El sector mundial de las telecomunicaciones se mantendrá estable. De acuerdo con un reciente informe de Moody’s, la industria verá crecer sus ingresos alrededor del 1,7% en 2025 impulsada por el continuo incremento del tráfico de datos y el aumento de precios. Además, los márgenes de EBITDA mejorarán ligeramente, mientras que la intensidad de capital disminuirá en muchos países.
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Crecimientos por regiones
- En Europa, Oriente Medio y África (EMEA) la entidad espera un modesto crecimiento de los ingresos del 2,3% incluyendo en sus estimaciones las operaciones internacionales. El rendimiento del EBITDA mejorará y no hay margen para un crecimiento significativo del flujo de caja libre (FCF) a partir de la caída del gasto de capital.
- Mientras que en América del Norte auguran un ascenso orgánico de los ingresos del 0,9% en 2025. Y hablan de intensificación de la competencia, impulsada por empresas que se esfuerzan por justificar los costes de la red en un mercado saturado.
- En el caso de APAC el incremento se sitúa en alrededor del 2,0% para el próximo año. Esta subida será principalmente favorecida por el alza del consumo de datos y el consumo de banda ancha, así como por la consolidación, que probablemente moderará la competencia en la mayoría de los mercados.
- En cuanto a América Latina, el pronóstico se eleva a un 4,3%. También aquí confían en que se producirá una consolidación en el sector, un crecimiento continuado impulsado por el tráfico de datos y el aumento de precios, y posibles desafíos debidos a las condiciones económicas y crediticias.
Según explican desde la firma crediticia, la previsión de aumento de los ingresos es inferior al 2,5% pronosticado el año pasado como consecuencia del esperado crecimiento del PIB, del debilitamiento de la capacidad de los operadores para subir los precios, una madurez mayor de los mercados y una elevada competencia.
Disminución de las inversiones
Admiten, asimismo, que el sector de las telecomunicaciones sigue siendo intensivo en capital, pero el gasto de capital está alcanzando su punto máximo para algunos operadores a medida que se completan las redes de fibra y 5G. Esta tendencia se evidencia en empresas como Orange y Telefónica en Europa; América Móvil en América Latina y T-Mobile USA en Estados Unidos, que han reportado una reducción en la inversión. Telefónica, por ejemplo, ha dicho que espera reducir la inversión a alrededor del 12% de las ventas en 2026 a nivel mundial desde el 14% en 2023, y al 10% en España. La mayoría de los antiguos operadores tradicionales están operando ahora despliegues de fibra a toda velocidad, obteniendo beneficios como una mayor satisfacción del cliente y reducciones de costes. “En general, esperamos que el gasto de capital como porcentaje de los ingresos caiga a nivel mundial”.
Además, un menor gasto de capital debería impulsar el flujo de caja libre (FCF) y el rendimiento del capital empleado, dando a los operadores la opción de reducir la deuda o aumentar la remuneración de los accionistas. A medida que la industria global madura, la intensidad de capital está convergiendo en todas las regiones hacia el promedio de la industria justo por debajo del 20%.
De la misma manera, muchos operadores tradicionales también se están moviendo hacia el apagado de sus redes de cobre. Esto generará ahorros en costes de energía, reparación y mantenimiento que estiman en cerca del 3%-5% del gasto operativo nacional, lo que implica un impulso potencial del 5%-8% para el EBITDA doméstico.
Oportunidades en tecnología
Sin embargo, Moody’s augura que pueda haber una mayor evolución gracias a tecnologías como la 5G, la fibra hasta el hogar (FTTH),el edge computing y la IA generativa (Gen AI). Asimismo, las inversiones en centros de datos también complementan otras ofertas como la nube y los servicios TIC, particularmente en Asia-Pacífico (APAC) y América Latina.
Analizando estos avances en detalle, destacan que 5G todavía tiene que cumplir con las altas expectativas depositadas en esta generación de redes móviles, pero en combinación con otras tecnologías puede generar oportunidades. Para finales de 2025, 5G será la tecnología móvil dominante en Estados Unidos, Canadá, América Latina y Europa, y para 2030, esperamos que la cobertura alcance el 87% de todos los usuarios. Pero la 5G no ha impulsado los ingresos como algunos esperaban. Los consumidores de las regiones con una buena cobertura aluden a mejoras insignificantes con respecto a la 4G y todavía no se ha producido un aumento del despliegue de redes 5G privadas para fábricas o parques empresariales.
