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Administración de redes: domina y optimiza tu infraestructura



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Lograr que las redes de una organización estén libres de errores y tengan un óptimo rendimiento es el objetivo de un administrador de redes. Te contamos cuáles son sus funciones, las herramientas que tiene a su alcance para conseguir esta meta y sus perspectivas de futuro

Publicado el 26 sept 2023



Administración de Redes. Adobe Stock.
Administración de Redes. Adobe Stock.

Hoy en día cualquier empresa, independientemente del tamaño que tenga y del sector en el que opere, necesita -de alguna manera- estar conectada. Aunque sea simplemente para usar el datáfono… Eso es posible gracias a las redes informáticas y de comunicaciones. Administrar y mantener en correcto funcionamiento estas infraestructuras es fundamental, sobre todo ante los nuevos retos de una sociedad cada vez más digitalizada y poblada con un mayor número de dispositivos y usuarios en permanente conexión.

Pero, ¿qué es la administración de redes y por qué es tan importante?, ¿qué funciones desempeña un administrador de redes?, ¿qué herramientas tiene a su alcance?

En este artículo damos respuesta a estos interrogantes.

Qué es la administración de redes

La administración de redes informáticas y comunicaciones es un proceso de organización, instalación gestión y mantenimiento de todos los equipos necesarios de una red empleando diferentes herramientas y tecnologías. El objetivo de esta actividad es lograr una red libre de errores y óptimo rendimiento que garantice el buen funcionamiento de las conexiones de red, sean locales o globales. En este sentido, el mayor reto es conseguir identificar fallos proactivamente, antes de que afecte a los clientes o usuarios finales.

En concreto, se suministra información a las organizaciones relacionada con rutas, redundancias inaceptables y recursos poco utilizados. De hecho, una correcta administración de redes depende de la fiabilidad de la información de ruta.

Tipos de redes y su administración

En una organización existen muchos tipos de redes y su empleo depende de las necesidades específicas de cada empresa. En función del tamaño y del alcance de la red de ordenadores se pueden encontrar diferentes redes que suelen reconocerse por siglas. Cada una de estas modalidades están diseñadas para ámbitos de aplicación concretos, apoyándose en técnicas y estándares.

Entre las que se utilizan con mayor asiduidad podemos mencionar las Local Area Network (LAN) y las Wide Area Network (WAN), así como las Virtual Private Network (VPN) la futura tendencia de Network as a Service (NaaS), con la tecnología SD-WAN como la más extendida entre las empresas con sucursales o sedes distribuidas.

Recapitulando podríamos decir que estas son las más importantes:

  • WAN: Wide Area Network
  • LAN: Local Area Network (y su versión inalámbrica WLAN)
  • PAN: Personal Area Network (también sin cables WPAN)
  • MAN: Metropolitan Area Network (y la wireless WMAN)
  • GAN: Global Area Network
  • VPN: Virtual Private Network
  • SAN: Red de área de almacenamiento
  • POLAN: Red de área local óptica pasiva
  • EPN: Red privada empresarial

En qué áreas se utiliza la administración de redes

En la administración de redes se involucran diversas áreas de gestión o áreas funcionales. Dentro de estas se encuentran:

  • Gestión de configuración: maneja el conjunto de recursos y procesos de red que operan entre sí de forma apropiada. También se ocupa de la inicialización, mantenimiento y finalización de componentes individuales y subsistemas lógicos de la red.
  • Gestión de prestaciones: asegura el correcto funcionamiento del entorno de red empleando para ello criterios de grado y calidad de servicio. Mantiene un monitoreo constante de la red para evitar embotellamientos, determina los parámetros de calidad de servicio y recoge y procesa los datos medidos tales como tráfico para generar los informes correspondientes.
  • Gestión de fallos: se encarga, como su nombre indica, de detectar los fallos en la red lo más rápido posible, así como también, identificar sus causas para corregirlos con el fin de mantener la red disponible ante cualquier situación.
  • Gestión de seguridad: su misión es proteger el activo más importante de la organización que corresponde a la información que se genera diariamente. Adicionalmente, se dedica a proteger los equipos de comunicación, servidores y estaciones de trabajo de posibles ataques proveniente de terceros para mantener la integridad del sistema.
  • Gestión de costes: conocida también como gestión de contabilidad, se basa en el registro del uso de los recursos y servicios proporcionados por la red a los usuarios estudiando para ello su distribución en relación con las políticas de tráfico. Todo ello de acuerdo con las necesidades de la organización.

