A consecuencia de la crisis que vive el sector de las telecomunicaciones en la actualidad, Telefónica iniciará un plan de venta de activos con el que pretende conseguir una reducción en su deuda neta de casi 3.000 millones de euros (499.157 millones de pesetas), o lo que es lo mismo, un 9 por ciento. Así, según ha anunciado el consejero delegado de la compañía, Fernando Abril-Martorell, la intención de la operadora es reducir su deuda desde los 31.244 millones de euros (5,2 billones de pesetas) actuales a 28.355 millones de euros (4,7 billones de pesetas).
Para conseguirlo, la compañía pondrá a la venta parte de su patrimonio inmobiliario y creará una sociedad independiente que agrupará a todos los activos inmobiliarios del grupo. Esta sociedad se encargará de llevar a la práctica un programa de venta ordenada que dará como resultado una afloración de activos por valor de entre 3.000 y 5.000 millones de euros (entre 500.000 y 830.000 millones de pesetas).
Asimismo, la operadora planea desprenderse de participaciones en distintos medios de comunicación.
Telefónica pondrá a la venta aquellos activos que no considera clave para su crecimiento, como las participaciones en Hispasat (22,7 por ciento), Pearson (5 por ciento) e Infonet (14 por ciento), y las que posee en las argentinas Azul TV (50 por ciento) y Torneos y Competencias 20 por ciento).
Igualmente, cederá a terceros el cobro y la gestión de las facturas para ahorrar costes. Según explicó Abril-Martorell, la compañía prevé contratar a una empresa externa que mediante una comisión, el 25 por ciento de las facturas de fijo y móvil que gestiona el grupo en España, se encargue de la facturación. Con esta medida la operadora prevé un ahorro de 550 millones de euros (91.512 millones de pesetas).
Telefónica también se ha planteado reducir su nivel de inversiones que ahora representa un tercio de los ingresos. De este modo, el recorte previsto será de un 7 por ciento este año, hasta los 8.500 millones de euros; un 12 por ciento en 2002 y del 5 por ciento en el periodo 2000-2005.
Para Abril-Martorell, el panorama que se cierne sobre el sector es bastante sombrío. Sin embargo, el directivo ha afirmado que confía en las acciones que llevará a cabo la compañía para reducir su deuda. Así, puntualizó que Telefónica podría hacer frente a toda su deuda en seis años, porque según el directivo, está mucho mejor preparada y presenta un balance más saneado que otras operadoras.