El Ayuntamiento de Madrid ha recurrido a Sigfox para desplegar una solución para reducir el riesgo de contagio por coronavirus en interiores midiendo la concentración de CO2 mediante tecnología IoT y el empleo de redes 0G. El despliegue ha sido llevado a cabo en las siete plantas de la sede del Área de Gobierno de Obras y Equipamientos del consistorio ubicado en la calle Alcalá 45, y tiene el fin de ayudar a proteger la salud de los trabajadores en el interior del edificio.
Una de las formas más habituales de contagio por coronavirus se debe a la transmisión de aerosoles, gotas que quedan suspendidas en el aire después de estornudar o hablar. Asimismo, se ha demostrado que los niveles de CO2 por encima de 1.000 ‘partes por notación’ o ppm, por sus siglas en inglés (una medida común que indica su concentración), aumentan considerablemente la posibilidad de transmitir el virus a través del aire. Por lo tanto, la acumulación de dióxido de carbono puede ser un indicador útil para conocer el momento óptimo de ventilación, cuya monitorización permitirá que el personal pueda incorporarse presencialmente de forma escalonada a su lugar de trabajo con la tranquilidad de que el riesgo de contagio en su lugar de trabajo sea mínimo.
Detalle de la solución
La solución consiste en el uso de una serie de sensores compatibles con la red 0G de Sigfox. Los dispositivos emiten una alerta automática cuando se supera un nivel excesivo de concentración de CO2 en el aire del edificio, indicando al responsable de mantenimiento cuál es el momento óptimo para ventilar la instancia.
Esto permite, por un lado, garantizar la seguridad del edificio de siete plantas que incluye una gran variedad de despachos, salas y zonas open space; y, por otro, ventilar las oficinas antes de que sea demasiado tarde y que la concentración de partículas potencialmente contagiosas se acumule por encima de lo deseado, así como evitar una ventilación excesiva que aumente el consumo energético de manera ineficiente.
Los sensores empleados presentan un intervalo de mediciones configurables hasta un mínimo de 10 minutos y una autonomía de la batería de más de 5 años. No requieren instalación previa, cables o conexión vía Wi-Fi o tarjetas de telefonía SIM, pues se apoya en la red 0G de Sigfox y su tecnología basada en radio. Por tanto, el personal de mantenimiento tiene la seguridad de que estará en funcionamiento incluso ante caídas de internet.
A diferencia de la mayoría de sensores de CO2 existentes, la conectividad de esta solución permite ciertas funcionalidades que lo diferencian:
•Medición a distancia: el usuario puede verificar los niveles de CO2 de manera remota, sin estar físicamente presente donde se hayan instalado.
•Medición en casi a tiempo real: los datos que muestra la aplicación son datos generados en intervalos de 10 minutos, garantizando la fiabilidad de la medición.
•Medición telemática: no es necesario acercar ningún dispositivo al sensor para controlar sus mediciones: el seguimiento puede realizarse desde una app móvil.
En palabras de Rebecca Crowe, managing director de Sigfox en España, “nuestra red 0G y su enfoque altamente eficiente permite la escalabilidad de proyectos como este. Nos alegra haber diseñado una solución junto al Ayuntamiento que ayude a sus empleados a sentirse más seguros en su lugar de trabajo, a la vez que pueden mejorar su eficiencia energética evitando ventilar de manera excesiva los interiores”.