Vivendi decidió a principios de semana bloquear los 619 millones de euros (103.000 millones de pesetas) correspondientes al primer pago por la licencia de telefonía móvil UMTS que le fue adjudicada en Francia.
Amparándose en la mala situación por la que atraviesan las compañías de telecomunicaciones y en los problemas legales que existen para el despliegue de infraestructuras, la compañía, que opera en el sector de la telefonía móvil a través de su filial SFR-Cegetel, tomó esta decisión para forzar al Gobierno galo a renegociar los 4.950 millones de euros (823.610 millones de pesetas) que debe pagar por su licencia UMTS.
Sin embargo, y ante la posibilidad de ser multado o perder su licencia, Vivendi decidió ayer abonar su primer pago, aunque mantiene su decisión de seguir negociando con el Ejecutivo para conseguir una reducción del precio.
De hecho, la compañía advirtió ayer, de que si no llega a un acuerdo con el Gobierno francés para reducir los 4.950 millones de euros que debe hacer efectivos, podría plantearse la posibilidad de recurrir a otros medios previstos por el derecho.