Qué funciones tiene un administrador de red

Un administrador de red es el responsable de mantener el buen funcionamiento del software y hardware de redes. Es decir, concentra sus esfuerzos en diseñar una red segura, implementar soluciones, resolver problemas y mantener la infraestructura de redes para garantizar el rendimiento.

Para lograr este objetivo realiza una serie de funciones:

  • Instalar y mantener sistemas de red y computadoras (LAN/WAN)
  • Asegurar el funcionamiento de la red
  • Administración de usuarios, programas y documentación
  • Diagnosticar problemas en redes y diseño de soluciones
  • Solventar los problemas de la red para maximizar el rendimiento de la misma
  • Administrar los cortafuegos y mantener los sistemas de seguridad informática
  • Configuración del router
  • Actualización de los servidores de datos y del equipo de red
  • Auditoría de direcciones IP
  • Monitoreo del funcionamiento para prevención de errores
  • Diseñar e implementar nuevas soluciones
  • Planificar, implementar y supervisar redes informáticas

Monitoreo y gestión del rendimiento de la red

Ya hemos visto que el monitoreo y la gestión del rendimiento de la red es una de las principales tareas en la administración de redes. Es algo fundamental para asegurar un funcionamiento óptimo de los negocios. Estas actividades garantizarán que se mantengan los acuerdos de nivel de servicio (SLA) y que se suministre de manera oportuna las soluciones empresariales críticas.

La supervisión es una de las principales tareas de un administrador de redes. Eso ayudará a evitar fallos.

El monitoreo de red proporciona la información que los administradores de redes necesitan para determinar, en tiempo real, si una red está funcionando de manera óptima. Con herramientas como el software de monitoreo de redes, se pueden identificar deficiencias y optimizar la eficiencia de manera anticipada.

Los sistemas de monitoreo de red incluyen herramientas de software y hardware que pueden hacer un seguimiento de diversos aspectos de la red y su funcionamiento, como el tráfico, el uso de ancho de banda y el tiempo de actividad. Estos sistemas pueden detectar dispositivos y otros elementos que componen o tocan la red, además de proporcionar actualizaciones de estado.

El monitoreo proactivo implica diagnosticar y solucionar problemas de red antes de que sean evidentes para el usuario final y eliminar las amenazas

Ni que decir tiene que una red es propensa a muchos errores que pueden afectar seriamente su rendimiento. Por lo tanto, es necesario que se supervise de forma proactiva para detectar los problemas de rendimiento en la red y evitar percances, avalando así el buen funcionamiento de las aplicaciones críticas.

Seguridad y protección en la administración de redes

La seguridad y la protección de las redes empresariales son decisivas. La misión es controlar el acceso a los recursos de la red y protegerla de modo que no pueda ser dañada -ni de forma intencionada ni involuntariamente-, y que la información que es vulnerable pueda ser utilizada con una autorización apropiada.

Esta tarea comprende un conjunto de acciones mediante las cuales el administrador de red modifica la funcionalidad que proporciona la red frente a intentos de acceso no autorizados.

La administración de la seguridad ha de responder tanto a ataques activos como pasivos. Para cualquiera de estas dos opciones hay muchos instrumentos y buenas prácticas al alcance de las empresas como fortalecer las políticas de administración y asignación de claves, controles de acceso a la red (NAC), utilizar firewall o cortafuegos y sistemas de detección de intrusos, recurrir a fórmulas de encriptación o cifrado de la información enviada por la red, establecer señales de alarma y alertas, utilizar herramientas de monitoreo, actualizaciones periódicas de software para estar al día con los últimos parches de seguridad y, entre otras cosas, formar y sensibilizar al usuario que, como siempre se ha dicho, es el eslabón más débil.

