Con 5G, la oportunidad de una transformación social positiva es mayor de lo que nunca hemos visto antes.
La comercialización de 5G promete cambiar nuestro mundo para mejor. Desde la fabricación inteligente sostenible, pasando por las redes de transporte eficientes y la atención sanitaria personalizada, hasta la educación accesible.
El 5G transformará los modelos de negocio, mejorará los servicios públicos e incluso reimaginará industrias enteras. Pero, para lograrlo, hay un sector vital que debe transformarse primero, el de los operadores de telecomunicaciones.
Primeros en llegar vs. funciones completas
5G es la generación de móviles de más rápido despliegue de la historia, y su cobertura sigue creciendo rápidamente. El Informe de Movilidad 2022 de Ericsson prevé que las suscripciones móviles al 5G superen los mil millones en 2022.
Sin embargo, debido a la necesidad de mantener los costes bajos, y el deseo por ser los primeros en llegar al mercado, muchos operadores empezaron su andadura en el 5G construyendo una arquitectura no autónoma (NSA). Al utilizar los equipos de radio y el espectro 4G LTE existentes para soportar los nuevos servicios 5G, pudieron realizar un despliegue mucho más rápido.
No obstante, este enfoque tiene una limitación intrínseca. Al basarse en la anterior generación tecnológica, no es posible recibir toda la gama de mejoras que realmente se podría obtener con una red 5G standalone.
5G transformará los modelos de negocio, mejorará los servicios públicos e incluso reimaginará industrias enteras. Pero, para lograrlo, hay un sector vital que debe transformarse primero, el de los operadores de telecomunicaciones
Las nuevas aplicaciones y los casos de negocio más innovadores dependen de una mejora significativa de la velocidad, la latencia, la solidez, la seguridad y los beneficios de posicionamiento. Y estos, dependen a su vez de las redes 5G standalone y del 5G Core, así como de la habilitación de capacidades y de la fragmentación de la red de extremo a extremo.
Apoyo a los modelos de negocio emergentes
A diferencia de una red NSA, el “5G Core” es una red central, responsable de establecer una conectividad fiable y segura a la red y el acceso a los servicios, construida desde cero y utilizando tecnologías específicamente diseñadas para soportar servicios de próxima generación.
El corazón de una red móvil 5G, el “5G Core” es, por diseño, nativo en la nube; lo que significa que es agnóstico cuando se trata de la infraestructura de la nube subyacente. Esto garantiza una mayor capacidad de respuesta, escalabilidad, resiliencia y mayor flexibilidad de despliegue.
No obstante, aunque este enfoque está ampliamente reconocido como la base para lograr todos los beneficios del 5G, existen barreras que los operadores tienen que superar en el momento de la implementación. ¿Cómo gestionar la migración para minimizar las interrupciones? ¿Puede la tecnología integrarse con los sistemas existentes? ¿Qué se necesita para actualizar los procesos?
Entender el entorno
Para garantizar una transición fluida a una arquitectura 5G Core, es importante entender primero qué funcionalidad 5G es necesaria para poner en marcha los casos de uso y los modelos de negocio que cada operador quiere implementar. Por ejemplo, es posible que algunas funcionalidades solo sean necesarias en determinadas zonas, como parques industriales o aeropuertos.
Este tipo de variables significa que no existe un modelo óptimo de despliegue. Las vías de transformación pueden variar significativamente en función de las realidades del mercado y de las necesidades empresariales. Sin embargo, hay algunos enfoques comunes que siempre dan resultados.
No existe un modelo óptimo de despliegue
Así, un Core de modo dual es una forma eficaz de facilitar la introducción de la nueva arquitectura de red Core 5G, ya que permite una coexistencia eficiente con 4G. Por ejemplo, el Core 5G de modo dual de Ericsson está construido sobre una tecnología nativa en la nube y basada en microservicios, combina las funciones de red del Evolved Packet Core (EPC) y del nuevo 5G Core (5GC) en una plataforma común de multiacceso que soporta el 5G y las generaciones anteriores.
También es fundamental una arquitectura de nube optimizada. Ericsson ha sido, durante mucho tiempo, líder en este espacio, creando un conjunto de cinco principios de diseño claves para ayudar a las organizaciones a aprovechar al máximo la tecnología nativa en la nube.
Pero, tal vez, el más importante de los principios a la hora de optimizar la arquitectura de la nube para el 5G sea la orquestación y la automatización. Las operaciones de red altamente automatizadas, junto con la orquestación de servicios automatizada, generan enormes beneficios para los proveedores de servicios. Ambos permiten a los proveedores de servicios centrarse en cómo aplicar el 5G para satisfacer las necesidades empresariales de clientes, organizaciones o sectores específicos, optimizando al mismo tiempo sus costes operativos.
Asegurar una fragmento de la acción
Los nuevos casos de uso de 5G de baja latencia se encuentran entre los más prometedores para la industria, gracias a redes más distribuidas y tecnologías como la fragmentación de la red. La fragmentación de la red significa que los proveedores de servicios pueden segmentar una única red de extremo a extremo en distintos segmentos virtuales, cada uno de los cuales proporciona al cliente recursos y capacidades específicos en función de sus necesidades.
Esto permite innovar en los modelos de negocio y es fundamental para abrir nuevas fuentes de ingresos para los proveedores de servicios a través de 5G.
Por ejemplo, el sector de la automoción y los coches autónomos representan una gran oportunidad para los operadores. Al exigir conectividad constante y una calidad de servicio superior, la comercialización de estos vehículos dependerá de que los fabricantes obtengan una porción de red dedicada capaz de cumplir con los Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA) prometidos por el operador.
Es en este tipo de capacidades de comunicación crítica donde el 5G proporcionará los beneficios que los operadores están buscando. Al acceder a estas ventajas, los clientes comerciales y empresariales verán cada vez más a los operadores como un socio fundamental para su evolución, en lugar de como a un simple proveedor de servicios. De esta forma, además de abrir nuevas fuentes de ingresos, el 5G puede traducirse para los operadores en mayores niveles de satisfacción y fidelidad de los consumidores.
Ericsson ya está trabajando con organizaciones líderes en todo el mundo para facilitar la migración a la arquitectura 5G Core. Y en algunas regiones ya se está viendo como algunas marcas empiezan a cosechar beneficios.
Romper el ciclo generacional
En todo el mundo, el sector de las telecomunicaciones ha superado con éxito la importante primera fase del despliegue del 5G, con un amplio crecimiento de redes y dispositivos en todas las regiones. Ahora nos encontramos en la siguiente fase, en la que el mundo entero está realizando una transición sostenida hacia el 5G standalone, con la red Core para apoyarlo. Ha llegado el momento de aprovechar sus primeros éxitos, ampliando y escalando la tecnología entre los proveedores de servicios para hacer realidad el valor real del 5G para la sociedad, las empresas y los propios operadores de redes.
Algo que aprendimos del 4G es que las organizaciones que se lanzaron e invirtieron en la tecnología desde el principio y lideraron su despliegue son las que finalmente conservaron la mayor cuota de mercado. Del mismo modo, los proveedores de servicios que lideren la transición a la arquitectura 5G Core saldrán como los verdaderos ganadores de la era 5G, posicionados en el centro de un increíble período de transformación, impulsando la innovación en todas las industrias y alterando fundamentalmente la forma en que se ofrecen y consumen servicios digitales.
También serán aquellos operadores que rompan el ciclo generacional de alto CAPEX, bajo rendimiento, los que se eleven en el ecosistema como verdaderos socios para la transformación digital.
Para más información, visita Ericsson.com.