Toda la gama de servidores de Compaq se basará en procesadores Itanium a partir de 2004. Lo anunció el presidente de la compañía, Michael Capellas al comenzar el verano y lo confirma José Antonio de Paz, director del Negocio Enterprise de Compaq en España, quien asegura que su empresa ha alcanzado una alianza con Intel que va mucho más allá de incorporar chips. El acuerdo consiste en que todos los servidores de Compaq empezando por los ProLiant, siguiendo por los Unix y terminando por los Himalaya, incorporen procesadores Itanium de la siguiente generación de Intel dentro de tres años.
La iniciativa conlleva una transferencia paulatina de la tecnología diferencial de Compaq en el mundo de los procesadores de 64 bits con Alpha, a la que se suma un traspaso de personal de Compaq, apunta De Paz. Unos 700 ingenieros pasarán a colaborar en el proyecto Itanium de siguiente generación de Intel, en la que el procesador de 64 bits incorporará toda la tecnología de Alpha.
En el año 2004 nuestros clientes tendrán disponibles una nueva gama de servidores con el chip Itanium de siguiente generación, señala De Paz, pero el chip Alpha no dejará de fabricarse hasta 2008 de manera que durante unos años suministraremos ambas tecnologías en paralelo para aquellas empresas que requieran el chip Alpha. De hecho, Compaq lanzó el pasado mes de julio el procesador RISC a 1 Gigahertzio basado en tecnología Alpha. Además, seguirán ofreciendo mantenimiento a los clientes hasta el año 2013, en principio.
Precisamente la reacción de los usuarios era uno de los temas más candentes del acuerdo, pero ha sido muy positiva, según De Paz ya que Compaq les da garantía absoluta y total de continuidad, puesto que todos los sistemas operativos que hoy están disponibles en los servidores Alpha, como son Tru64 Unix, OpenVMS, NonStop Kernel y Linux 64 bits lo estarán también en la nueva familia de Itanium.
Los productos se agruparán en una única familia de servidores de 64 bits. Será el datacenter de 64 bits del futuro, adelanta De Paz, con servidores de gran tamaño que se podrán particionar en trozos lógicos donde en un área puede correr Windows, Unix o Linux.
Los clientes obtendrán como beneficio una tecnología estandarizada, mayor simplificación en la oferta y menor coste, ya que se trabajará con chips de gran volumen de fabricación que proporciona más ahorro.
A la pregunta de quién ha provocado el acuerdo, si Intel o Compaq, De Paz contesta que a las dos compañías les interesa el acercamiento y que son conscientes de que han causado cierto revuelo. En referencia a este punto, el directivo apunta al informe de Gartner Group donde se valora el acuerdo entre ambas firmas como una estrategia muy correcta a medio plazo que animará a los ISVs a desarrollar más software y a que el mercado tienda hacia la estandarización.
Con esta decisión, Compaq tira la pelota en el tejado del vecino y apoyándose en el estudio de la consultora lanza la duda de hasta cuándo Sun Microsystems resistirá con su estrategia de yo lo hago todo ya que es la única empresa que continúa sus desarrollos con procesadores y sistema operativo propio; y de si IBM se decidirá por PowerPC o por Itanium y dejará de jugar con ambas barajas. Al otro lado de la balanza hay dos grandes compañías que apuestan claramente por Itanium, como son Hewlett-Packard y Compaq, pero con una gran diferencia entre ambas porque HP ha incorporado el Itanium actual y nosotros lo haremos en el 2004 porque hasta ese momento, nuestra tecnología tiene un valor muy diferencial con respecto a la que existe actualmente, sentencia De Paz.
Lo que nadie pone en tela de juicio es que para competir las empresas que se queden al margen de Itanium tendrán que invertir en investigación y no es fácil predecir cuánto tiempo podrán aguantar el tirón de I+D. En Compaq hemos preferido, igual que hicimos en su momento con el almacenamiento, crear un chip abierto aliándonos con Intel, afirma De Paz.
Desde Compaq, la valoración que hacen de la postura de Intel es que la firma ha reconocido que la tecnología Alpha es absolutamente diferencial, con una experiencia de diez años en 64 bits, reflexiona De Paz. Intel ha visto que este acuerdo acelera el Itanium de 64 bits y coloca a la compañía en un entorno de empresa mucho más sólido.
Por su parte y dado que a Compaq le interesa luchar por el liderazgo, el acuerdo les permitirá ahorrar costes y focalizar y estandarizar las infraestructuras. La firma se centrará así en ser el número uno del mundo en plataformas, apunta De Paz.
