El Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT) ha presentado sus alegaciones a la consulta pública promovida por la Comisión Europea sobre el futuro del sector de las comunicaciones electrónicas y su infraestructura y la búsqueda de mecanismos de contribución a las mismas. En las contribuciones realizadas, el COIT ha remarcado que se tienen que considerar como objetivos básicos asegurar la inversión en infraestructuras de telecomunicaciones presentes y futuras y la protección a los usuarios, con especial atención a los que por sus características (p.ej. geográficas) puedan considerarse como más vulnerables.
45 millones de personas de la UE se podrían quedar sin banda ancha en 2030 si no se invierte en mejorar las redes
Tal y como indican desde el Colegio, actualmente, para que los ciudadanos, las empresas y la sociedad en general dispongan de internet de alta velocidad se requieren redes de alta capacidad que precisan grandes inversiones. Según la Asociación Europea de Operadores de Redes de Telecomunicaciones (ETNO) se ha identificado un déficit de financiación de 174.000 millones de euros para 2030, que podría provocar que aproximadamente 45 millones de personas en la UE se queden sin banda ancha para ese momento. Es necesario, por tanto, tomar medidas para reforzar la posición de las empresas de telecomunicaciones de la UE si se quieren alcanzar los objetivos de la Década Digital.
Equilibrio entre industria de telecomunicaciones y plataformas digitales
En este contexto, el COIT reconoce la importancia de encontrar un equilibrio entre la industria de las telecomunicaciones y las grandes plataformas digitales. Sin embargo, el modelo regulatorio actual no proporciona el respaldo necesario para llevar a cabo las inversiones requeridas y garantizar un entorno digital sólido e innovador en la UE.
La cuestión principal radica en habilitar un mecanismo y un sistema de supervisión adecuados que produzca que todos los actores del mercado hagan una contribución justa y proporcionada. Es en este sentido en el que sería relevante contar con entidades neutrales con un conocimiento profundo del mercado de las telecomunicaciones que puedan asesorar a las autoridades nacionales en la consecución de los objetivos técnicos y sociales de la contribución justa.
Desde el COIT se apoya que se realice con el objetivo claro de impactar en la sociedad, impulsando el despliegue del 5G y de las redes de fibra óptica y aumentando la cobertura, el servicio y la calidad de las infraestructuras, así como promoviendo la innovación para el desarrollo de nuevas redes y servicios. Siempre teniendo en cuenta que nos encontramos ante un sector estratégico muy competitivo, al que se debe garantizar su viabilidad.
Este asunto será uno de los temas clave durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del año. El COIT espera que se aborde con las garantías necesarias para garantizar la sostenibilidad de las redes europeas y fomentar el desarrollo de un entorno digital competitivo y accesible, concluyen.
