Ocho de cada 10 residentes en el medio rural consideran que las infraestructuras tecnológicas son “insuficientes” y que los habitantes no tienen las suficientes competencias tecnológicas.
Y, lamentablemente, están en lo cierto. Desplegar la fibra en el extenso y despoblado medio rural de España es más que complicado, requiere de un esfuerzo económico grande, un coste que desincentiva a muchas empresas. ¿Merece la pena llevar la fibra a un pequeño núcleo rural donde apenas viven 10 personas? La respuesta es no, no merece la pena en términos económicos, pero todos, sociedad, empresas y administraciones, tenemos el deber de no abandonar el campo.
“Tenemos el deber de llevar las tecnologías al campo por muchas razones”
Tenemos el deber de llevar las tecnologías al campo por muchas razones. En primer lugar, por razones egoístas: no olvidemos que las grandes ciudades comen de lo que produce el campo, y que la aportación al PIB del sector agroalimentario es más que fundamental (100.000 millones de euros en 2021).
Tenemos la obligación de fijar población en lo que ya denominamos la España vaciada, esas grandes extensiones de terreno del centro de la península repartidas principalmente entre Castilla y León, Castilla La Mancha y Extremadura. No podemos permitirnos que los pueblos sigan vaciándose y las empresas cerrando porque no tienen opciones de llevar una gestión del siglo XXI.
La fibra óptica es fundamental para todo ahora mismo: para realizar una gestión cuando no tienes una oficina de banco o una delegación de la administración; para contar con una videoconsulta médica si es necesario; para llevar un negocio, una explotación agroganadera, una casa rural, una bodega…; para teletrabajar en cualquier empresa del mundo pero desde donde tú quieras vivir; para formarte online desde cualquier universidad o academia; o para tener ocio porque, sí, los residentes en el medio rural también tienen derecho a disfrutar de una película o una seria con calidad.
En Fibritel hemos apostado desde el principio por el medio rural, por crecer despacio, sin prisas, con la conciencia de que estamos dejando una huella positiva allá donde vamos. Estamos ya en 1.000 municipios de Castilla y León, Castilla La Mancha y Extremadura, ayudando al ayuntamiento que necesita fibra óptica para sus gestiones o al alcalde que se anima a abrir una sala con ordenadores a disposición del pueblo; a la profesora de Universidad que puede sacar adelante sus clases; a la bodega que puede abrir su tienda online… Nuestro objetivo es y seguirá siendo llegar a donde nadie llega.
Seis de cada 10 residentes en el medio rural coinciden con nosotros en que “la digitalización es una estrategia clave para frenar la despoblación de la España vaciada”. Pero no solo hacen falta infraestructuras y empresas que, como Fibritel, lleven la fibra óptica hasta el hogar. También es fundamental la formación, y ahí es donde las administraciones deben hacer un esfuerzo. De nada sirve llevar la fibra óptica a la puerta de la casa de un vecino que no sabe cómo pedir una cita online.
“De nada sirve llevar la fibra óptica a la puerta de la casa de un vecino que no sabe cómo pedir una cita online”
El Foro de Acción Rural, plataforma de asociaciones que trabaja por el desarrollo rural, ha presentado recientemente 60 propuestas y un decálogo para lograr un modelo de desarrollo y una transición energética y ecológica con perspectiva rural, de cara a las inminentes elecciones.
Una de sus demandas es “garantizar el acceso a Internet y fomentar las nuevas tecnologías y la digitalización en el medio rural, como herramientas imprescindibles para facilitar la formación, el teletrabajo, la comercialización en circuito corto, la teleasistencia, la custodia del patrimonio y del territorio y las empresas locales. Y acompan~arlo de asesoramiento y formacio´n para su buen uso”.
“Sin la tecnología, no podremos devolver al campo español la vida que ha ido perdiendo en los últimos años”
Fibritel es una empresa del medio rural que trabaja por el desarrollo rural. Sin la tecnología, no podremos devolver al campo español la vida que ha ido perdiendo en los últimos años. No será la única solución, pero, por el momento, la digitalización es sin duda la base para conseguirlo.
