Poco después de adjudicarse la primera fase del proyecto del DNI electrónico español, que ha ido a parar a manos de la UTE formada por Indra, Telefónica y Software AG, ya se está barajando quien será la firma seleccionada para desarrollar la infraestructura de seguridad que soportará del documento electrónico.
Entre las posibles candidatas: Entrust y Safelayer, esta última se manifiesta optimista, “por haber estado presente dentro de los tres proyectos presentados a concurso, no sólo en el de la UTE finalmente seleccionada para la primera fase, sino también en el resto”, según señala Adrián Moure, vicepresidente de Safelayer.
Tras la selección inicial de Safelayer y Entrust, ahora la duda es saber si la UTE estudiará la posibilidad de trabajar con ambas encargando una parte del desarrollo a cada una o se decantará finalmente por una de las dos competidoras. En este sentido, Safelayer cree firmemente en que el despliegue del DNI electrónico contará con la aportación de Safelayer, pero no se atreve a asegurar que Entrust quede totalmente descartada del proyecto: “en el pliego de condiciones se solicitaron dos tecnologías, una primaria y otra secundaria de backup. La primera podrá ser Safelayer y existiría otra segunda tecnología a nivel interno que podría no quedar en nuestras manos”, aventura el vicepresidente de Safelayer para explicar la presencia de Entrust en la propuesta de la UTE.
Por su parte, la compañía española ya indica cual será la tecnología que suministrará (tanto la PKI, como la tecnología de validación o VA). Sobre la primera, Safelayer apunta a su familia KeyOne “con la que crearemos toda la infraestructura de PKI”. Mientras que la tecnología de validación también podrá ser suministrada en su totalidad por Safelayer “contando con que soportará hasta mil peticiones de validación por segundo”.
En espera de que se confirme qué firma desarrollará finalmente la PKI, sí se sabe que las previsiones son contar con 60 millones de usuarios en el plazo de 15 años, “la cifra se corresponde con los 33 millones de españoles que disponen de DNI a los que hay que sumar un millón más anual durante los próximos 15 años como incremento natural, los 12 millones restantes hasta completar los 60 millones previstos se corresponden con duplicaciones por pérdidas”, comenta Moure.
