Los CEO de las principales empresas de telecomunicaciones de Europa (entre los que se encuentra José María Álvarez-Pallete) han hecho pública una declaración sobre la finalización del Código de comunicaciones electrónicas que reproducimos a continuación:
Como directores generales y presidentes de las principales compañías de telecomunicaciones de Europa, hemos sido partidarios de las ambiciones descritas en la Estrategia del Mercado Único Digital (DSM). Europa necesita un entorno que respalde la innovación, beneficie a los consumidores y permita una mayor inversión en una economía global competitiva. Un habilitador indispensable que apuntala esta ambición es la revisión, una vez cada diez años, de las leyes europeas de telecomunicaciones, consagrado en el Código de comunicaciones electrónicas (el Código). Escribimos hoy para expresar nuestra profunda preocupación por el estado de las negociaciones políticas entre las instituciones europeas.
De acuerdo con los planes políticos y reglamentarios originales, el Código debería estar orientado a “incentivar la inversión en redes de banda ancha de alta velocidad y lograr un enfoque consistente del mercado único para la política y gestión del espectro”. El éxito se medirá en si entregaremos colectivamente mayores niveles de despliegue de fibra y 5G en beneficio de los ciudadanos y las empresas europeos.
Las empresas de telecomunicaciones que firman este documento actualmente han aumentado su esfuerzo de inversión a 29.200 millones de euros / año en EU282 y somos los líderes continentales en despliegue de redes e innovación de servicios. Sin embargo, si Europa quiere unir la competencia global y cumplir con los objetivos de la Sociedad Gigabit, las políticas y las condiciones regulatorias deben proporcionar a los mercados reglas ambiciosas a favor de la inversión y una mayor certeza, alejándose de la dinámica reguladora intervencionista.
Hoy, desafortunadamente, no hay señales de que el Código cumpla con su ambición original y respalde las inversiones requeridas. Por el contrario, ha habido poco progreso en medidas vitales para facilitar el despliegue de 5G con una gobernanza del espectro más sólida y una mayor duración de la licencia. El Código tampoco está a la altura de los modelos de inversión en fibra, que requieren fuertes incentivos para la coinversión y los acuerdos comerciales por igual. Del mismo modo, no proporciona más espacio para la innovación y estándares consistentes de protección del consumidor para servicios equivalentes. Además, los analistas e inversores están preocupados por las restricciones reglamentarias ex-ante adicionales en el campo de los llamados oligopolios y la regulación de precios, mientras que la Comisión Europea propuso originalmente una mayor certeza regulatoria y mejores condiciones de inversión.
Por lo tanto, pedimos a las instituciones europeas que aborden urgentemente las deficiencias del debate actual mediante la reinyección de la ambición necesaria en el proceso. De lo contrario, incluso las Directivas de la UE existentes ofrecerían más previsibilidad y certidumbre.
El Código debería guiar a los ciudadanos y empresas europeos hacia el futuro digital, permitiendo a la Unión Europea liderar la transformación vigorosa que experimentaremos en los próximos 10 años. Creemos que los legisladores europeos no deberían aceptar un texto que no cumpla los objetivos iniciales. Por esta razón, no se debe dar ningún acuerdo a ninguna medida legislativa que retrase la inversión digital.
Seguimos interesados ??en seguir participando en el debate y estamos dispuestos a apoyar a las instituciones europeas para restablecer el espíritu inicial de la reforma. Europa no debe perderse esta oportunidad decisiva de liderar la transformación digital e impulsar el crecimiento.