Aunque la demanda de velocidad de transmisión de datos o de calidad en los contenidos audiovisuales están detrás del auge de la fibra óptica, la crisis sanitaria ha acelerado la adopción de esta tecnología, que “cobra cada vez más importancia en la vida de nuestras redes”, según la empresa Romelar Comunicaciones.
Las conexiones de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) alcanzaron en España los 11,4 millones de líneas a finales de 2020, como consecuencia de las restricciones de movilidad por el coronavirus y el auge del teletrabajo, principalmente. “La necesidad de mayor volumen y velocidad en la transmisión de información” ha influido en la implantación generalizada de este avance, sostienen desde la empresa madrileña.
En particular, el aumento de líneas FTTH se cifra en 1,4 millones entre 2019 y 2020, periodo que supuso la desaparición de 0,8 millones de línea de abonado digital (DSL), según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMCData). Así, la fibra óptica ya domina el mercado de las telecomunicaciones, siendo la principal vía de acceso de banda ancha fija a Internet en municipios españoles con poblaciones superiores a los 50.000 habitantes, por encima de la conexión ADSL.
Las causas de la supremacía actual de la fibra óptica son diversas. La crisis sanitaria es responsable directa de su adopción acelerada en el último año, por el incremento del teletrabajo. De acuerdo a Adecco Group Institute, 2,86 millones de personas teletrabajan hoy en España, frente a los 1,2 millones de finales de 2019, lo que supone un aumento del 74,2%.
Por otra parte, la empresa Romelar Comunicaciones asocia la creciente demanda de líneas FTTH a sus calidades y prestaciones. “En la actualidad la fibra óptica cobra cada vez más importancia en la vida de nuestras redes debido a la necesidad de mayor volumen y velocidad en la transmisión de información”, señalan desde su equipo profesional.
Y es que las conexiones FTTH suponen un salto adelante en la transferencia de bps (bits por segundo), por el menor peso de sus hilos metálicos y pulsaciones de luz en relación con el cableado de cobre tradicional, lo que redunda en una velocidad superior que justifica el interés de empresas, particulares y administraciones públicas en esta tecnología.
Además, la fibra óptica también es sinónimo de mayor calidad de vídeo y audio, una evolución necesaria considerando que la generación de información crece a un ritmo anual del 30%, de acuerdo con la Universidad de Berkeley. A esta realidad se suma el uso ascendente de videoconferencias, webinar y directos en vídeo, cuya calidad se resiente en conexiones con una pobre transferencia de datos.
Por su instalación y mantenimiento fáciles, la fibra óptica supone un ahorro de espacio. Su cableado, más delgado y ligero que el par trenzado o el coaxial de cobre, reduce los problemas de implementación en hogares, oficinas y edificios.
Pero las conexiones FTTH también reducen la problemática de las interferencias electromagnéticas, responsables de cortes y caídas en la velocidad de transferencia. Asimismo, fortalecen la ciberseguridad, una preocupación creciente entre proveedores y usuarios por el previsible aumento de los ataques cibernéticos en 2021 (uno cada 11 segundos, según un estudio de laAgencia de Ciberseguridad de Cataluña).
Debido a la saturación de la oferta y su inconsistente calidad, los expertos de Romelar Comunicaciones recomiendan elegir una empresa instaladora con amplia experiencia, ya que “es importante un buen diseño de la estructura de nuestra Red y una cuidadosa y perfecta instalación de todos los elementos tanto en su parte final como en el tendido del cable de fibra óptica”.