La red central 5G (5GC) marca la primera “G” que allana el camino para que los operadores operen únicamente en la capa de software. Las funciones EPC nativas de la nube y 5GC son impulsores clave para la creación de nuevo valor en telecomunicaciones. Con la adopción actual de redes centrales de paquetes cloudificadas, es la primera vez que el sector confía en la red central para introducir algo más que la banda ancha móvil mejorada (eMBB). Según un informe de AbI Research, los ingresos de las redes core de paquetes en la nube crecerán de 11.000 millones de dólares en 2022 a 16.000 millones en 2027.
En un ecosistema modular y cada vez más desagregado, caracterizado por la apertura “vertical” y “horizontal”, las opciones tecnológicas de software, hardware y servicios que sustentan la construcción del núcleo de paquetes son fundamentales para que BT, Orange, Telefónica y Vodafone, entre otros CSP, amplíen el negocio MBB existente y exploren nuevas oportunidades de negocio. La consultora prevé que, para banda ancha móvil, se espera que el software de aplicaciones de red core crezca de los 4.800 millones de dólares en 2022 a 6.600 millones de dólares en 2027 con un CAGR del 6%.
“Hoy en día, gran parte del tráfico que pasa por el core se gestiona a través de elementos de red físicos. Con una creciente base de suscriptores 5G y la adopción en curso de 5GC, la expectativa es que el tráfico 4G se desplace a las redes 5G“, explica Don Alusha, analista senior de 5G Core and Edge Networks en Abu Research. “Eso, además de una rápida proliferación de avances impulsados por software, significa que el modelo clásico actual de ventas de equipos de núcleo de paquetes (packet core) probablemente adoptará una estructura diferente mañana”.
Modelos basados en software
Lo que confirma esto es que se espera que las ventas de hardware para redes de núcleo de paquetes alcancen los 3.900 millones de dólares en 2027, lo que no supone un crecimiento significativo respecto al mercado actual, valorado en 3.500 millones de dólares en 2022. Con la “nubificación” en curso de las redes centrales de paquetes, el imperativo comercial para proveedores como Cisco, HPE y Juniper, entre otros, es claro: pasar de un suministro finito de equipos integrados a modelos basados en software en los que el suministro es esencialmente infinito.
Los proveedores deben ayudar, no vender
Además, se puede crear nuevo valor en los servicios profesionales. Según las previsiones de la firma de análisis, los servicios básicos de paquetes pasarán de 3.000 millones de dólares en 2022 a 5.200 millones en 2027, con una CAGR del 12%. “Hay un mercado creciente de servicios para ayudar a los CSP a gestionar los despliegues de 5G impulsados por la separación de hardware y software, stacks de múltiples proveedores y el impulso de un mayor alcance empresarial. Por este orden. Con 3G y 4G, los servicios packet core giran en torno a un proveedor que proporciona su propio software y hardware de forma integrada para garantizar la alineación de funciones, el rendimiento y la gestión del ciclo de vida”, afirma Alusha. Pero en el futuro, con el núcleo de paquetes en la nube, la estructura del sector se estratificará horizontalmente. Por tanto, el proveedor del futuro tendrá que ayudar a los operadores en todos los aspectos de la tecnología, desde la definición de la arquitectura de red hasta la gestión de las cargas de trabajo y la creación de aplicaciones que puedan proceder de diversos proveedores.
La estructura del sector telco se estratificará horizontalmente y habrá que ayudar a los operadores en todos los aspectos de la tecnología, desde la definición de la arquitectura de red hasta la gestión de cargas de trabajo y creación de aplicaciones
En este sentido, el informe sostiene que las reglas de compra y venta de estas soluciones están cambiando. Están sobre la mesa la forma en que los proveedores construyen productos, obtienen ingresos, los servicios que ofrecen y lo que hacen para tener éxito en un ecosistema cada vez más cloudificado. En los próximos años, empresas como Cisco, HPE y Juniper deberán “hacer ambas cosas“. Deben seguir con su portfolio de producto actual e incorporar una nueva estrategia de venta basada en software en consonancia con las nuevas realidades económicas. En última instancia, los proveedores deben ayudar, no vender. Ayudar vende, pero vender no ayuda. Ayudar requiere una gran capacidad de integración de sistemas y servicios. Además, el mercado es cada vez más complejo y arriesgado. El éxito será para el más fuerte, no necesariamente para el más grande, porque la “grandeza” se ve debilitada por la mercantilización. La innovación en el proceso -cómo se hacen las cosas internamente- será tan importante como la innovación en los productos que venden”, concluye Alusha.