El teléfono sigue siendo una herramienta muy útil para comunicarse con las empresas y recibir información, obtener ayuda o contratar servicios. Sin embargo, los consumidores han de extremar la precaución ante casos de fraude telefónico en los que los delincuentes utilizan las llamadas para obtener sus datos personales. En 2019 compañías como Microsoft o Amazon han sido afectadas por delitos de suplantación de identidad mediante lo que se conoce como vishing, una combinación de “voz” y “phishing”, en la que delincuentes utilizaban el teléfono e información extraída de Internet para inducir a los usuarios a proporcionar información sensible.
En la parte legislativa, existen leyes para proteger al consumidor ante estos fraudes. Precisamente, cada 28 de enero se celebra el Día de la Protección de Datos, que conmemora la fecha en la que se firmó la primera regulación europea, en el año 1981. Sin embargo, también hay medidas sencillas que el propio usuario puede tomar para que sus datos estén protegidos y prevenir situaciones de este tipo.
masvoz ofrece una serie de recomendaciones a la hora de compartir información de forma segura mediante el teléfono.
– Evitar llamadas con numeración sospechosa. Es recomendable desconfiar de las llamadas con prefijos internacionales desconocidos. Existen alertas sobre delincuentes que realizan llamadas breves desde esta clase de prefijos con el objetivo de que el usuario no tenga tiempo de responder y la devuelva, incurriendo así en costes.
– Comprobar el origen de la llamada. Al recibir una llamada comercial es fundamental comprobar que el interlocutor es quien dice ser. Si ya somos clientes, este puede tener acceso a cierta información sobre nosotros, por lo que es sencillo preguntar por determinados datos que la empresa debería conocer y que nos permitirán verificar su autenticidad.
Si nunca hemos tenido contacto con la compañía, es recomendable pedir el número de teléfono y nombre completo de nuestro interlocutor, e incluso contactar con la empresa por otro canal (teléfono de atención al cliente, o redes sociales), para confirmar la identidad de la llamada.
– No compartir datos sensibles. Nuestra entidad bancaria u operadora telefónica nunca nos llamará para preguntarnos por determinados datos, como pueden ser nuestras claves personales o contraseñas. En el caso de querer adquirir algún producto o servicio por teléfono, es necesario comprobar que se cumplen todos los estándares de seguridad. Las pasarelas automáticas de pago, por ejemplo, son una de las vías más seguras en que las empresas gestionan las transacciones.
“El fraude toma muchas formas, especialmente a través de la tecnología, pero no hay que olvidar que el teléfono es imprescindible para asegurar una buena experiencia de cliente, por lo que es importante que el consumidor tenga herramientas para verificar la autenticidad de la llamada”, afirma Susana Gutiérrez Abascal , COO de masvoz.