España está muy atrasada en el desarrollo de las nuevas tecnologías?
Efectivamente, así es. Todos los años AETIC, en colaboración DMR Consulting, elabora un estudio en el que se mide el grado de implantación de las Tecnologías de la Información (TI) en la empresa española y los resultados no son muy optimistas. Prácticamente podemos hablar de un estancamiento en el grado de implantación. Si medimos dicho grado en las TI como la combinación de uso de TI, Internet y comercio electrónico podríamos decir que España todavía suspende en tecnología. Hay un indicador en dicho informe que mide esta variable conjunta y que se encuentra en un valor de 4,97 sobre 10, solamente ha avanzado un 0,19 con respecto al año anterior.
</strong>Existen múltiples estudios que correlacionan el uso de las TIC con el aumento de la productividad de la empresa. Esto resulta más obvio cuando hablamos de la gran empresa, pero en el caso de pymes es más difícil de demostrar. En cualquier caso, un retraso en la implantación de las TIC puede poner en peligro incluso la competitividad de la empresa española.
Los beneficios de las TIC no se circunscriben sólo al ahorro de costes o a la automatización de procesos sino que también provocan una mejora en la oferta de los servicios y productos dados al cliente.
<strong>¿Hasta qué punto es insuficiente la inversión realizada por las pymes en I+D?</strong>
A nuestro modo de ver las inversiones actuales son insuficientes. El I+D, por definición, únicamente proporciona retornos en el medio y largo plazo y esto supone un problema para la inversión en la pyme. Hay que buscar fórmulas imaginativas que permitan a la pyme participar en iniciativas de I+D que, a lo mejor, la empresa individualmente no puede asumir.
<strong>¿Se necesitaría más apoyo desde las diferentes Administraciones y desde la UE?</strong>
Sin duda, aspectos como la formación y la comunicación entre el colectivo de las pymes son iniciativas que deben ser fomentadas intensivamente por las Administraciones Públicas.
El papel de catalizador de las Administraciones Públicas es vital para poder dar el salto requerido para recuperar nuestra senda de convergencia con Europa.
<strong>¿Cuáles son los principales obstáculos para la pyme para introducir nuevas tecnologías en su negocio?</strong>
A parte de la falta de información, la empresa pequeña tiene dificultades para dotarse de personal y recursos cualificados que le permitan sacar un provecho adecuado del uso de las TIC internamente. Por ello, tanto la Administración como las empresas proveedoras del sector debemos fomentar fórmulas alternativas que permitan salvar la falta de personal especializado.
<strong>¿Cómo animaría a los empresarios que se muestran reticentes a incorporar las TIC?</strong>
El empresario debe ser consciente de que peligra no únicamente su eficiencia interna sino también su capacidad para competir dependiendo del sector del que hablemos. Por ello, insistimos en la necesidad de campañas de formación e información que adelanten estas decisiones.
<strong>¿Cuál es el nivel de las pymes españolas en la adaptación o integración del negocio electrónico respecto al resto de Europa?</strong>
Como ya comentamos antes es muy bajo. En cuanto a compras por Internet en España nos situamos como el séptimo país de Europa y en el caso de las ventas online nos posiciona por debajo de la media europea a los mismos niveles que países como Grecia o Luxemburgo, con los que, evidentemente no nos deberíamos comparar.
<strong>Las pymes están tomando conciencia de la necesidad de estar bien equipadas con TI. ¿Cómo va a evolucionar la tecnología en la empresa?</strong>
Existen algunas tendencias imparables como la movilidad, la integración de voz y datos, o la integración de la cadena de valor con proveedores, clientes, etc. Aplicaciones como el RFID (Radio Frecuency Identification) o la factura electrónica pueden ser realidades que veremos en todas las empresas a corto o medio plazo.
<strong>¿Qué papel juega AETIC en la penetración de las TIC en el tejido empresarial?</strong>
Creo que el papel de AETIC es múltiple. Por un lado, debe fomentar la demanda, por ejemplo, actuando como un revulsivo social que presione a la Administración para fomentar el uso de las TIC. Y, por otro lado, debe ayudar a las empresas del sector a configurar su oferta de acuerdo a las necesidades que la sociedad le transmita.
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