El mundo del fútbol está estos días inmerso en la competición más importante a nivel global. Aficionados de todo el mundo siguen a sus Selecciones, ya sea en directo desde los estadios o a través de las retransmisiones audiovisuales realizadas desde las diferentes sedes.
Furukawa, que fue el responsable de suministrar la infraestructura de red a los estadios en los que se celebró la Copa América 2019, entre otras instalaciones, cuenta con soluciones para dar apoyo a este tipo de encuentros, que suponen un reto tecnológico. De hecho, la compañía fue la encargada de suministrar la infraestructura de red a los estadios, tanto en soluciones de cobre como ópticas, para el mundial de 2014, que 5 años después, podían garantizar que las imágenes e información de los nuevos partidos llegaran a millones de personas en todo el mundo durante este evento.
Cumplir con las expectativas de los asistentes en directo a los partidos de relevancia es un reto añadido a las retransmisiones televisivas. Por ejemplo, en el Mundial de 2018, más del 50% de las personas se conectaron a través de dispositivos móviles, lo que provocó una demanda de datos mucho más grande de lo normal, debido a la tendencia de registrar su experiencia utilizando sus dispositivos móviles, algo que se puede esperar que se repita en esta ocasión.
Además, las necesidades IT que requiere la transmisión en vivo por TV, sea HD, FHD, 4k o 8k, y los servicios ofrecidos por instaladores locales, que cuentan con infraestructuras provisionales implantadas exclusivamente para los eventos, hacen que cada uno de los partidos (o competiciones como los Juegos Olímpicos) supongan un desafío no solo deportivo sino tecnológico. En estas ocasiones, una adecuada inversión en infraestructura de red es fundamental para que millones de personas en todo el mundo puedan disfrutar de acontecimientos de relevancia mundial al mismo tiempo que los que pueden estar presentes.
Diferencias en las necesidades de ancho de banda
La primera necesidad de contar con un ancho de banda adecuado surge por parte de los responsables de las retransmisiones. Para evitar problemas es importante analizar continuamente la capacidad de la infraestructura IT que deberá soportar la actualización tecnológica. Un dato relevante es conocer el ancho de banda promedio que requieren las transmisiones. Se hace referencia a promedio, pues el volumen da datos transmitidos depende de una serie factores que contribuyen a la tasa de transmisión de los vídeos, las cuales varían ampliamente en base al codec utilizado, en la complejidad de la imagen como la fluidez del vídeo determinada por la cantidad de frames por segundo y el uso del Alto Rango Dinámico (HDR), entre otros. Así, es importante tener en cuenta algunos datos sobre las tecnologías utilizadas:
- Una transmisión en HD (High Definition) con resolución de 720p posee una tasa de transmisión que, en general, puede variar de 3 Mb/s (tres megabits por segundo) hasta 5 Mb/s. En ese caso, en una conexión de 1 hora se transmite aproximadamente 1,8 GB en volumen de datos utilizando 60FPS.
- Una transmisión Full HD con resolución de hasta 1080p posee una tasa de transmisión que, en general, puede variar de 4,5 Mb/s hasta 6Mb/s. Es decir, en una conexión de 1 hora se consume aproximadamente 3 GB en volumen de datos.
- Una transmisión 4K o 2160p, posee una tasa de transmisión que, en general, puede variar de 10 Mb/s hasta superior a los 30 Mb/s. Esto puede llegar hasta 6 veces o más que Full HD. Por tanto, en una conexión de 1 hora se puede consumir un promedio de aproximadamente 12GB en volumen de datos.
- Por fin, una transmisión en 8K con resolución de 7680p posee una tasa de transmisión que puede variar de 60 Mb/s hasta 80 Mb/s, es decir, por lo menos se exige una conexión que soporte 60 megabits por segundo dedicados a televisión, lo que representa en 1 hora un consumo promedio de aproximadamente 27 GB en volumen de datos.
Transmisión en 8K
Desde el lanzamiento de 8K, hemos visto iniciativas de transmisión como la realizada para la nube, por primera vez, con 60 FPS e imagen HDR en los Jugos Olímpicos de Tokio. Aunque sea visto como una evolución natural del 4K, el del 8K aún es un mercado tímido, pues aún hay pocas transmisiones y el volumen de ventas de aparatos es más bajo de lo que se esperaba. A pesar de eso, es importante desde el punto de vista del espectador, estar al tanto sobre la evolución de las tecnologías de transmisión para poder anticipar la adquisición de planes de Internet, con velocidades más grandes, teniendo cuidado con posibles interrupciones futuras en esa transmisión. Para ello el usuario tendrá que fijarse en lo siguiente:
- ¿Cuál es la calidad que requiere la transmisión? ¿FHD, 4K o 8K? El espectador tendrá que decidir cómo lo verá y revisar si cuenta con un dispositivo apto para recibir la transmisión deseada.
- Averiguar si su prestador es capaz o puede proveerle de un servicio que atienda a su demanda.
- Comprobar si el aparato es apto para reproducir la transmisión deseada, ya que es necesario un módem capaz de trabajar con velocidades mayores; además, cuántos dispositivos están conectados a ese mismo equipo.
“Las transmisiones en vivo de alta definición, controles de seguridad, cámaras de vigilancia, servicios adicionales a los partidos y todo tipo de transmisión de información realizada por los presentes, prueban en acontecimientos deportivos masivos la necesidad de una correcta inversión en infraestructura de red”, asegura Diego Martin, gerente para EMEA de Furukawa Electric Group.