En un momento en el que, según Reinaldo Rodríguez, presidente de la CMT, «ya no existen operadores de servicios de telecomunicaciones locales ni nacionales porque manda la globalización», Europa se plantea acometer una tercera oleada regulatoria en materia de telecomunicaciones sobre la base de la convergencia de servicios. Y es que una vez superado el proceso de liberalización iniciado en 1999, se impone retocar una regulación que permita a operadores y usuarios adaptarse a las condiciones de un nuevo mercado. Se trataría, según Reinaldo Rodríguez, de establecer las bases para acometer un cambio evolutivo no disruptivo. Una transformación en la que las redes IP y la integración de los servicios de comunicaciones se situarían en el centro, el cual exigirá la modificación de la cultura del usuario porque, desde del punto de vista de Rodríguez, no tendrá porque respetarse el principio de neutralidad, es decir, no tendrá porque ofrecerse la misma calidad a todos los clientes, sino que se hará en función de la demanda.
El presidente de la CMT augura que actualmente existe media docena de grandes operadores en Europa que acabarán consolidándose.