La banda ancha toma impulso en el entorno rural

Durante más de 10 años las pequeñas poblaciones dispersas en las zonas rurales y poco accesibles de nuestro país han sufrido el azote de la brecha digital. Por motivos técnicos, pero también comerciales, sus habitantes han sido los grandes olvidados de la revolución que ha supuesto la Sociedad de la Información.

Publicado el 09 Mar 2007

El antiguo acceso a Internet que se realizaba través de las engorrosas líneas TRAC (Telefonía Rural Analógica Celular) parece tener los días contados. Desde que las autoridades europea y española decidieran que Internet formaba parte del servicio universal, Telefónica de -como operador dominante- se ha encargado de realizar la sustitución de las líneas TRAC por otras tecnologías. En 2003, cuando se comenzó la migración, existían más de 230.000 clientes TRAC. Tras más de tres años de desarrollo del plan europeo (“Plan Operativo 2000-2006 para el proyecto de extensión de la obligación de acceso funcional a Internet como parte del servicio universal”), a finales de 2006 más de 140.000 clientes ya podían acceder a otras tecnologías como GSM/GPRS, par de cobre o LMDS.

Si en su momento era Internet la prioridad, ahora es el acceso a alta velocidad el que ocupa los proyectos de la administración. En este sentido, la Unión Europea en el Plan e-Europe 2005 planteaba la necesidad de dar impulso al acceso de banda ancha en las regiones menos favorecidas.
Con el objetivo de promover el despliegue de infraestructura para conseguir este fin, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio recogió el testigo de la propuesta de la UE y promovió el Programa Nacional de Extensión de la Banda Ancha en Zonas Rurales y Aisladas (PEBA). A día 19 de enero, más del 36 por ciento de las poblaciones (5.289) y del 83 por ciento de los ciudadanos (5.405.211) beneficiados por esta iniciativa disponían ya de servicios de Internet a alta velocidad. Este programa ha supuesto, para más del 37 por ciento de las poblaciones, la primera oportunidad para acceder a los servicios de Internet de banda ancha, mientras que para el resto significa ampliaciones de cobertura.

Cuando concluyan los proyectos aprobados, se habrá abarcado a 6,5 millones millones de habitantes de un total de 14.560 zonas distribuidas sobre 3.769 municipios. Aunque la fecha de ejecución del programa se proyectó para finales de 2008, afortunadamente los operadores adjudicatarios (Telefónica en un 99 por ciento y Telecable en Asturias) han adelantado la fecha a diciembre de 2007. Según fuentes de Telefónica la operadora “se ha comprometido, atendiendo a una solicitud de la SETSI en este sentido, de tener completamente ejecutado al finalizar 2007 el cien por cien del Programa, por lo que adelanta en un año el grueso del despliegue tecnológico y de infraestructuras”.
El proceso de selección de los núcleos que formarían parte del Programa fue complejo y “consensuado a varias bandas. Al inicio del Programa, se contactó con las CC.AA. y la Federación Española de Municipios (FEMP) para determinar qué zonas de España carecían de cobertura de banda ancha y probablemente quedarían sin servicio de manera indefinida dada su orografía, reducida población o alta dispersión, si no se realizaban actuaciones públicas especiales. También se contactó directamente con los operadores más importantes para detectar qué zonas estaban más desfavorecidas en cobertura de banda ancha y quedaban fuera de sus planes de despliegue a medio plazo. Por último se elaboró una serie de listas por parte del Ministerio consensuadas con las Comunidades Autónomas participantes en las que se excluían zonas que quedaban a cargo de programas públicos de despliegue o convenios específicos de las CC.AA.” aseguran desde el Ministerio.

A día de hoy, existen 11 Comunidades Autónomas que tienen proyectos aprobados en este Programa Nacional. Hay ocho CC.AA. que están incluidas dentro de las regiones Objetivo 1 FEDER (Andalucía, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia y Murcia); para ellas, el Programa cuenta con la cofinanciación de la UE a través del Programa Operativo FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional). Hasta llegar al total, hay que contar también con la participación de Aragón, Cantabria y Baleares. Además, según fuentes del Ministerio, “se está haciendo una segunda ronda de contactos con el resto de las CC.AA para conocer su interés en participar en una nueva convocatoria”.
Por otro lado, cuando se inició PEBA algunas Comunidades Autónomas ya disponían de programas propios de cobertura total o parcial de sus territorios con financiación, convenios con operadores (Castilla y León y Andalucía con Iberbanda, Extremadura y La Rioja con Telefónica, Euskaltel en el País Vasco…), plazos, recursos y medios específicos para su desarrollo, por lo que continuaron adelante con sus propias iniciativas. “Además se evitó, como principio fundamental, la cofinanciación de despliegues por parte de varias comunidades autónomas” explican desde el Ministerio.

