Los servicios de gestión global de comunicaciones nacen como respuesta a la creciente complejidad y escasa liberalización real del mercado. La multiplicidad de modelos de SLA, las deficiencias en los diseños de red y la falta de aprovechamiento de los avances tecnológicos son otras de las motivaciones que deben impulsarnos a la elección de estos servicios.
Las ventajas para el negocio son claras: por una parte aporta una reducción de costes de forma global, tanto de operación como de mantenimiento, permitiendo a la vez un uso más eficaz de los recursos de la empresa.
En segundo término, el negocio mejora en la calidad del servicio ofrecido, ya que ésta esta controlada por un único acuerdo de nivel de servicio (SLA).
Además se aumenta la flexibilidad de adaptación a las nuevas tecnologías; en este sentido, entre las posibilidades que estos servicios brindan se encuentra una búsqueda permanente y proactiva por parte del proveedor de aquellas nuevas tecnologías que aporten valor al negocio del cliente para incorporarlas a la infraestructura previo acuerdo con éste. Por otra parte, se tiende a un único punto de contacto, lo que permite reducir los tiempos de resolución de las incidencias, facilita la comunicación con la organización y proporciona una mejora continuada en el servicio.
R
