Neuf Télécom tendrá el control del nuevo grupo y su presidente será Jacques Veyrat, que estará al timón de la nueva compañía, mientras que su antiguo director general, Michel Paulin, se convertirá en el director general delegado.
En el futuro, la idea es que las dos marcas se fusionen en una. La nueva compañía se ha fijado como objetivo lograr cuatro millones de clientes en el horizonte de 2007, la mitad de ellos en Internet de banda ancha, con una facturación global para ese año superior a los 3.300 millones de euros. En cuanto al mercado de telefonía fija de empresas, su deseo es situarse inmediatamente por detrás de la operadora tradicional francesa con una cuota de mercado de más del 20 por ciento en el mercado de venta mayorista a otros operadores.