Hispasat abandera un proyecto piloto de teleducación que ha desplegado en el Centro Educativo Plan de Chorcha, ubicado en Ngäbe-Buglé, una de las regiones más montañosas de Panamá.
En concreto, el operador español ha donado a esta escuela un servicio de Internet vía satélite con un sistema de teleducación que permite enviar y almacenar localmente los contenidos educativos facilitados por el Ministerio de Educación. De este modo, los estudiantes pueden descargar este material en sus dispositivos y trabajar con ellos en su hogar. Además, la compañía habilitará un servicio de conectividad Wi-Fi para la comunidad, independiente del de la escuela, que permitirá conectarse al resto de los habitantes, habilitando así el acceso a la Sociedad de la Información de toda la comunidad rural.
El piloto se completa con dos aulas tecnológicas (compuestas por computadoras portátiles para los profesores, tablets para el alumnado, un gabinete para la custodia y carga de los dispositivos, una pantalla digital interactiva y un software de gestión del aula tecnológica con seguridad lógica), así como formación para los docentes en el manejo de estas herramientas digitales.
Para Francisco Javier Pagalday, embajador de España en Panamá, “este proyecto es un ejemplo claro del enorme valor que pueden aportar las empresas españolas al desarrollo de la sociedad panameña. Creemos que la solución satelital que se ofrece hoy en esta escuela tiene un gran potencial para no dejar atrás a las comunidades rurales del país”.
Miguel Ángel Panduro, consejero delegado de Hispasat, señaló que “llevamos años trabajando en la vertebración de la sociedad latinoamericana por medio del satélite, especialmente de sus zonas rurales y desconectadas. Por eso estamos muy orgullosos de poder contribuir hoy con este piloto a la mejora de la educación en esta escuela de Emplanada de Chorcha y nos ponemos a disposición del gobierno panameño para colaborar en nuevas iniciativas que ayuden a reducir la brecha digital en el país”.
La conectividad es una herramienta fundamental para impulsar un desarrollo igualitario de la sociedad. Sin embargo, las diferencias que existen en el despliegue de infraestructuras entre el mundo urbano y rural suponen un obstáculo para que las poblaciones más remotas y dispersas puedan tener las mismas oportunidades que las grandes ciudades en derechos básicos como la educación. En el caso de Panamá, según un informe de 2020 del Banco Interamericano de Desarrollo, el 63,6% de sus hogares urbanos tienen acceso a Internet, frente a sólo el 27,3% de los hogares rurales.