Juan Cabrera (El Hierro)
En septiembre de 2011, El Hierro, la isla más occidental de Canarias y también la más despoblada (sus tres municipios apenas cuentan 10.000 habitantes) saltó a las primeras páginas de periódicos y a los telediarios. Un volcán submarino empezó a soltar gases y lava, y la actividad sísmica a la que dio lugar obligó a evacuar a la población (por peligro de desprendimientos en las escarpadas carreteras y veredas de la isla) y mantuvo en vilo a autoridades y vecinos durante meses. Como consecuencia, dos actividades clave para la economía isleña como son la pesca y el submarinismo se resintieron.
El Hierro dejó de ser, de un día para otro, uno de los destinos preferidos para submarinistas de todo el mundo a causa del deterioro del paisaje marino causado por el volcán subacuático y por la actividad del mismo, que duró semanas, mientras que la actividad pesquera se canceló por igual razón y solo ahora, un año y medio después, se va reanudar. De golpe y porrazo, los 30.000 turistas que cada año visitaban una isla que se mantiene casi virgen y esconde joyitas para la vista y los sentidos casi en cada rincón, desaparecieron.
Para recuperar la actividad económica, en marzo, el ministro de Industria, Energía y Turismo, el canario José Manuel Soria, estuvo en el Hierro para presentar un plan de inversión de 8 millones de euros que se va a destinar a la promoción del turismo herreño, así como a la dinamización de las empresas de la isla gracias a créditos ICO y al impulso de las nuevas tecnologías. Era la respuesta del Gobierno central al desastre natural.
Una parte de esa inversión, concretamente 440.000 euros, ha ido a parar al proyecto de dotar al Hierro de una infraestructura Wi-Fi de acceso gratuito. Seguiendo el eslogan de las autoridades, en convertir al territorio canario en “la primera isla free Wi-Fi del mundo”. La iniciativa se le encomendó hace un año a Segittur, una sociedad estatal que trabaja en el desarrollo de las tecnologías en el sector turístico. La red, que está en fase de prueba final y que ha sido instalada por el equipo en Canarias de Abertis Telecom, cuenta con 26 puntos de acceso del fabricante estadounidense Ruckus Wireless repartidos por todo el territorio insular. Por imperativo de la CMT y para no violar las leyes de la competencia en el ámbito del Wi-Fi en exteriores, la velocidad de bajada de los datos no supera los 256 Kbps y tampoco extiende su cobertura a edificios, como explica Nicolás Barrios, el jefe de proyecto destinado por Segittur al Hierro. En Valverde, la capital de la isla, fue el lugar seleccionado para albergar el punto de concentración de una red que mezcla tecnologías Wi-Fi y Wimax.
La tecnología de Ruckus, una de las empresas de referencia en WLAN en exteriores, fue adquirida a través del mayorista Wifidom. Los dispositivos de Ruckus, según Óscar Vigo, director de ventas a operadoras de la compañía, ofrecen el doble de cobertura que un punto de acceso normal gracias a una tecnología propietaria, denominada Beam Flex. Además, Ruckus añade a la red funcionalidades como calidad de servicio, generación de mallas (para que los equipos hablen entre ellos y solo una tenga que estar conectado uno por Ethernet o fibra) y seguridad.
Luis Bello, responsable de Abertis Telecom en Canarias, dice que trabajaron con el Cabildo de El Hierro y con los ayuntamientos de la isla para usar la infraestructura ya existentes (torretas o tendido eléctrico), todo con el fin de minimizar el impacto medioambiental, paisajístico y energético. “No tiramos líneas de energía y sólo en algunos casos acompañamos los puntos de acceso con paneles solares”. Además, Bello asegura que la red troncal está preparada soportar más de 100 puntos de acceso conectados en el futuro. Abertis destino cuatro personas a El Hierro para hacer la implantación, aunque también se ayudó de instaladores locales de la isla.
Verónica Montero, consejera de Turismo del Cabildo del Hierro, dice que la red Wi-Fi va a permitir que tanto los turistas como los habitantes de los tres municipios se puedan conectar a Internet en cualquier lugar. Además, más adelante las autoridades herreñas quieren ofrecer información específica de un centenar de rincones de la geografía insular a través de una aplicación de realidad aumentada para smartphones, “El Hierro te sigue”, que despliega los datos con código QR.
“La idea es queel visitante se pueda desplazar siempre con la mayor cantidad de información posible”, asegura la consejera. Montero también recalca que, además del interés turístico, los puntos de acceso de Ruckus serán vitales en el futuro para controlar incendios a través de sensores térmicos, y que asimismo permitirán dar acceso a Internet a ciudadanos que, por la difícil orografía de la isla, ahora están desconectados.
Aunque hasta ahora, el principal interés turístico de El Hierro era el buceo, los planes de los políticos locales pasan por diversificar las fuentes de ingresos. La erupción del volcán submarino, que junto a la crisis económica han casi paralizado esta actividad, ha puesto a pensar a los herreños en nuevas vías de ingresos. El Hierro quiere convertirse en un laboratorio mundial de la sostenibilidad -hoy en día la mayor parte de la energía de los hogares y las empresas de la isla proviene de un parque eólico y una central hidroeléctrica, y la idea de las autoridades es derivar los excesos de producción a tomas de corriente para coches eléctricos-.