Con el tráfico interno de los centros de datos en espera de crecer hasta tres veces durante los próximos cinco años, y la creciente penetración de la Internet de las Cosas (IoT), el ancho de banda del centro de datos corre el riesgo de ser sobrecargado en un futuro cercano. De igual manera, se prevé que para 2020 la presencia de los dispositivos IoT llegue a los 30 billones de dólares, lo que refuerza el hecho de que la tecnología se basa en sí misma, por lo que su crecimiento será casi siempre exponencial, representando mayores retos para los administradores y operadores.
“Hay que decirlo, los administradores de los Centros de Datos requieren adaptarse a desafíos bastante complicados: aplicaciones que exigen velocidades más altas y rendimiento de latencia ultra baja; aumentando las densidades que pueden soportar las redes ‘leaf’ y ‘spine’”, menciona Ehab Kanary, director del Departamento de Enterprise en Medio Oriente y África en CommScope. “Al mismo tiempo, deben encontrar una forma de mejorar la disponibilidad de la red mientras se reducen costos a través del tablero, por lo que migrar a más altas velocidades se presenta como una necesidad inevitable”.
Para muchos administradores de centros de datos, la respuesta radica en migrar su infraestructura, ya sea con una estrategia de restructuración integral rápida, o bien, con una lenta que se vaya adaptando al tiempo para soportar los nuevos requisitos de velocidad, latencia y densidad de puertos. Sin embargo, esto no es necesario, ni aplica de la misma forma para todos los centros de datos.
“Por un lado, no se puede ignorar el hecho de que las tendencias actuales y futuras de uso de datos son alarmantemente altas y no se espera que se estabilicen en el futuro; por eso la Migración de Alta Velocidad no se trata de un “si” sino de “cuándo”. Por otro lado, todos los centros de datos tienen un conjunto muy singular de requisitos de negocio, expectativas de las partes interesadas y consideraciones técnicas”, explica Ehab Kanary.
De esta manera, la migración de la infraestructura de red es tan solo cuestión de tiempo, por ello para el Director del Departamento de Enterprise en Medio Oriente y África en CommScope, existen indicadores que deben considerarse desde ahora:
• Prestar atención a los estándares. Uno de los requisitos para proponer el desarrollo de una nueva norma es demostrar su necesidad y viabilidad. Organismos como IEEE, TIA e ISO solo iniciarán el trabajo sobre un estándar propuesto si hay necesidad en el mercado.
• Conocer su negocio. Los Centros de Datos existen por una razón. Cada instalación juega un papel en la organización, por lo que resulta primordial entender el grado en que la organización confía su trabajo al Centro de Datos. Según un estudio de la firma de analistas KPMG, donde analizaron las decisiones de inversión de los gerentes en más de 1.000 empresas, reveló que el instinto tendía a gestionar más decisiones que datos3.
• Tener claras las consecuencias de conservar el estado actual de la infraestructura de red. Si considera retrasar su migración, esa requiere ser una decisión consciente. Las nuevas aplicaciones o cambios repentinos en la dinámica del mercado pueden aumentar los requisitos de ancho de banda de manera inesperada. A medida que crecen las demandas de los Centros de Datos debe preguntarse ¿cuál es el efecto en su infraestructura y cómo afectará la capacidad de administración y el tiempo de inactividad potencial?
“Al final el Centro de Datos existe para servir a un rol particular fundamental, por lo que la migración a velocidades más altas es un paso inevitable. Para determinar si es el momento adecuado para la migración, los operadores requieren responder si su capa física es lo que les detiene para los cambios que el futuro presenta. Tomarse el tiempo para analizar y elaborar estrategias es el primer paso para estar preparado para la Migración de Alta Velocidad”, concluyó Ehab Kanary, Director del Departamento de Enterprise en Medio Oriente y África en CommScope.