Configuración y mantenimiento de equipos de red

Para lograr una red libre de errores y óptimo rendimiento hay que configurar correctamente y realizar un mantenimiento constante de los equipos de red.

Esto implica verificar que la conexión funciona, es decir, comprobar que el cableado esté en buenas condiciones, que transmita sin problemas. Además, ha de vigilarse que esas conexiones sean adecuadas y no tengan falsos contactos.

Operario comprobando el cableado.

Paralelamente se debe comprobar que los equipos de comunicación tales como switches, routers o puntos de acceso inalámbrico operan correctamente. También se debe evidenciar el estado de la tarjeta de red, tanto de los servidores como de las estaciones de trabajo. Así como analizar si hay servicios o protocolos innecesarios que pueden estar generando tráfico y colapsando las comunicaciones.

Planificación y escalabilidad de redes

A la hora de planificar o diseñar las redes informáticas y de comunicaciones que va a utilizar una organización hay que tener en cuenta que esa compañía puede tener necesidades que cambien a lo largo del tiempo. Eso significa que la red va a cambiar porque aumentan el número de usuarios, se conectan desde diferentes dispositivos, se abren nuevas sedes y un largo etcétera. Para hacer frente a esta dinámica la red debe ser escalable, es decir, que pueda crecer sin perder ni la disponibilidad ni la fiabilidad.

Para dar soporte a una red de cualquier tamaño, el diseñador de esta red debe elaborar una estrategia que permita que esta infraestructura esté disponible y se amplíe de manera sencilla y eficaz. Lo que se consigue con la utilización de equipos ampliables y modulares, así como con la configuración de una red jerárquica que incluya módulos que puedan añadirse, actualizarse y modificarse, según sea necesario, sin afectar el diseño de las demás áreas funcionales de la red. También mediante una cuidadosa planificación de las direcciones IP y la elección de equipos de hardware preparados para esta flexibilidad.

Administración de cambios y actualizaciones en la red

Una configuración de redes incorrecta suele ser la causa más común de interrupciones de red y problemas de rendimiento. Es por ello que se deben seguir buenas prácticas en la administración de estos activos como una actualización continua. Pero para llevar a cabo estos update hay que realizarlos con una planificación, sirviéndose de herramientas adecuadas y acomodándose a los cambios de regulaciones de seguridad y datos.

Una configuración de redes incorrecta suele ser la causa más común de interrupciones de red y problemas de rendimiento

Esta planificación en la administración de cambios y actualizaciones en la red supone la determinación del alcance y el análisis de riesgos, la realización de pruebas y validaciones previas a la implementación, las revisiones exhaustivas y la creación y puesta al día detalladas de la documentación durante el proceso de cambio.

Resolución de problemas y diagnóstico en la administración de redes

Otra de las funciones básicas de los administradores de redes está la de solucionar los problemas de red y por eso cuentan con un portfolio de herramientas de diagnóstico de red que se antojan fundamentales para mantener una red sólida y robusta, solventar inconvenientes rápidamente y hacer que los recursos estén disponibles.

No en vano, los pequeños tiempos de inactividad resultan realmente costosos para las organizaciones. Hoy en día sin redes no se puede trabajar, ya sean cableadas o inalámbricas. La conexión es un elemento crítico para cualquier tipo de empresa.

Ante este panorama, existen comandos de solución de problemas de red que ayudan a determinar como precisión qué está mal y encontrar la clave para revertir el problema. Por citar algunos: ping, tracert/traceroute, pathping, ipconfig, nslookup, netstat y route. Muchos de ellos vienen instalados en el sistema operativo y se complementan con herramientas más avanzadas que explicamos a continuación.

Herramientas y software para la administración de redes

Los administradores de redes informáticas y de comunicaciones deben tener un buen conocimiento del hardware y software de la infraestructura de red. Así, para poder gestionar estos activos de forma eficiente se apoyan en herramientas de redes tales como Wireshark, TCPDump, Apache o NetDot, que son de las más utilizadas.

