El gran reto de las operadoras: cómo capitalizar la Internet de las cosas

Un estudio de Bain & Company señala que las telco deben aprovechar plenamente sus conocimientos y capacidades para sacar partido a un negocio que generará ingresos de más de 470.000 millones de dólares anuales para 2020.

Publicado el 18 May 2018

El reto de las operadoras: capitalizar la Internet de las Cosas.

El ruido en torno al enorme potencial de la Internet de las Cosas (IoT) continúa aumentando. Las compañías de telecomunicaciones se encuentran en una posición única para abordar este reto, sin embargo, el nuevo informe de Bain & Company, Close to the Core: Telcos’ Competitive Advantage in the Internet of Things, sugiere que cuando las empresas de telecomunicaciones estudian dónde y cómo pueden capitalizar la IoT, tienden a tener una visión demasiado miope del mercado.

Con el creciente potencial del IoT, que según Bain & Company generará ingresos de más de 470.000 millones de dólares anuales para 2020, las compañías de telecomunicaciones compiten por aumentar su cuota de mercado en los segmentos verticales muchos de los cuales, -como las casas inteligentes-, se están llenando rápidamente; y pierden oportunidades que están mucho más cerca del core de su negocio. El reequilibrio hacia la Internet de las Cosas – el habilitar servicios – y lejos de la excitación excesiva por las soluciones verticales – debería aportar, significativamente, más éxitos a las compañías de telecomunicaciones de todo del mundo. Sin embargo, deben actuar rápidamente para aprovechar plenamente sus conocimientos y capacidades.

“Los que primero se posicionen pueden obtener una gran ventaja, especialmente si emprenden obras de infraestructuras con una larga vida útil. Definirán los estándares y se convertirán en proveedores de plataformas, y será muy caro poder desplazarlos”, comenta Pablo Cornicelli, uno de los responsables de la Práctica de Telecomunicaciones de Bain & Company en Madrid. “Los primeros en moverse también captarán un profundo conocimiento sobre cómo planificar la futura arquitectura de las redes y desarrollarán las nuevas habilidades y capacidades necesarias para ganar a medida que el mercado evolucione”.

Tres áreas que marcan la diferencia

Conectividad. Las empresas de telecomunicaciones están construyendo redes virtuales que ofrecen flexibilidad en términos de paquetes de programas (suites) y niveles de seguridad y rendimiento. Esta flexibilidad será esencial para permitir a los clientes un auto aprovisionamiento (self-provisioning) o la integración con sistemas de terceros a través de API.

Gestión del ciclo de vida. Esto es dar de alta, mantener y dar de baja millones de dispositivos en sus redes garantizando la seguridad de la red, gestionar el mantenimiento del directorio de dispositivos y administrar derechos de los mismos (muchas veces tras años de haber sido instalados y a través de un universo de dispositivos mucho mayor de lo que otros proveedores están acostumbrados a administrar).

Soluciones verticales. las empresas de telecomunicaciones deben analizar dónde eligen participar directamente y dónde facilitan el éxito de otros proveedores de soluciones de mercado verticales. Aquellas que optan por desarrollar sus capacidades en sólo unas pocas industrias tienen mejores posibilidades de éxito que las que entran en demasiadas a la vez.

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Redacción Computing

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