Llevo años tratando de resolver una duda y todavía no he dado con la clave. Ahora que tengo delante de mí un experto en cloud, voy a aprovechar a lanzarle la pregunta: ¿A qué huelen las nubes?
Las nubes huelen a innovación y a crecimiento. Esto no lo digo sólo yo, nos avalan muchos analistas. Gartner, por ejemplo, estima que para 2011 el 25 por ciento de nuevos proyectos de software estará basado en software como servicio. Diría que cloud huele a una nueva tendencia en el ámbito tecnológico que está repercutiendo en el uso de las aplicaciones de negocio y, en general, en la forma de trabajar.
A finales del año pasado, salesforce.com contabilizaba cerca de 67.900 clientes a los que había gestionado información. ¿No hay límite en esto del software as a service y el cloud computing?
No hay límite en cuanto que el producto se adapta a empresas de todo tamaño, desde grandes corporaciones a firmas unipersonales. Conozco a muchos emprendedores con compañías de dos empleados que utilizan salesforce.com para sus acciones comerciales y de marketing. La solución es muy elástica y se adecua al número de usuarios que cada uno requiera.
Recientemente su compañía ha presentado Salesforce Chatter, que potencia el uso de redes sociales como Twitter y Facebook para construir aplicaciones de colaboración para la empresa. Conozco a muchas personas que no ven con buenos ojos esa intromisión del mundo laboral en el personal. ¿Qué les diría para paliar ese rechazo y que acepten su propuesta?
Chatter es una red social interna de las empresas enfocada exclusivamente al ámbito profesional. Le transmitiría a cualquier usuario potencial que no se preocupe, que su perfil en Chatter no va a salir más allá del ámbito de su empresa. Chatter se centrará en sus áreas de inquietud profesional, de conocimiento, curriculum laboral, … de manera que las interacciones que tiene con otros empleados y con los proyectos que lleva a cabo se potenciarán para enriquecer su trabajo diario dentro de la compañía.
salesforce.com cuenta con 135.000 aplicaciones Force.com, ¿qué le gustaría ver transformado en aplicación y todavía no se ha conseguido?
Si tuviera que destacar una aplicación, resaltaría todas aquellas relacionadas con el cliente. Pero si tratamos de ver más allá del mundo de los negocios, la principal grandeza de las aplicaciones de salesforce.com es permitir que muchas empresas sin ánimo de lucro, como fundaciones y ONG, puedan utilizar nuestras aplicaciones para dar crecimiento y cabida a todas las necesidades de un sector que, tradicionalmente, carece de soluciones de informática y tecnológicas. Este tipo de empresas pueden acceder a nuestras soluciones a unos precios muy rebajados, yo diría casi gratis, y así potenciar una labor social muy alejada del perfil habitual de las aplicaciones de negocio.
Afirman que la combinación de Sales Cloud 2 y Service Cloud 2 ayuda a las empresas a obtener una visión de 360 grados de sus clientes. ¿Dónde queda el margen de error, el azar o el cliente indeciso?
Las soluciones mencionadas cubren, gracias a su flexibilidad y parametrización, todas las casuísticas de negocio que pueda tener un cliente, incluidas la del cliente indeciso. Por ejemplo, a través de un partner se ha creado recientemente una solución de cobro judicial para un despacho de abogados, un mercado poco típico en el ámbito de aplicaciones de CRM. La suma de la aplicación de salesforce.com, más la imaginación del partner y el cliente han dado cabida a esta solución.
Con tanto cloud computing, miles de aplicaciones web y herramientas de comunicación como el e-mail o las redes sociales, supongo que las relaciones personales basadas en al cara a cara se reducen a la mínima expresión. Dígame, ¿cuántas veces al año habla de tú a tú con Marc Benioff [fundador y consejero delegado de salesforce.com]?
No tengo mucha relación personal con él, pero coincido con Benioff cuatro veces al año en los eventos a nivel mundial de la compañía. Obviamente el cara a cara es importantísimo, el auge de redes sociales te permite estar al día con tus contactos, pero nada sustituye a las relaciones personales.