En los dos últimos años, la adopción del trabajo, atención sanitaria y educación a distancia han impuesto la necesidad de ofrecer experiencias digitales. Ahora, las organizaciones buscan crear entornos híbridos que proporcionen experiencias colaborativas y atractivas para sus empleados.
El acceso a la banda ancha es fundamental para extender el crecimiento económico y las oportunidades sociales. Y con la aceleración del trabajo híbrido, el IoT, la inteligencia artificial y las experiencias inmersivas, la demanda de conectividad seguirá creciendo exponencialmente.
“El acceso a la banda ancha es fundamental para extender el crecimiento económico y las oportunidades sociales”
Hay una gran oportunidad para que los proveedores de servicios respondan a este enorme reto, creando experiencias nuevas y seguras en regiones desatendidas a la vez que se reducen tanto los costes como la demanda energética de las redes.
Índice de conectividad
Pero ¿en qué situación nos encontramos en cuanto a conectividad de banda ancha y ese futuro digital más inclusivo? Según el Índice de Banda Ancha 2022 deCisco, mientras el 75% de los encuestados en EMEAR consideran que todos deberían disfrutar de una Internet rápida y fiable, el 72% creen que los servicios de banda ancha deben mejorar para ser verdaderamente ubicuos.
En España, los resultados son similares. Siete de cada diez consultados afirman que una conexión de calidad es fundamental para el crecimiento económico futuro. Y más de la mitad de los trabajadores españoles (el 54%) consideran el gasto público en banda ancha más importante que la inversión en servicios básicos como el agua o la electricidad.
El Índice también desvela que la calidad de banda ancha varía mucho de un país a otro. Pero, además, 3.000 millones de personas en el mundo siguen hoy sin acceso a Internet o con servicios insuficientes. Incluso en las naciones más desarrolladas encontramos zonas rurales con cobertura deficiente.
Redes económicas y eco-responsables
Aunque el tráfico de Internet crece a un ritmo superior al 35% anual, gestionar una red cuesta una media de cinco dólares por cada dólar gastado en equipos. Se necesitan redes más económicas y eficientes basadas en nuevos procesadores, sistemas, óptica y software, capaces de reducir los costes totales hasta casi la mitad.
Estas tecnologías simplifican las capas de complejidad de la infraestructura, a la vez que reducen las demandas de energía entre el 33% y el 50% e incluso más. Con el chip Silicon One de Cisco, Deutsche Telekom -con más de 246 millones de clientes de telefonía móvil y 22 millones de líneas de banda ancha- ha conseguido una reducción del consumo energético de hasta un 92%.
Estas nuevas redes económicas y eco-responsables, combinadas con la nueva generación de conectividad inalámbrica impulsada por 5G y Wi-Fi 6, son la clave para eliminar cuanto antes las barreras a la digitalización y a los servicios esenciales, en todos los sectores y geografías.
Innovación colaborativa
Pero no podemos superar grandes retos de forma aislada. Los proveedores tecnológicos debemos colaborar con los proveedores de servicios, las organizaciones sin ánimo de lucro y los Gobiernos, creando coaliciones para reforzar su impacto.
En nuestro caso, el programa de aceleración digital Cisco CDA -denominado Digitaliza en España- ha impulsado más de 1.000 proyectos en 44 países, contribuyendo a un futuro inclusivo para todos al aprovechar el valor de la digitalización. Algunos de estos proyectos inciden especialmente en llevar 5G y Wi-Fi 6 a las zonas rurales y a los colectivos más desfavorecidos.
No sólo el trabajo híbrido, sino también la medicina, la fabricación y la enseñanza se beneficiarán de la próxima generación de banda ancha cableada e inalámbrica, que impulsará el crecimiento, la innovación y las oportunidades para millones de personas.