Telefónica Móviles inició el 10 de enero pasado la comercialización de un servicio de datos basado en la tecnología GPRS (General Packet Radio Service) con cobertura nacional y que, inicialmente, estará sólo disponible para los clientes con contrato de la operadora.
Para acceder a MoviStar GPRS no será necesario darse de alta ni el pago de cuotas, aunque sí utilizar un terminal específico o dual GSM/GPRS. En estos momentos sólo existe un teléfono GPRS disponible en el mercado español, el modelo TimePort 97389i de Motorola, en una cantidad limitada a 100.000 unidades. No obstante, según las previsiones que adelantó Ignacio Aller, consejero delegado de la compañía, hacia mayo o junio de este año habrá unos cinco modelos más y en volumen suficiente.
Otra novedad que presenta MoviStar GPRS es su sistema de tarificación. A diferencia de los actuales, basados en tiempo de conexión, se realizará en función de la información transmitida y recibida y oscila entre las 0,5 ptas/kbit/s para los clientes que consuman más de 10.000 kbit/s, hasta las 4 ptas/kbit/s para los que consuman menos de 1.000 kbit/s.
Por esta razón, la velocidad del servicio es fundamental y frente a los 9,6 kbit/s actuales, GPRS es capaz de lograr transferencias de datos de hasta 50 kbit/s, aunque con el terminal actualmente disponible en el mercado la velocidad máxima es de 20 kbit/s.
Por el momento, la oferta de Telefónica Móviles se articula en torno a los servicios e-moción sobre GPRS e Internet GPRS, dirigidos a particulares y empresas; e Intranet GPRS, exclusivamente para empresas.
La nueva red GRPS utiliza la misma infraestructura de radio que GSM si bien se ha tenido que diseñar una nueva red de paquetes superpuesta a la anterior. La firma ha invertido hasta ahora 14.000 millones de pesetas en la puesta en marcha de este servicio con el que pretende dar respuesta a la creciente demanda de los usuarios de utilizar servicios móviles de transmisión de datos, según Aller. En la actualidad, afirmó este directivo, el cinco por ciento de la facturación de la firma procede de este negocio, mientras que la previsión es que, al final de este año, esa cifra llegue al ocho por ciento y existan 250.000 líneas trabajando con esa tecnología.
Por otro lado, Ignacio Aller mostró su disconformidad respecto a la nueva tasa por uso del espacio radioeléctrico aprobada por el Gobierno y por la que los operadores UMTS tendrán que abonar 140.000 millones de pesetas. En su opinión, la tasa es un gasto adicional que se convierte en un elemento inflacionista, empobrece el sector y crea una situación de incertidumbre. No nos parece bien que el Gobierno mate un sector puntero, como el de los móviles, para hacer carreteras o el AVE.