“Vivimos en un cambio de época, no en una época de cambios”, con estas palabras Eduardo Serra, presidente de DigitalES, ha dado comienzo la primera jornada de la cumbre que la Asociación celebra en Madrid durante las jornadas del 16 y 17 de julio. El directivo ha señalado que España tiene que analizar dónde está y dónde debería estar, porque hemos perdido 150 años (no aprovechamos la Revolución Industrial en su día) y “no podemos perdernos, de ninguna manera, el tren de la revolución digital”. En este proceso todos los sectores se verán afectados y el crecimiento del país va a depender de la tecnología y en este ámbito, según los expertos, “no estamos a la cabeza”. En su discurso, Serra ha mencionado el coche autónomo, la Inteligencia Artificial… como grandes innovaciones que ya están presentes. El presidente ha animado a “agitar la solapa de la sociedad española” para que despierte y se dé cuenta de que “el mundo está corriendo en post de la tecnología y nosotros tenemos que estar ahí también”.
Asimismo, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, ha manifestado que nos tenemos que instalar en el futuro, no en el pasado, y analizar cómo ganamos la cuarta revolución industrial. En este camino, “La Administración Pública tienen que ayudar a la sociedad a ganar ese futuro. Estamos en ese proceso de transformación digital, pero debemos entenderlo también conceptualmente y las administraciones debemos convertirnos en proveedores de servicios de la sociedad; ese es nuestro reto a asumir”.
Activos y retos de España para abordar la digitalización
Tras la intervención de Serra y Martínez-Almeida, la ministra en funciones de Economía y Empresas, Nadia Calviño, ha inaugurado el encuentro observando que hay que tomar conciencia de que la transformación digital es la clave si queremos construir una sociedad mejor para el futuro. “España ha mejorado su posición en Europa, gracias al esfuerzo público y privado, en ese proceso de transformación digital”. Y ha añadido que el desarrollo de la Agenda Digital es transversal, afecta a todos los departamentos, colectivos y tanto al sector público como privado porque es de carácter mundial.
La portavoz de Economía ha querido transmitir un mensaje optimista y positivo, asegurando que España tiene a su favor un conjunto de activos para abordar esa revolución. En primer lugar, ha mencionado la buena conectividad e infraestructura que posee nuestro país, siendo el mayor de la Unión Europea en despliegue de fibra óptica. En este punto, ha aludido asimismo al Plan PEBA, al Plan TDT, la liberación de espectro para 5G, los pilotos que se están llevando a cabo en estas redes móviles o al superordenador Mare Nostrum.
Otros activos son el talento, con un gran volumen de licenciados e investigadores y un vasto ecosistema de startups y de emprendimiento innovador; tecnologías habilitadoras digitales (como el desarrollo de tecnologías de procesamiento de lenguaje natural); el excelente nivel de la e-Administración; la apuesta de empresas y sectores líderes; y “los intangibles” como el tener una posición geográfica privilegiada, la seguridad física y jurídica de nuestro país o la cohesión de nuestra sociedad.
En la otra cara de la moneda figuran cuatro ámbitos, según Nadia Calviño, en los que no estamos avanzando: inversión pública y privada en I+D+i que actualmente supone un 1,4% del PIB, una cifra alejada del 3% que pide Europa. Otros puntos flacos son la digitalización de las pymes, la mejora de las competencias digitalesy la carencia de una reflexión profunda y sosegada de los beneficios que este proceso traerá al ciudadano. Para ello hay que ponerlo en el centro de la revolución, atendiendo sus preocupaciones respecto a la digitalización como la vulnerabilidad de la intimidad, la discriminación por la opinión sesgada de la IA, por ejemplo.
Recordando los puntos buenos de nuestro país (situación económica favorable y saldo exterior positivo), la solución pasa por un debate, un consenso y una proactividad en el que “la colaboración público-privada es fundamental”, ha concluido.
Las cifras de DigitalES
La Asociación DigitalES ha pasado en este año de 14 a 48 miembros, genera más de 250.000 empleos en nuestro país y su actividad supone el 3,3% del PIB, unos 7.500 millones de euros, lo que equivale a la economía de La Rioja.