ADSL el sueño comienza a hacerse realidad

Largas esperas para su instalación, problemas de velocidad y una calidad bajo sospecha, han sido algunas de las quejas de los usuarios de ADSL en España.

Publicado el 11 Jun 2001

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El ADSL o Línea de Abonado Digital Asimétrica es uno de los hijos de la familia xDSL, tecnologías que tienen como principal característica permitir el uso de una línea de cobre tradicional (la que conecta nuestro domicilio con la central de Telefónica) para la transmisión de datos de alta velocidad y, a la vez, para el uso normal como línea telefónica. Bajo este denominador común, encontramos las versiones HDSL, ADSL, VDSL, etc.

Concretamente, la versión ADSL se diferencia del resto de la familia por su condición de asimétrica, es decir, por la diferenciación de velocidad que esta tecnología establece entre la transmisión y la recepción de información. Diseñado para el acceso a Internet por parte del usuario residencial, el ADSL ofrece una velocidad de recepción de hasta 8 Mbps frente a 300 Kbps de velocidad en la transmisión.

Al igual que el resto de tecnologías xDSL, el ADSL permite simultanear el acceso a Internet con los servicios telefónicos, lo que hace posible además la conexión permanente. Para ello, el ADSL establece, sobre el par de cobre de la línea telefónica tradicional y mediante técnicas de codificación, tres canales independientes dos canales de alta velocidad (uno de recepción de datos y otro de envío) y un tercer canal para la comunicación normal de voz.

Además, con ADSL sí que podemos hablar de tarifa plana real, ya que la conexión a Internet no tiene ninguna restricción ni horario.

La propuesta de ADSL se basa en dos ideas fundamentales. La primera de ellas es el aprovechamiento de las actuales líneas telefónicas. Así, únicamente es necesaria la instalación de un splitter que divide la señal entrante y la clasifica como voz o datos para redistribuirla al dispositivo adecuado módem ADSL en el caso de datos, o teléfono en el caso de voz.

El segundo de los pilares en los que se apoya el éxito de esta tecnología es la filosofía asimétrica de funcionamiento que comportan este tipo de servicios. Lo normal es recibir mucha información y enviar poca. Así pues, ADSL provee al usuario de un canal descendente de alta capacidad (con máximos en la actualidad que llegan a los 2 Mbits por segundo) y ascendentes limitados (128 Kbits en el mejor de los casos) que por la propia configuración que ofrecen son perfectos para las tareas tradicionales que uno lleva a cabo en Internet.

Pero no todo son virtudes a la hora de hablar de ADSL. La primera de las dificultades la encontramos en que la conexión está condicionada a una situación geográfica que limita la distancia del abonado a una centralita y que ronda los 4 Km., lo que implica que su aplicación sólo es factible en grandes centros urbanos, y dependiendo de la instalación telefónica de la que disponga el usuario.

Asimismo, en el ADSL la calidad de servicio, no siempre adecuada. El ancho de banda es limitado y en este momento, y con independencia del operador que preste el servicio, al hacerlo de forma indirecta, se producen saturaciones, en las que Telefónica sólo garantiza el 10 por ciento del ancho de banda, apunta Rafael Guzmán, director responsable del Proyecto xDSL de Jazztel.

Por último, un factor que puede limitar los índices de penetración de esta tecnología es el propio comportamiento asimétrico de estas líneas, que los hacen inadecuados para tareas como videoconferencias.
Actualmente, las opciones tecnológicas con que se encuentra el usuario a la hora de acceder a la red son varias. La forma más tradicional que el usuario doméstico tenía hasta la fecha de acceder a la red de redes era mediante la Red Telefónica Básica (RTB, también conocida como RTC, o Red Telefónica Conmutada). Para ello tan sólo era necesaria la adquisición de un módem. Sin embargo, y pese a que los modems han ido evolucionando en diseño y prestaciones, debido a la saturación de líneas de los propios proveedores de servicios de Internet (ISPs) y de las obsoletas infraestructuras que existen en nuestro país, el acceso a Internet mediante esta opción se ha convertido en un pequeño suplicio para los usuarios españoles.

Así, afortunadamente, hace algunos años surgió una alternativa más que aceptable a las líneas tradicionales la Red Digital de Servicios Integrados (RDSI). Esta opción permite disponer de una infraestructura en la que la transmisión de datos es digital de extremo a extremo. Las ventajas que ofrece el RDSI frente a RTC son obvias, puesto que no es necesaria la modulación y demodulación de la señal y la fiabilidad y eficiencia de la comunicación es mucho mayor que la de las líneas analógicas, ofreciéndose canales con un ancho de banda máximo de 128 Kbits por segundo. Pero al comparar el RDSI con el ADSL nos damos cuenta de que el ADSL proporciona una velocidad de transferencia superior, además de conexión permanente y un tiempo de establecimiento de llamada nulo, frente a los tiempos de entre 1 y 4 segundos que requiere el RDSI, señala Ana Nogales, jefe de producto ADSL de Easynet España.

