Es la noticia tecnológica del año. Gracias a los smartphones y las mejoradas redes 5G, ya somos capaces de disfrutar de velocidades de descarga casi inmediatas. Sin la barrera de la ubicación física, estamos creando oportunidades increíbles dentro de la industria del marketing. Con la latencia convertida en un asunto del pasado, los usuarios pronto podremos consumir, interactuar y compartir prácticamente cualquier contenido en tiempo real, sin importar dónde nos encontremos. Incluso en lugares como estadios de fútbol o festivales de música, donde la conectividad es a menudo problemática.
Seguro que no os cuesta recordar la expectación que generó la llegada del 4G y las novedades que trajo consigo. Pero si bien el 4G abrió la puerta a las experiencias de los consumidores conectados y marcó la expansión del vídeo móvil, el 5G tiene el potencial de impulsar el entretenimiento hasta límites que ni sospechamos.
Pensad en un aficionado al deporte en la actualidad, una tarde de domingo cualquiera: ve el partido en televisión y chequea en su tablet las actualizaciones de su equipo al tiempo que sigue los comentarios en redes sociales sobre el juego u otros partidos que se están disputando. Ahora imaginad que esa realidad, la de la multitarea, se convierte en una única experiencia interactiva: mientras ve el partido puede interactuar en tiempo real, hacer zoom, observar el juego desde la perspectiva individual de cada jugador, analizar estadísticas sobre la marcha superponiendo una capa de realidad aumentada, o incluso sentirse un jugador más mediante una experiencia en directo de realidad virtual.
Mejores experiencias publicitarias
El 5G significa velocidades de datos más rápidas; concretamente, 75 veces la velocidad del 4G. El último Informe de Movilidad de Ericsson predice que las principales implementaciones de 5G a nivel mundial se producirán a partir del año 2020, anticipando las más de mil millones de conexiones para la banda ancha móvil que estarán disponibles a finales de 2023.
Para los usuarios, la implantación del 5G significa una mejora radical en su experiencia móvil. Para los anunciantes, la posibilidad de ofrecer contenido de vídeo premium sin preocuparse por el tiempo de carga o la experiencia de visualización. Esto significará también una reducción de los adblockers.
Mucha gente está pensando en el 5G solo en relación a cómo será la velocidad de conexión o de descarga en sus dispositivos móviles. Pero se está prestando poca atención a lo que supone en términos de producción de contenidos: capacidades inimaginables y un crecimiento exponencial en la capacidad de procesar los datos.
En este contexto, el vídeo 4K es solo el punto de partida de lo que vendrá: la posiblidad de crear experiencias reactivas, inmersivas, en vivo, que atrapen la atención del consumidor y la mantengan, que sean capaces de multiplicar el engagement.
Multiplicando el engagement
La Realidad Aumentada (AR) (por ejemplo, con filtros basados en la ubicación para poder utilizar en miles de selfies y vídeos) se ha configurado ya como una herramienta muy interesante para contar historias, así como la Realidad Virtual (VR) y el vídeo 360. Sin embargo, el 5G será el catalizador que impulse su desarrollo a gran escala. El año pasado, el mercado global combinado de AR y VR llegó a los 12.500 millones de euros a nivel mundial, según Statista, y se espera que crezca en un asombroso 1.480% en los próximos cinco años, superando los 185.000 millones de euros en 2022.
Una mayor inmersión significa un mayor engagement. Las experiencias publicitarias desarrolladas hasta la fecha han demostrado cómo la realidad extendida aumenta las conexiones emocionales que motivan a los consumidores a comprar y a ser fieles a una marca.
Se trata de una realidad emocionante donde veremos cómo se convierten en realidad muchas de las predicciones futuristas que ha anticipado la Ciencia Ficción. Sea lo que sea lo que vendrá, y lo que construyamos juntos, está claro que el nuevo camino lo marca el 5G y que se dirige, sin duda, hacia la dirección correcta.
