Un flujo más del negocio de la compañía, que permita anticiparse a los fallos de la red y detectar su posible impacto en el servicio al cliente. Ese sería, a grandes rasgos, el dibujo de las herramientas de gestión de red deseado por la mayoría de los usuarios de este tipo de soluciones.
Y la principal conclusión que se extraía tras escuchar las opiniones y experiencias de Laureano Gómez, jefe del Servicio de Informática del Hospital Universitario “La Paz” de Madrid; Salvador Anglada, director de Ventas a Grandes Empresas de Telefónica; Lorenzo Rubio Martínez, director del proyecto TF21 de La Caixa; Fernando Macho, director de Infraestructuras Informáticas de “El Mundo”; Pedro Gilsanz, responsable del Departamento de Organización y Sistemas de “El Mundo”; y Manuel Morales, director regional de Ventas para el Sur de Europa de Aprisma, asistentes todos ellos al desayuno-debate, organizado por Aprisma y REDES no nos preocupamos de que entiendan nuestros flujos de negocio”.
Otro de los aspectos más controvertidos del debate lo protagonizaban los diferentes estándares tecnológicos existentes en el mercado a la hora de diseñar e implantar una infraestructura de red y su posterior conveniencia para gestionarlos. Rotundo se mostraba al respecto Fernando Macho, quien señaló que en esta área “o estandarizas o falleces. No puedes tener mil proveedores porque al final es imposible trabajar, es imposible gestionar toda la infraestructura de una forma eficiente”.
Frente a esta opinión, Laureano Gómez, del Hospital Universitario “La Paz”, argumentaba “la inconveniencia de casarse con un único proveedor”. Es importante estandarizar pero también es esencial obtener la respuesta adecuada a mis necesidades, con la solución que sea oportuna y del proveedor que la proporcione. Lo que sí es necesario y casi obligado, es adoptar soluciones compatibles y abiertas”.
La seguridad era de las pocas razones que encontraba Pedro Gilsanz, de “El Mundo”, para optar por numerosos y diversos fabricantes a la hora de implementar una infraestructura de red.
Tras señalar el responsable de Telefónica, la importancia también, a la hora de apostar por una herramienta concreta, de “tener en cuenta los costes ocultos que puede encerrar si no es totalmente compatible y susceptible de gestionar al igual que el resto de tus infraestructuras”, era Manuel Morales quien, centrando el debate en las herramientas de gestión de red, señalaba que en esta área “para conseguir una proactividad y una correcta gestión, resulta imprescindible disponer de una única herramienta de gestión, multifabricante, multidispositivos y multitecnología”.
La generación de alarmas que aportan las soluciones de gestión de red, el modo en que se presentan y su importancia fue otro tema que salió a relucir en la mesa. En esta línea, Lorenzo Rubio, de La Caixa, apuntaba lo excesivo en muchas ocasiones de esta información, al tiempo que afirmaba que generalmente “no es tan importante conocer hasta qué punto es importante el problema cómo localizar donde radica éste exactamente y a qué servicios, aplicaciones, etc. está afectando”.
Le apoyaba un dato aportado por el responsable de Aprisma que señalaba cómo “entre el 60 y el 80 por ciento del tiempo necesario para solucionar un problema en la red se emplea únicamente en localizar el origen del mismo”.
Todos, por tanto, coincidieron en la relevancia de poder contar con la información adecuada ya que “tan mala es la falta de información como el exceso”, aseguraba Fernando Macho. Opinión que secundó y amplió Pedro Gilsanz, también de “El Mundo”, a la automatización de procesos de gestión, apuntando que “su excesiva presencia tampoco es beneficiosa para la empresa”.
Conseguir implicar a todo el departamento de TI en el negocio de la compañía y, por lo tanto, lograr la plena interrelación entre las herramientas de gestión de la red y los flujos de negocio específicos de la empresa, era otra de las necesidades más señaladas por los participantes.
Para Salvador Anglada, este requisito se debía producir incluso “de forma previa al propio diseño de la red e infraestructuras de comunicación de una compañía. Este diseño debe estar alineado desde su origen con las necesidades del negocio. El director o responsable de TIs de una compañía debe estar implicado cada vez más en la estrategia corporativa y así entender cada una de sus decisiones o apuestas dentro del negocio y objetivos globales de la propia empresa”.
Para el representante de La Caixa ésta era además una de las “asignaturas pendientes” de la gestión corporativa. “Todavía deja mucho que desear la correlación entre los elementos técnicos de una infraestructura de red y las aplicaciones y servicios de la empresa. Así, es necesario que la gestión de red evolucione para pasar de afectar a dispositivos técnicos únicamente y extenderse a la gestión de los elementos lógicos del negocio”.
Sería el propio Lorenzo Rubio quien pondría el punto final al desayuno-debate señalando que “la correcta gestión de red representa no sólo un importante ahorro de costes para la empresa, sino también un elemento diferencial de competitividad frente al mercado”.
Un intenso intercambio de ideas y experiencias que puso de manifiesto la necesidad de que el diálogo entre gestión de red y negocio sea cada día un poco más fluido.