No obstante, en el mercado existen otras soluciones -gratuitas y de pago-, especializadas en ciertas tareas como la monitorización de redes como Manage Engine, Nagios, Pandora FMS, Solarwinds, Zabbix o Zenoss, por citar algunas.

Igualmente se pueden mencionar herramientas para analizar y escanear redes no cableadas, o calculadoras de subredes e IP, de mapeo y escaneo de puertos…

Con la ayuda de estos instrumentos, los administradores de red deben tener conocimiento de tecnologías y redes cableadas e inalámbricas como WiMax, Wi-Fi y WAP, por ejemplo. Y, por supuesto, habilidades analíticas y de resolución de problemas.

Mejores prácticas en la administración de redes

La supervisión es una de las mejores prácticas en la administración de redes. Esta vigilancia garantiza que todos los componentes de la red (router, conmutadores, servidores, firewall y máquinas virtuales, entre otros), sean objeto de seguimiento, evaluación y optimización continuos. Y si a esta supervisión se le añade la proactividad, de la que ya hemos hablado anteriormente, se pueden evitar los errores de la red o su inactividad.

En otras palabras, hemos de tener visibilidad de la red y anticiparnos a lo que pueda ocurrir.

Para realizar esta rigurosa y continua inspección de cómo se comportan las redes empresariales, el tráfico que transportan y cómo se están utilizando (quién o qué accede, cómo, cuándo y por qué), se están popularizando en el mercado soluciones de automatización que integran Inteligencia Artificial y soporte remoto.

No obstante, podríamos mencionar una serie de buenas prácticas para asegurar el éxito en la administración de redes:

  1. Elegir los recursos materiales y humanos apropiados a tus necesidades (hardware, software, personal).
  2. Tener un conocimiento detallado de las redes, dispositivos y usuarios que se conectan a ellas.
  3. Mantener las redes actualizadas. Lo que supone una revisión y evaluación continua de las mismas.
  4. Realizar informes de rendimiento de la red.
  5. Atender a la experiencia de usuario.
  6. Documentación al día de los procedimientos y del inventario.

Certificaciones de TI

Los analistas de redes suelen tener un grado o título universitario relacionado con las TIC y, por lo general, en los campos de Física, Ingeniería Electrónica, Ingeniería de Sistemas Informáticos, Ciencias de la Computación o Matemáticas.

La administración de redes requiere una formación constante y se ofertan muchas certificaciones.

Sin embargo, se trata de una profesión que requiere una formación constante para estar al día de las últimas innovaciones en materia de redes. A tal fin se van ofertando certificaciones en la materia a escala técnica sobre hardware o software asociado. Las certificaciones de red son credenciales que se obtienen para demostrar que se posee los conocimientos y habilidades para trabajar con redes en el campo de la tecnología de la información (TI). Pueden ser específicas de un proveedor (se centran en la tecnología de una empresa, como Cisco o Microsoft) o neutrales, lo que significa que puedes aplicar lo que aprendes a diferentes tecnologías de red.

Aunque las más populares son las de Cisco, también están las capacitaciones de Alcatel-Lucent Enterprise, Aruba Networks, HPE, Juniper Networks, Microsoft, Oracle o Ret Hat, entre otras. Y tampoco hay que olvidar las de AWS y los estándares de CompTIA.

Futuro laboral de un administrador de redes

El administrador de redes tiene futuro por delante en tanto en cuanto estas infraestructuras resultan críticas para el funcionamiento de cualquier tipo de empresa. En sus manos está la seguridad de la comunicación de una organización.

Bien es cierto que cada vez se utilizan más herramientas de automatización, pero siempre se necesita un operario cualificado que sepa manejarlas. Es una figura clave pues se encarga de la gestión de los distintos sistemas informáticos y de las redes que permiten que la compañía se comunique a nivel interno y externo.

Además, la digitalización y las amenazas cibernéticas han obligado a las empresas a transformase e incorporar nuevos perfiles técnicos expertos en multitud de áreas y las redes están entre ellas.

A día de hoy, en España, el sueldo medio de un administrador de redes ronda los 35.000 euros anuales, que puede variar significativamente en función de las responsabilidades asignadas, el sector y el tamaño de la empresa.

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