Desde 1996, el EGM estudia el comportamiento de los usuarios a la hora de conectarse a la red y ha comprobado que el dato de conectividad diaria entre los españoles de más de 14 años de edad pasando del 1% al 59% en los últimos 18 años. Si pasamos a analizar a los usuarios que se han conectado “en algún momento” durante los últimos treinta días, el dato se eleva al 68,1%.
Por otra parte, aunque el EGM está dirigido a individuos mayores de 14 años, en el caso de Internet también recoge la información de acceso para los niños entre 4 y 13 años. Estas nuevas generaciones que ya han nacido integradas en el mundo digital, muestran una progresión adecuada y una penetración en la red a los 13 años muy cercana al 90%.
Además de conocer la radiografía de los internautas, es importante saber desde dónde realizan su conexión. El lugar de acceso más utilizado es el hogar (95%) frente a la Universidad o el centro de estudios, donde sólo se conecta un 9,4% de la población usuaria de Internet. Por otra parte, el lugar de trabajo se mantiene en un valor intermedio, aunque nunca supera el 22% como centro de conexión.
Resulta fundamental la constatación de que cerca de un tercio de los internautas ya se conectan en movilidad desde la calle o desde un medio de transporte. De los dispositivos inalámbricos el smartphone se presenta como claro vencedor al ser elegido por un 75% de los usuarios para conectarse a Internet. En segundo lugar se encuentra el ordenador portátil (61,8%), que ha dejado atrás al de sobremesa con un uso inferior al 50%.
Por otro lado, crecen progresivamente las conexiones a la red a través de una tableta (24,2%) o la videoconsola (11,9%), seguidas del televisor (3,6%), que aún no ha alcanzado su fase de madurez como dispositivo de ocio.
Según los datos recogidos en esta oleada, el segmento de población que aún no accede a Internet está claramente identificado por sexos. Los hombres que no se conectan a la red durante un año representan un 27,9%, una cifra superada por el género femenino que en ese mismo periodo alcanza un 34,9%. Esta brecha de 7,3 puntos de penetración se ha reducido ligeramente con respecto a 2013 cuando el nivel se situaba en 7,9 puntos (31,2% de hombres y 39,1% mujeres).
En la edad es donde verdaderamente se encuentran grandes diferencias. El uso de Internet en los grupos de 14 a 34 años supera el 90%, pero es a partir de los 65 cuando se marcan más las carencias digitales, ya que de este segmento de la población sólo un 28,7% utiliza Internet, cifra que se ha incrementado casi tres puntos con respecto al año anterior cuando a nivel de usuario representaban un 25,3%.
Internet también entiende de clases y así lo refleja a la hora de ser analizado. Las clases media-baja y baja alcanzan un nivel de penetración del 55,8% y 31,4% respectivamente; mientras que las altas mantienen cifras por encima de la media. Así, la clase alta muestra un grado de utilización de la red del 82,5%, la clase media-alta un 76,5% y la media-media un 73,1%.
El futuro se presenta optimista gracias a la llegada de los teléfonos inteligentes y el acceso a tarifas reducidas, ya que favorecen la incorporación de nuevos internautas entre los colectivos que a día de hoy no tienen interiorizado el uso de Internet en su día a día.