Principales claves del estudio
- Las perspectivas para el sector mundial de las telecomunicaciones son estables
- Crecimiento de los ingresos de alrededor del 1,7% en 2025
- En 2025 habrá una mayor evolución a medida que tecnologías como 5G, la fibra hasta el hogar (FTTH) y la IA generativa (Gen AI) se combinen para crear nuevas oportunidades
- En Europa, Oriente Medio y África (EMEA), se espera un modesto crecimiento de los ingresos del 2,3%, incluidas las operaciones internacionales
- El rendimiento del EBITDA mejorará y hay margen para un crecimiento significativo del flujo de caja libre (FCF) debido a la caída del gasto de capital
Sin embargo, los principales beneficios del 5G, es decir, el aumento de la velocidad y la capacidad, se han materializado. “Creemos que la realidad aumentada y los vehículos autónomos tienen el potencial de servir como las aplicaciones principales para 5G”, matizan. Y añaden: “Además, creemos que la convergencia de la IA y el 5G puede acelerarse en 2025 y crear una nueva ola de servicios digitales. Las características de alta velocidad y baja latencia de 5G, cuando se combinan con la IA, podrían, por ejemplo, producir experiencias de entretenimiento más inmersivas, con avances en realidad virtual, realidad aumentada y juegos. Sin embargo, puede llevar tiempo que esto influya en los ingresos de los operadores de telecomunicaciones, y los cambios tecnológicos también traen consigo una mayor incertidumbre en relación con las decisiones de inversión”, sentencian.
Frente a esto advierten de los riesgos que rodean a la tecnología, como “la 5G aún sin aprovechar; los riesgos cibernéticos, como violaciones de datos; los desafíos de refinanciamiento, en particular para las empresas de grado especulativo altamente endeudadas; y un nuevo cambio hacia nuevos modelos de negocio de activos ligeros y estructuras de financiación más complejas”, detallan.
Tímido crecimiento en EMEA
En EMEA la entidad espera un modesto crecimiento de los ingresos del 2,3%, incluyendo las operaciones internacionales. El incremento de los ingresos móviles en Europa es lento, por culpa del Reino Unido, mientras que otros mercados se mantendrán bastante constantes.
Por su parte, el rendimiento del EBITDA mejorará y hay margen para crecimiento del FCF a partir de la caída del gasto de capital. Estiman que los márgenes de EBITDA mejoren ligeramente dentro del rango de 35%-40%, principalmente gracias a recortes en los gastos operativos.
Los operadores de telecomunicaciones de EMEA están moderadamente apalancados en torno a 3,2 veces la deuda bruta/EBITDA ajustada de Moody’s y esperan, en este sentido un ligero descenso en 2025. “Los operadores de la región necesitan refinanciar 160.000 millones de dólares antes de que finalice 2027”, explican. En el caso de las empresas con grado de inversión, esto es poco probable que represente un problema, incluso a tasas más altas. Estas empresas tienen menos del 20% de su deuda total que vence en los próximos dos años, por lo que es probable que el aumento de los costes de financiación tras la refinanciación sea manejable y no tenga un impacto significativo en su situación financiera general. No obstante, las tasas de interés más altas significarán un entorno de mercado más difícil para las empresas de grado especulativo de baja calificación.
Los operadores de la región necesitan refinanciar 160.000 millones de dólares antes de que finalice 2027
Debido a que el apalancamiento sigue siendo alto, las empresas de telecomunicaciones europeas están adoptando cada vez más un enfoque de activos ligeros, vendiendo sus activos fijos. Este proceso comenzó con las torres de telefonía móvil y se está trasladando a las redes, como es el caso de TIM, que recientemente escindió su red fija, y Vodafone España y Masorange, que han entrado en una UTE de red. El auge de estos podría tener implicaciones crediticias negativas, advierten en la firma financiera, ya que tales transacciones reducen la base de activos y pueden limitar la flexibilidad de las empresas. “Esperamos que más proveedores europeos de servicios de telecomunicaciones adopten estructuras corporativas más complejas a medida que buscan formas innovadoras de financiar la inversión, principalmente a través de la financiación fuera de balance, incluida la formación de empresas conjuntas con inversores en infraestructuras”, manifiestan.
Si bien muchos países europeos están ahora relativamente avanzados en términos de despliegue de redes FTTH, algunos como Alemania, Bélgica y Austria todavía están rezagados, y los operadores de estos países todavía se enfrentan a necesidades de inversión relativamente grandes. Pero en otros lugares, la intensidad de capital debería disminuir, ya que los despliegues de fibra y 5G están a punto de completarse.
Hacia la consolidación como salvación en Europa
El sector europeo de las telecomunicaciones sigue estando muy fragmentado, con numerosos operadores pequeños y medianos compitiendo en los mercados nacionales, lo que genera ineficiencias y falta de escala. Como resultado, los operadores europeos han luchado por mantener el ritmo de sus homólogos en Estados Unidos y Asia, donde las empresas más grandes dominan el mercado.
Europa tiene un mercado muy fragmentando que genera ineficiencias y falta de escala
La consolidación de las telecomunicaciones en la UE ha estado marcada a menudo por la aparición de nuevos competidores como consecuencia de las soluciones reglamentarias.
En un informe de septiembre de 2024, el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, pidió una relajación de la política de competencia para permitir la consolidación del mercado de las telecomunicaciones. Podría haber una reevaluación de la consolidación del mercado en Europa en 2025, especialmente después del reciente nombramiento de una nueva comisaria de competencia de la UE, Teresa Ribera, que ha señalado la necesidad de que las empresas europeas crezcan para competir a nivel mundial. Esto podría ser de particular importancia para las telecomunicaciones.