Frente a estas dos soluciones con un ancho de banda realmente limitado, ADSL se enfrenta a otras dos tecnologías esta vez de conexión de banda ancha como son las conexiones vía satélite, con unos resultados y una reputación sorprendentes en Centroeuropa y Estados Unidos, pero que cuentan con el inconveniente de necesitar un canal ascendente auxiliar que obliga a disponer de una conexión adicional, como un módem, RDSI, Cable o incluso ADSL para poder efectuar las peticiones de información.

El cable es el último de los grandes contendientes del ADSL. Las redes HFC (Hybrid Fiber Coaxial) combinan el uso de tramos de cables coaxiales de banda ancha con gigantescos anillos de fibra óptica que, además de permitir el acceso a Internet a velocidades de vértigo (casi 1 Mbit por segundo),ofrece los canales de televisión por cable que iniciaron este tipo de tecnología. Pese a ello, una vez más, ADSL sale triunfadora en su comparación con el cable. Las conexiones ADSL son punto a punto, lo que implica que no comparten ancho de banda con otros usuarios como ocurre con el cable. Esto nos proporciona un mayor nivel de seguridad y confidencialidad de los datos. Por otra parte, la instalación de ADSL es mucho más sencilla y requiere una menor inversión que en el caso del cable.
Banda ancha, conexión permanente, Internet y telefonía simultánea, tarifa plana, son algunas de las ventajas que hemos enumerado sobre el ADSL y que han llevado a que en la actualidad ya existan más de 100.000 líneas operativas sobre esta tecnología en nuestro país, de acuerdo con los datos facilitados por Telefónica con fecha del pasado mes de abril.

Esta cifra, aunque todavía muy reducida frente a el número de usuarios en EEUU u otros países de Europa, hace que las espectativas de crecimiento del ADSL en nuestro país sean bastante esperanzadoras. Concretamente, Telefónica espera contar en el año 2003 con un millón de líneas instaladas.

Pese a tan optimistas datos, hoy por hoy lo que a nadie se le escapa es que el ADSL en nuestro país tiene todavía algunos obstáculos que salvar.

En estos momentos España se encuentra muy rezagada de los puestos de cabeza, en cuanto a número de hogares con conexión de banda ancha en Europa (igual que en general en el porcentaje total de internautas) por lo que sin una decidida intervención, tanto por parte de las operadoras, en materia de inversiones como, sobre todo, por el Gobierno, en la instauración de una tarifa plana, asequible y universal, y en garantizar la libre competencia en materia de telecomunicaciones y la calidad de Internet, podemos perder este tren de las Tecnologías de la Información, advierte José Ramón Esteban Martí, vicepresidente y coordinador de la Comisión de Trabajo de ADSL de la Asociación de Internautas.

Los elevados costes de equipamiento, otro de los obstáculos a los que se enfrenta el ADSL en su actualidadse verán mermados a medida que se amplíe su uso. En este sentido, Juan Luis Brotons, director de Marketing de Ola Internet, afirma que a medida que se extienda la utilización del ADSL, los propios volúmenes harán que los costes del equipamiento se reduzcan. Asimismo, la introducción de competencia en el bucle local permitirá que el precio final que el usuario paga disminuya. Tecnológicamente, el futuro de ADSL, además de solucionar los problemas de instalación y soporte que han provocado miles de quejas, se centra en el mejor aprovechamiento de las líneas y la oferta de servicios simétricos además de los actuales.

En primer lugar está esa lógica evolución de una tecnología que ya en otros países han bautizado los nuevos miembros de la familia xDSL como el HDSL y el VDSL, caracterizadas por su mayor ancho de banda con respecto a su hermano pequeño, el ADSL.

Pero sin duda alguna, la protagonista de este brillante futuro es la tecnología simétrica que permitirá disponer de canales ascendentes y descentes de alta capacidad al mismo tiempo. Las tecnologías SDSL y HDSL, y especialmente, su versión mejorada, el SHDSL ofrecerán a los usuarios más exigentes los anchos de banda que la industria demanda a la hora de disponer de contenidos multimedia o de datos de gran tamaño. Ya en EEUU, precursores de todo tipo de propuestas en el mercado de las telecomunicaciones, hacen de estos accesos una realidad casi palpable. En España, como de costumbre, deberemos esperar.

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Redacción RedesTelecom

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