En América Latina, ningún país ha alcanzado, hasta marzo de 2017, siquiera el 35% de los 1960 MHz que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) sugiere para el año 2020 en el documento ITU-R M.2078, para un óptimo desempeño de la banda ancha móvil. La escasez de espectro tiene consecuencias negativas para los consumidores y limita el potencial de crecimiento de la industria.
Sólo un país de América Latina ha concesionado en la actualidad más del 30% del espectro radioeléctrico sugerido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para el año 2020. Se trata de Brasil, que actualmente ha licenciado el equivalente al 31,1% de los 1960 MHz que el organismo sugiere para el año 2020. Algunos de los países que más espectro han concesionado son Chile (24%), México (23,7%), Argentina (23,6 %), Costa Rica (23,5%), y Nicaragua (21,4%), según se desprende del recientemente publicado documento de 5G Americas Análisis de las Recomendaciones de Espectro de la UIT en América Latina.
En su documento ITU-R M.2078, la UIT sugirió que para el año 2020 se encuentren asignados 1960 MHz de espectro radioeléctrico, para un funcionamiento óptimo de las tecnologías IMT-2000 (comercialmente conocidas como 3G) e IMT-Advanced (conocidas como 4G).
Concretamente, el documento resalta que el mayor número de despliegues de LTE en el mundo tuvo lugar después de que los operadores recibieron más espectro. Las tecnologías como LTE se benefician de canales de radio más anchos, porque permiten mejor eficiencia que se refleja en beneficios como una más alta tasa de transferencia de datos. Adicionalmente, la asignación de espectro a canales de datos dedicados permite a los operadores ofrecer mejores velocidades de transmisión para banda ancha móvil, incrementando la satisfacción de los usuarios y ayudando a alcanzar los objetivos de los gobiernos de extender el acceso a Internet en sus territorios.
“Uno de los resultados de incrementar la asignación de espectro es el desempeño eficiente de las redes móviles, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas, donde las limitaciones de espectro se agravan con otras restricciones, como las demoras en las autorizaciones para la instalación de nueva infraestructura, torres para antenas y otras tecnologías”, explicó José Otero, director de 5G Americas para América Latina y el Caribe.
El documento concluye que los reguladores y las autoridades de gobierno en América Latina deben permanecer diligentes en comprender la importancia que tiene para la ciudadanía la existencia de espectro disponible para servicios móviles, para impulsar el crecimiento económico y la conectividad en sus países. Esto es especialmente importante en zonas rurales y remotas, donde la conectividad por medios cableados no se encuentra presente y las tecnologías inalámbricas son la única alternativa viable para llevar conectividad a la población. Es igualmente importante que la región trabaje en conjunto en un plan armonizado de espectro para beneficiarse de las economías de escala de chipsets, dispositivos e infraestructura, así como también para la itinerancia (roaming) de datos LTE.