¿Cómo la virtualización hace más eficiente la gestión de entornos TI?

Alejandro Solana, director técnico de VMware para España y Portugal.

Publicado el 13 Dic 2007

Cuando se consulta a los directores de TI por sus máximas preocupaciones a la hora de gestionar los múltiples entornos a su cargo, siempre hacen referencia a aspectos tan fundamentales como la seguridad, la optimización de la infraestructura; sin olvidar la imperiosa necesidad de garantizar la disponibilidad de los servicios y de responder de forma ágil y flexible a nuevos requerimientos. Y por supuesto, siempre intentando valorar concienzudamente el impacto presupuestario que supondría la inversión en cualquiera de estas áreas.

Hoy en día, la virtualización ha significado un cambio absoluto en la forma de afrontar estos retos. Por una parte, proporciona independencia absoluta del hardware subyacente, así como la encapsulación de todo un sistema en un conjunto muy reducido de ficheros. Estas propiedades permiten la ejecución de forma consolidada y segura de varias máquinas virtuales en un único servidor físico y facilitan enormemente tanto la migración a un nuevo servidor más potente, así como el provisioning inmediato de nuevos servicios. En ambos casos simplemente nos limitaríamos a copiar y/o mover simples ficheros de forma ágil y flexible, permitiendo incluso la automatización de este tipo de tareas, o plantear de forma sencilla y rentable soluciones de recuperación ante desastres en un centro de respaldo.

Tal y como comentamos, los mayores beneficios que proporciona la virtualización actualmente, van mucho más allá de la simple consolidación (y su ahorro de costes) o del provisioning instantáneo de sistemas. Aspectos tan críticos como la optimización en la gestión de la capacidad disponible en nuestros CPDs (CPU, RAM, red, almacenamiento, electricidad, espacio, …), con objeto de garantizar los niveles de servicio de nuestros aplicativos, así como la disponibilidad de los mismos, se ven íntimamente beneficiados por la virtualización.

La posibilidad de migrar máquinas virtuales entre servidores físicos, o incluso los propios ficheros de la máquina virtual de un almacenamiento a otro, sin afectar en ningún caso al servicio, nos permite evitar cualquier parada planificada por mantenimiento. De igual forma nos permite el balanceo dinámico y ordenado de, los servicios alineando la capacidad necesaria con la realmente disponible en nuestra infraestructura TI. Por otra parte, podremos hacer frente de forma ágil a cualquier fallo (hw o sw) en la ejecución de nuestros servicios, ya que será nuestra propia infraestructura la encargada de reiniciar los servicios afectados de forma automática.

Con todo ello, hoy en día, la virtualización nos permite disponer de un CPD ágil, flexible, bajo demanda y con elevados niveles de disponibilidad.

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Redacción RedesTelecom

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