Un móvil pensado para los más exigentes

Analizamos durante noventa días el teléfono inalámbrico Sony Ericsson T68i para descubrir todos los detalles de un móvil de última generación.

Publicado el 31 Jul 2003

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Quizás no resulte del todo adecuado afirmar que este ingenio, fruto de la alianza de dos de las más poderosas firmas del panorama tecnológico mundial, pertenece al elitista escaparate de artículos “de última generación”. La calidad constructiva es un factor al que con cierta frecuencia se confiere menos importancia de la que realmente merece. Su relevancia en un dispositivo como el que ahora nos ocupa es vital, ya que los teléfonos móviles son objeto con frecuencia de golpes capaces de deteriorar en el mejor de los casos tan sólo la carcasa, llegando incluso a impedir su correcto funcionamiento cuando además los impactos dañan la circuitería interior.

Por suerte, la robustez del móvil que examinamos es encomiable. El buen ensamblaje de la carcasa le otorga una resistencia presente tan sólo en algunas propuestas de alta gama, algo refrendado además por el perfecto anclaje de la batería, preciso y carente de holguras. Los tres meses que quién suscribe estas líneas ha compartido con un T68i han revelado su solvencia a la hora de absorber impactos, y es que no hay nada mejor que un par de caídas fortuitas para evaluar una característica que de forma premeditada sería difícil poner a prueba.

Y si la robustez es importante, el apartado estético no lo es menos, ya que estos aparatos se han convertido en uno de esos accesorios imprescindibles allá donde vayamos (con permiso de las áreas de cobertura) capaces de poner de manifiesto las señas de identidad de su propietario. Este desarrollo de Sony Ericsson es discreto a la par que atractivo; pero, sin duda lo mejor de todo es su eficaz diseño ergonómico, pensado para permitir su uso sin obligar a la mano del usuario a adoptar posturas incómodas y poco saludables. A este acertado apartado contribuye también el material utilizado en la fabricación de la carcasa, un plástico de tacto satinado y agradable. Por supuesto, sus contenidas dimensiones (100 x 48 x 20mm) y reducido peso (84 gramos) hacen de este terminal un objeto de deseo incluso para los más sibaritas.

El software diseñado para facilitar al usuario su utilización es razonablemente amigable y sencillo. Obviamente, las muchas posibilidades del móvil conllevan cierto grado de complejidad; sin embargo, la navegación a través de las distintas opciones del menú se lleva a cabo con comodidad y de forma intuitiva. La mejor prueba que podemos hacer en este ámbito consiste en intentar encontrar una opción determinada en la primera toma de contacto con el teléfono. Nuestro primer objetivo fue activar la recepción de datos a través de la tecnología Bluetooth implementada en el T68i para facilitar las comunicaciones inalámbricas con otros dispositivos, como auriculares o incluso un PC. Y lo cierto es que su localización en el entramado de alternativas fue prácticamente directa. Eso sí, encontrar otras opciones no fue tan rápido como nuestro primer propósito, pero en cualquier caso quedó claro que la estructuración del menú de navegación es muy acertada. Gran parte de la culpa la tiene el empleo de un compendio de funciones base no muy elevado y, sobretodo, la razonable profundidad de los submenús que cuelgan de cada una de ellas.

Pero no podemos obviar uno de los grandes aciertos de los responsables del diseño de este terminal: un práctico joystick que el usuario puede manipular utilizando el dedo pulgar concebido para agilizar la navegación hasta cotas insospechadas.

Este original dispositivo evita la pulsación de varias teclas de desplazamiento, un recurso utilizado por la mayor parte de los fabricantes de teléfonos móviles y que obliga al usuario a ejercer continuas pulsaciones hasta llegar a la opción a la que desea acceder. El uso de un puntero como el mencionado conlleva no sólo una mejora clara en el ámbito ergonómico, sino que también reduce sensiblemente el tiempo que el usuario debe invertir en el manejo del terminal. Asimismo, estas dos características no han sido echadas por tierra gracias a la integración en el propio joystick de un pulsador que permite profundizar en el interior de un submenú o activar una opción sin obligar al usuario a desplazar su dedo pulgar por toda la superficie del teléfono.

Hasta este momento, hemos contemplado casi todas las características que podrían lograr que un usuario indeciso se decantase finalmente por este móvil, sin embargo aún quedan varios puntos interesantes por tratar. Por un lado, es necesario destacar el buen comportamiento de la batería de polímeros de litio integrada en la solución, que proporciona a este Sony Ericsson una autonomía dilatada, aunque difícil de cuantificar dado que depende del uso que se haga del mismo. El único valor que puede adoptarse de forma fiable es el referente a la autonomía en espera a plena carga, parámetro que nuestras pruebas han situado ligeramente por encima de las 200 horas, un resultado cercano a las 220 prometidas por el fabricante.

También es preciso valorar positivamente la buena calidad y razonable potencia del altavoz integrado (cuyo volumen es posible manipular durante una llamada haciendo uso del interruptor alojado en uno de los paneles laterales de la unidad) así como la presencia de un CD con las herramientas que necesitamos para efectuar con garantías el proceso de sincronización con Outlook y la transferencia de información entre el terminal y un PC.

Empero, ningún producto está exento de mejoras, y el período de tiempo durante el que hemos utilizado nuestro T68i nos ha permitido percatarnos de algunos (escasos) aspectos susceptibles de ser revisados. Uno de los más llamativos tiene su origen en el excesivo brillo del plástico que recubre la pantalla, lo que en entornos muy luminosos ocasiona la aparición de reflejos que pueden dificultar el visionado de la interfaz gráfica. Y, para concluir, no podemos dejar de mencionar una carencia no demasiado importante cuando este móvil comenzó a comercializarse pero que sí lo es para muchos usuarios actuales: su incapacidad de reproducir melodías polifónicas.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado, no podemos dejar de recomendar uno de los teléfonos móviles más completos disponibles hoy en día y que, a pesar de su precio (elevado pero muy inferior al que tenía hace tan sólo unos meses), se sitúa como una de las opciones más interesantes para cualquier usuario exigente.

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