submarinos entre Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, resulta tan importante para el futuro de la conectividad en Canarias. La reducida latencia, la elevada eficiencia y la capacidad de transporte de un mayor volumen de datos a gran velocidad respecto a la comunicación por satélite son las principales ventajas de los cables submarinos.
En el caso del Proyecto Ring, se estima que el ancho de banda disponible en cada fibra permitirá alcanzar una capacidad total máxima del sistema de entre 320 y 400 terabits por segundo, pudiendo dar respuesta al crecimiento sostenido de la demanda de conectividad previsto para los próximos 25 años. Este potencial de capacidad es vital no solo para mantener la eficiencia en el tráfico de datos, sino también para preparar a Canarias para futuros desarrollos tecnológicos, como 5G, la Inteligencia Artificial o la Internet de las Cosas (IoT), que requerirán redes cada vez más rápidas y fiables.
La creciente importancia de la conectividad se refleja en proyectos innovadores como CanarySat y el Proyecto Ring en Canarias. Estos esfuerzos no solo facilitarán el acceso a Internet en las zonas más remotas, sino que también proporcionarán una infraestructura moderna y eficiente, crucial para el desarrollo tecnológico y económico de la región. Así, la inversión en tecnología de vanguardia y en la modernización de la infraestructura de cables submarinos es esencial para asegurar un futuro con conectividad de última generación, capaz de satisfacer la creciente demanda y promover la innovación en Canarias.