La hiperconectividad, es decir, todos los dispositivos conectados, coche, móvil, ordenadores… se ha convertido en una ventaja competitiva y la clave del éxito de cualquier organización que apuesta por liderar el cambio.
Ya son varios los estudios, vinculados con la evolución de la tecnología de la información, que advierten que las empresas que innoven en tecnología multiplicarán sus oportunidades de negocio. Las encuestas de Gartner concluyeron que el 56% de los CEO dijeron que las mejoras digitales han llevado al crecimiento de sus ingresos.
¿Cómo? Hoy en día, prácticamente cualquier producto que llega al mercado sale de fábricas que han adoptado nuevos modelos productivos gracias a la aplicación del Internet de las cosas (IoT, en sus siglas en inglés). Los datos recabados por esta tecnología, a través de sensores incorporados a todo tipo de objetos, son combinados con las ventajas de la nube, el Big Data y la Inteligencia Artificial para optimizar procesos industriales. Así, es posible acortar el tiempo de fabricación entre un 20% y un 50% y reducir los costes generales de mantenimiento entre un 5% y un 10%.
Otra de las ventajas es que los costes energéticos representan el 70% del gasto total de la industria española, tres veces más que en Alemania. Una forma de reducir este porcentaje guarda estrecha relación con el IoT. De nuevo, mediante sensores y un software se puede valorar los costes y gastos para obtener sencillos modelos predictivos.
Además, esta sensorización de fábricas y procesos productivos tiene un gran potencial para mejorar la eficiencia de la industria ya que optimiza el uso de recursos y la gestión de stocks y reduce los residuos generados. IoT se identifica como una herramienta clave no solo para minimizar las emisiones de CO2 de la industria, sino también para fomentar la transición hacia una economía circular. Una economía que contribuiría a reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en un 20% en 10 años.
De este modo se podrá cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos objetivos, establecidos por Naciones Unidas, han de conseguirse en 2030. La idea principal es transformar el mundo desde diferentes ámbitos, como el empresarial, que jugará un papel fundamental en la gran mayoría de metas.
Por tanto, el IoT no trabaja solo. La combinación con 5G, Inteligencia Artificial y Big Data permite que todo ese volumen de información sea analizado al instante y de él se extraigan patrones que permitan tomar mejores decisiones en menos tiempo.
Las soluciones que IoT aporta en la transformación de la industria incluyen la gestión y el análisis de los millones de señales que se emiten en cualquier entorno y en la puesta en marcha de nuevos procesos digitales que permiten ser más eficientes y rápidos en la generación de nuevos modelos de negocio o productos. Es importante que, en la comunicación entre los objetos, la captura de datos, su almacenamiento y gestión, se garantice la seguridad y la privacidad de la información para que existe una confianza para transformar la industria. La ética será uno de los temas más importantes a cubrir por las empresas en los próximos años.
En 2020, la mayor fuente de ventaja competitiva para el 30% de las empresas vendrá de la capacidad de aprovechar las tecnologías digitales por parte de los profesionales; sin olvidar que el 41% del mercado mundial de IoT se concentra en el sector industrial.