La nueva Sociedad de la Información marcaba el inicio del 2000 y España tuvo claro desde el principio la necesaria apuesta que había que realizar para no quedarse atrás en la carrera tecnológica que se estaba librando. El gobierno debe trabajar para que nuestro país participe en las mejores condiciones en la nueva Sociedad de la Información. Con este objetivo se materializaba con la creación del ministerio de Ciencia y Tecnología, al frente del cual se situaría Anna Birulés. El recién nacido Ministerio aparecía con una difícil tarea encomendada dirigir el desarrollo de las telecomunicaciones en nuestro país a través de la mejora de los procesos de competencia.
Sin duda alguna, la telefonía móvil, su regulación y la concesión de licencias que permitiesen entrar a más jugadores en el escenario, han sido los principales hitos que han marcado las actuaciones del Ministerio.
Los usuarios de telefonía móvil han superado durante este año a los de telefonía fija, alcanzando la abultada cifra de más de 20 millones de abonados actualmente. Este espectacular desarrollo hace que a la telefonía móvil cada día le salgan nuevos novios que no quieren perderse tan suculento botín.
Así el Gobierno adjudicaba el pasado mes de marzo cuatro licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS). Entre los ganadores, los tres operadores GSM, Telefónica Móviles, Airtel y Amena. Junto a ellos, el recién llegado consorcio Xfera, que se erigía como cuarto operador.
Las nuevas licencias, además de un paso más en el camino hacia la competencia real en el mercado de la telefonía móvil, eran reflejo del espectacular desarrollo que estaba protagonizando este sector de las telecomunicaciones. Y también la clara intención del gobierno español de encabezar la revolución de la telefonía 3G en Europa. Tan sólo Finlandia se adelantó a nuestro país, pionero en la concesión de las licencias. Esta circunstancia hará que España goce de una ventajosa posición cuando comiencen a ofrecerse los servicios UMTS el uno de agosto de 2001.
Junto a la tecnología UMTS, este año fue testigo de una paso más en el camino hacia la liberalización de las telecomunicaciones en España.
El mes de marzo traía además de las licencias UMTS la adjudicación por parte del gobierno de seis nuevas licencias de telefonía local vía radio (LMDS). Los consorcios Broadnet, Sky Point y Banda 26 se hacía con las licencias en la banda de los 26 GHz mientras que FirstMark, Abranet y Aló 2000 se alzaban con las licencias correspondientes a la banda de los 3,5 GHz. Se daba así el primer golpe mortal para acabar con el monopolio que Telefónica mantenía en las llamadas locales desde hacía un siglo.
La definitiva apertura del bucle local deberá esperar a enero del 2001, fecha en la que se ha fijado que se podrán realizar estas llamadas a través de cualquier operador sin necesidad de marcar ningún prefijo.
Esta medida traerá ventajas no sólo para el usuario sino también para las compañías que quieran operar en este mercado y que podrán por fin brindar servicios telefónicos y otros de valor añadido hasta el propio domicilio del abonado.
La última batalla librada en el sector de la telefonía recibe el nombre de portabilidad numérica. Esta medida ha dado un importante empuje al proceso de liberalización de las telecomunicaciones en nuestro país que se verá reforzado en los próximos meses con la concesión de dos nuevas licencias de telefonía GSM y la definitiva apertura del bucle local de abonado.
En líneas generales el sector de las redes y cables ha salido bien parado, aunque se ha centrado sobretodo en realizar inversiones y será a partir de ahora cuando debamos empezar a ver los resultados.
Dentro del campo de las redes, las que han alcanzado renombre como ocupar un capítulo aparte están las VPN. Las redes privadas virtuales han crecido como pocos sectores. Y se han visto potenciadas sobre todo por la convergencia de voz y datos como nuevo mercado y como vía a través de la cual explotar, un poco más la todaelástica Internet.
Se ha producido una migración hacia una red multiservicio partiendo de las infraestructuras existentes de telefonía y datos, el secreto a voces está en el protocolo IP. El año próximo será ciertamente rompedor y veremos como la voz y los datos acaban corriendo parejos por la misma red.
Tanto intercambio de información entre las empresas ha hecho que el mercado de los datos se dispare, esto se traduce en un aumento de oferta de las empresas de este sector; y, paralelamente, ha supuesto la aparición de figuras como los ASPs, el afianzamiento de los ISPs y el despegue definitivo del outsourcing.
Por otra parte, también las operadoras aprovecharon este nuevo mercado para invertir en un aumento del ancho de banda o en lanzar la figura del cibercentro, hosting/housing, centro de alojamiento, etc.
La información se ha convertido en herramienta de negocio, y esto ha sido aprovechado por las compañías de software. Pero donde más hemos notado el movimiento de información ha sido en Internet. Muchas fueron las empresas que se lanzaron a la desenfrenada carrera de huir hacia delante en la pista resbaladiza de la Red. El resultado ha sido miles de empresas puntocom, algunas de las cuales ya han fracasado y otras que lo harán en breve.