Las ayudas, aprobadas para el período 2005-2008, ascienden a un total de 22,4 millones de euros en subvenciones, dirigidas a las Comunidades Autónomas Objetivo 1 del FEDER y 34,7 millones de euros en créditos sin interés dirigidos a todas las Comunidades del programa, tanto las que son Objetivo 1 como las que no. Las operadoras beneficiarias de estas ayudas deberán realizar inversiones por un importe total de 231,2 millones de euros en dicho período.

Para recibir estos apoyos económicos, una de las condiciones marcadas por la Unión Europea es la neutralidad tecnológica. Esta se ha traducido en la implantación de ADSL, WiMAX y acceso vía satélite. “Desde el inicio de los despliegues, y hasta diciembre del pasado año, la tecnología desplegada ha sido el ADSL, la más idónea, por su fiabilidad y madurez, para cubrir la mayoría de las áreas que en la actualidad ya disponen de BA rural. El WiMAX y el acceso vía satélite, que comienzan a desplegarse en 2007, son las adecuadas para dar cobertura a zonas remotas o aisladas, y a clientes dispersos a las que no es posible llegar con el ADSL, pero sí con soluciones inalámbricas”, afirman desde Telefónica.

La previsión actual según el Ministerio es que el 30 por ciento de las zonas beneficiadas en PEBA cuente con ADSL, el 22 por ciento WiMAX, el 42 por ciento con satélite y el resto se cubra con combinaciones de esas tecnologías. No obstante, si se habla en términos de población, más del 75 por ciento de los habitantes residentes en las zonas beneficiadas puede disfrutar de ADSL, dado que la mayoría de las áreas restantes aún no cubiertas cuenta con poblaciones muy reducidas y muy dispersas.

“Es destacable que se ha realizado un esfuerzo muy importante para revisar la capacidad real de la red aprovechable y que varía mucho de unos bucles a otros. En el resto de los casos, la orografía y la dispersión de la población han sido los factores clave para la elección tecnológica dentro de unos costes asumibles”, señalan fuentes del Ministerio.
En cuanto a las condiciones del servicio, la calidad y condiciones económicas ofrecidas a los usuarios de las citadas zonas deberán ser comparables a la oferta de acceso ADSL más extendida (en 2005, cuando se redactó el Programa). Según esto, las prestaciones técnicas mínimas serían, en ancho de banda, de 256 Kbits de bajada y 128 de subida. En cuanto a los límites máximos de precio, quedarán fijados en una cuota de alta de 39 euros y una cuota mensual de 39 durante los 36 primeros meses de contrato.

A pesar de todas las mejoras, la igualdad con las grandes poblaciones y ciudades no será del todo completa. En el apartado de preguntas frecuentes en la página del Programa (dentro de www.bandaancha.es), se advierte de que el acceso a la banda ancha no es un servicio universal, por lo que a su finalización la cobertura de cada núcleo de población no será del cien por cien. Asimismo, “actualmente no es posible contratar ofertas conjuntas de voz, datos y TV, ya que no son ofertados por los operadores para las zonas rurales y aisladas”. La convergencia de servicios, que está a la orden del día para los urbanitas, es todavía un lujo para el usuario rural.
Desde la Federación Española de Municipios se hace hincapié en las ventajas de la banda ancha, que “permitirá un acceso más fácil del ciudadano a los asuntos públicos que le interesan y, por tanto, a la gestión de su municipio. Desde otra perspectiva, será la herramienta que permitirá a los responsables locales incrementar su política de transparencia y participación ciudadana”.

Pero para comprender el alcance de la banda ancha, y generalizar su uso, es necesaria la divulgación de sus virtudes, que ya está en marcha, por ejemplo, a través del programa Internet Rural (telecentros).

Por otra parte, el Ministerio publicará en breve una convocatoria específica de difusión generalizada de PEBA con objetivos complementarios a los planes de comunicación de los operadores. La comunicación se orientará al público en general y, especialmente, a los municipios beneficiados por el Programa.

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Redacción RedesTelecom

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